12.

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En cierto punto y de regreso a casa, Jaemin había dejado de correr. A la salida se detuvo para esperar a Jeno y Renjun, quienes venían algunos cuantos pasos por detrás.

—¿Te acompañamos a tu casa, NoRim? — Jeno cuestionó. Renjun venia tecleando algunos pasos detrás de él. Jaemin me había facilitado el trabajo de verlos al voltear su cuerpo en dirección a ellos.

—Si ustedes gustan. — Una sonrisa salía de mi y Jaemin empezó a bajarme poco a poco. — ¿Soy pesada?- Cuestioné y Jaemin me miró con una sonrisa en el rostro, seguido de ello negó efusivamente.

—Eres delgada como una pluma, NoRim. — Lo que recibí por su parte fue que despeinara mi cabello. Seguido de eso salte un poco en mi lugar, puesto que su mano tomó la mía y la pasó por su hombro. — ¿Puedes sostenerte?

Claro, en el momento podía. Pero era por su ayuda. En cierto punto él había puesto en mi cintura su mano y por ello la situación se había tornado un poco incomoda.

—Te acompañamos a casa, NoRim. — Renjun afirmó. — Pero no puede llevarte Jaemin.

Jaemin abrió la boca a tope. Estaba sorprendido.

—Entonces yo la llevo, no es necesario. — Jaemin habló y yo reí. Por un momento me estaba acostumbrando a no tener algún tipo de pelea con él.

—Turnemos el llevarla. — Jeno levantó la mano.

Era extraño porque yo estaba ahí, viendo todo y podía deducir desde ese momento que iba a terminar en una discusión; Jaemin tenía su frente fruncida y esperaba el momento para argumentar algo en contra de la idea de Jeno.

—¡Si! — Renjun exclamó. — No gano nada, porque no puedo cargarla, pero al menos puedo caminar a casa con ustedes.

—¡No estoy de acuerdo! — Jaemin me apegó a si, era algo incómodo puesto que tenía mi mochila en su pecho.

—Oh ¡Vamos! Jaemin. — Jeno se acercó y tomó mi mano derecha. La contraria a la que descansaba en el hombro de Jaemin. — Te cansarás en cierto punto, deja de fingir.

El chico de cabello castaño a mi lado, aun a pesar de estar enojado, soltó mi cintura y se alejó poco a poco. Había cedido, pero antes de aceptar su derrota le sacó la lengua a Jeno en un acto infantil. Renjun rio a carcajadas con aquella acción.

Jaemin continuó caminando con mi mochila y la suya –misma que Jeno le había entregado— y el chico de cabello azabache se colocó frente a mí. Subí con algo de pena a su espalda, cuidando que la falda no se levantara en el proceso. Afirmó su agarre y continuamos nuestro camino hacia mi casa.

Jeno tenía una espalda amplia y unos brazos torneados. Irónico que tuviera esa sonrisa tan tierna cuando fácilmente podría taclear a RenJun y Jaemin.

[...]

Jaemin y Jeno iban por delante peleando. No una pelea normal, simplemente por momentos se golpeaban en la nuca, jalaban cabellos y se empujaban.

Renjun me ayudaba a mantenerme. Iban enserio con eso de turnarse por ir conmigo.

El dolor ya no estaba presente, sin embargo, a causa de aquel impacto en ciertos momentos sufría pequeños mareos. La enfermera había dicho en cuanto me ingresaron que sería cosa de que la inflamación en aquel golpe bajara y de que descansara mucho. A parecer de nosotros cuatro, no era grave, sin embargo, se mantenían exagerando la situación como si estuviera invalida.

Falling again» na jaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora