Sentía la tensión en el ambiente, ambos cuerpos estaban separados por una corta distancia, sin hacer ningún movimiento, sólo esperaban que uno de los dos dijera o hiciera algo.
Desde el omega brotaba la melancolía, esperaba una respuesta o aunque sea un murmullo. No podía quedarse mirando el suelo y aguantando su sollozo toda la tarde, tenía dignidad.
Levanto con lentitud su cara, observó como aquellos ojos rubí reflejaban duda, retrocedió unos pasos para alejarse e intentar afrontar aquel inminente rechazó, pero fue detenido por unas fuertes manos que se posaron en sus hombros.
Cuando el pecoso aumento la distancia, su sentido de alerta se activo. Intento calmarse, pensar y no dejarse llevar por su explosivo temperamento.
- ¿Estas seguro? -preguntó con inseguridad.
- Si -respondió el pecoso con sus ojos cristalinos- Kacchan, me gustas, quiero estar contigo -sonrió y jugó con sus dedos- Sabes, desde pequeños sentí una gran cercanía hacia ti, después de todo este tiempo una parte de mi sigue anhelando estar a tu lado-murmuró sonrojado.
-¡Pero te secuestré! -bramó aún inquieto- Tome tu cuerpo cuando estabas en celo -paso su mano por su cabello intentado ordenar las ideas en su cabeza.
- Lo se -comentó el menor- Todo esto es extraño, no debería sentir esto pero el amor es algo misterioso -tomó valor y dio un paso hacia Katsuki- Se que la primera vez fue algo instintiva -habló avergonzado- Pero la segunda estaba consciente de lo que hacia, soy bien grande para saber lo que hago -mencionó.
- Podrías tener a alguien mejor -posó su mano en la mejilla pecosa- Alguien que te diera lo que mereces, una vida pacífica sin problemas, sin peligro -sintió el calor de la mano ajena sobre la suya.
-Podría -habló calmado- Pero habría un problema, no serias tu -comentó ya con las lágrimas recorriendo su rostro.
- Deku -dijo antes de juntar sus labios en un potente beso cargado con todo lo que sentia- Sabes que no te dejaré marchar, soy posesivo y tengo un carácter de mierda -murmuró juntando sus frentes.
- Siempre has sido así -respondió con una pequeña sonrisa.
- Se mío -susurro antes de que acercara el cuerpo del peliverde al suyo para abrazarlo y aspirar aquel aroma que tanto había extrañado durante todos esos años.
Izuku había dicho que le gustaba, que quería estar con él. Se sentía feliz, en un gozó que recorría cada célula de su ser. Tener lo que había deseado y que aquel sentimiento era mutuo lo hacia sentir dichoso.
- Ven -dijo tomándolo de la mano.
-¿A donde? -preguntó tomando su abrigo antes de salir intentado seguir los pasos del rubio ceniza, en donde por unos instantes diviso una sonrisa en aquel rostro.
Kirishima que estaba revisando unos papeles en el despacho de su jefe, salto de su asiento al escuchar como la puerta era abierta tan de repente. Con una mirada de Katsuki, dejo por entendido que no quería preguntas.
El alfa sacó sus llaves y su abrigo, cerro la puerta y volvio a tomar la mano de Deku para guiarlo a el estacionamiento.
Ya sumidos en el vehículo, el oji-esmeralda veía como el paisaje cada vez se le hacia más conocido. En donde los frondosos árboles , cuales hojas se estaban tiñendo de un suave color café empezaban a mecerse con la fría briza otoñal.
Bajo del auto para luego dirigirse a la puerta de copiloto, le abrió y junto sus manos para llevarlo e ingresar al parque que innumerables veces los acogió, en donde compartieron la parte más importante de su infancia.
- Kacchan -nombró al momento que este se detuvo.
- Me acuerdo cuantas veces te consolé en este lugar, cuando aquellos mocosos te molestaban o cuando corrías por miedo al perro de la vecina -habló con calma- Pero lo que más atesoro de esos días es tu sonrisa sincera que me dedicabas -lo miró con tanto cariño que a Izuku se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas- Por fin podré decirte las palabras que me guarde durante tantos años -sonrió melancólico- Me gustas, Izuku -murmuró con brillo en sus ojos y una sonrisa.
El pecoso lo abrazo por el cuello y hundió su rostro para que no vieran su notorio sonrojo. Sin embargo una risa por parte de Katsuki lo hizo mirarlo.
- Ahora actuas tímido-dijo el mayor con una suave risa antes de besarlo y enredar una mano en sus verdes cabellos.
Sentia todo tan irreal, flotaba entre la alegría de su correspondido cariño.
Pasearon durante una media hora por el lugar, varios niños y sus padres recorrían los juegos, riendo y corriendo por todos lados.
Cuando la temperatura empezó a descender, fue momento de volver a vehículo, en donde el peliverde veia por la ventana a medida que este avanzaba. Sin embargo, por el paisaje sabia que no estaban regresando a la mansión.
Cuando sus sospechas fueron ciertas ya estaban en el edificio donde Katsuki tenia un apartamento. En donde recordaba había despertado luego de ese maravilloso día, el cual fue nublado por el ataque que lo dejó con una herida en su brazo.
Al cerrar la puerta detras de el y sin esperar nada, el mayor poseyó aquellos tiernos y suaves labios que tanto adoraba. Mientras que con pasión el menor respondía y sentía como unas manos acariciaban su espalda para luego bajar a su trasero e impulsarlo a enredar sus piernas en la cintura de contrario.
Con el sol bajando por el horizonte, el rubio ceniza recostó el cuerpo del oji-esmeralda en el blanco sofá.
Con suavidad las prendas iban descendiendo a medida que sus besos se volvían más atrevidos, con delicadeza toco los pezones de Izuku, el cual gemía y jadeaba debajo de él.
A medida que la temperatura subía y el cuerpo de Katsuki se hundía en el, penetrandolo y haciéndolo sentir aquellas tan exquisitas descargas eléctricas, que hacían nublar su mente y descontrolaban el palpitar de su corazón.
Sus cuerpos sudorosos y calientes seguían un ritmo firme y placentero.
Sus gemidos eran detenidos por el cojin que tenía enfrente, sus piernas temblaban con cada estocada que rozaba su próstata, su trasero estaba firmemente sujeto por las manos cálidas ajenas.
- K-Kachan -jadeo cuando unos labios tocaron su espalda- Más -gimió apretando con fuerza el sofá.
Sus órdenes fueron cumplidas, las manos pasaron su delgada cintura, la aprisionó para que pudiera seguir el ritmo sin que esta se separará de su cuerpo.
Ambos gemían, palpaban como sus cuerpos se acoplaba al otro, buscando el lugar en donde las chispas de placer generaban un intenso fuego.
Levanto el cuerpo del menor posando la pecosa espalda en su pecho, Izuku recargo su cabeza hacia atrás para que Katsuki introdujera su lengua en su boca.
Estaban a punto de llegar al orgasmo, sus ojos cargados de deseo lo reflejaban.
- Hazlo -murmuró el omega apretando sus labios.
Al escuchar esas palabras, el mayor alejó un poco su cabeza para retirar con una mano el cabello verde que estaba tapando la vista a la nuca ajena.
Beso aquel lugar y abrazo a Izuku sin detener la marcha de su penetracion. Cuando este soltaba su último gemido ahogado, hundió sus dientes en la piel pálida, marcando al omega como su pareja y alcanzando así su climax.
Cansados se desplomaron en el sillón, Katsuki debajo con el pecoso encima, el cual no dejaba de sonreir y pasar sus manos por su cuello.
Continuará...
Holoo!!! Como habían quedado con ganas les traje un nuevo cap 😍😍 Esperó que les guste tanto como a mi, ya que mis babies por fin están juntitos 😄😄
¿Les gusto? ¿Esperaban otra cosa? 😱😱😱Sin otra cosa que decirles me retiro jejej byeeee, los quiero 😳😳
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Muérdeme [COMPLETA] [KatsuDeku]
Fanfiction[Omegaverse] Vivir en un mundo entre alfas, betas y omegas era difícil, sin mencionar llevar una vida normal siendo el último de la cadena, lo cual era arduo, pero sin importar los prejuicios Izuku pudo establecer una vida relativamente normal. Sin...