Las clases las pasé de manera normal. Tae Ri no podía evitar reírse de mi golpe en la frente e incluso cuando le conté sobre lo acontecido empezó a carcajearse, llamando la atención de todos.
En ningún momento miré hacia Jaemin.
¡Qué vergüenza!
Mi cabeza suponía una cosa y era que él se había levantado primero supo en primera instancia sobre la situación. Lo podía visualizar desde ya burlándose de todo.
Escuchaba su voz entre clases, la mayor parte del tiempo hablando con sus amigos. Era consciente de su presencia, sin embargo, ignoraba las ganas de voltearle a ver.
—Entonces durmieron juntos. — Tae Ri empezó a morder sus uñas, externa a lo que había dicho en ese momento. Su mirada estaba fija en algún punto de la pared con aquella pizarra.
Me sonrojé un poco, pude sentirlo. Previamente me había limpiado la nariz con un pañuelo y este mismo dio un golpe no notable en la cabeza de Tae Ri.
—¿Podrías ser un poco más discreta? — Cuestioné y Tae RI simplemente rio.
—¡¿Durmieron juntos? — Elevó la voz llamando la atención de varios en aquel salón, incluso de mismo Jaemin que rio. Fue entonces cuando por fin en todo el día centre mi atención en él.
Soltó una risa burlona, y después continuó en la plática con sus compañeros de salón.
Me acerqué a Tae Ri, sin levantarme de mi lugar y le di un golpe en el hombro.
—¿Estás loca? — Cuestioné y le fulminé con la mirada, como si algo fuese a cambiar el hecho de que mi mejor amiga era una ruidosa. Ella se encogió de hombros con una sonrisa en el rostro.
Era estúpida ¿Cómo podía decir eso tan a la ligera?
Me acomodé nuevamente en mi lugar. Estaba enojada y seguramente no le dirigiría la palabra a Tae Ri por el resto de la clase libre, o del día en el mejor de los casos.
Ciertamente por el resto de la clase libre no le hablé, por ello tenía un montón de papeles a mi alrededor cuando la clase terminó y todos venían de ella, quien intentó llamar mi atención, pero en todo momento le ignoré.
El maestro de matemática entró al salón cuando su clase entró en el rango del reloj y se sentó en su lugar. Era muy probable que su clase no sería pesada, puesto que unos días antes él había aplicado un examen sorpresa. Se me consideraba relativamente buena en la materia; por ello la enfermera me había invitado a entrar al concurso de matemática. No era la primera vez que me habían invitado, en realidad. Aun me pensaba la posibilidad de entrar o no. Ciertamente odiaba cuando el profesor me ponía de ejemplo.
—¿Alguien entrará en el concurso? — Cuestionó el profesor mientras centraba su mirada en varios de nosotros. — El premio es un viaje a Incheon, un fin de semana.
—¡Norim! — Para mí mala suerte Tae Ri tenía una bocota. ¿En qué momento dije que quería participar? — ¡Norim entrara!
—¡Yo también! — Todos voltearon a ver al dueño de aquella voz, al fondo de la clase; Jaemin. Yo le miraba sorprendida, Jaemin era pésimo en matemática. — Entro al concurso.
¿Jaemin y las matemáticas juntos?
Algo andaba mal con el pensar de ese chico.
—Bien, Jaemin y Norim están dentro. — El profesor apuntó en su carpeta aquello. — Júntense para estudiar al final de clases y vayan a la sala de profesores por el temario de preguntas.
—No quiero. — Hablé por fin. — Lo siento profesor, pero quiero estudiar sola.
—Bien, hazlo sola Norim. — Solté un suspiro al escuchar su respuesta. — Empecemos la clase.
[...]
—¿Por qué no quieres estudiar conmigo? — Jaemin cuestionó a la vez que caminaba detrás de mí. Me encontraba caminando hacia la cafetería. La hora del almuerzo había comenzado. — Norim-ah, estudiemos juntos.
—Eres un desastre.
—¿Qué?
—¡Jaemin! — Di la vuelta y le encaré, encontrándome con su usual sonrisa ladina. Me miraba expectante y con cierto deje de diversión en su rostro. Ahí vamos. — ¿Por qué me molestas tanto? ¡Ya hice tu tarea! ¡Eres malo en matemática! ¿Por qué entraste?
—No soy malo en matemática. — Mordió su labio un poco y después rio. — ¿Qué te hace pensar que en dos años no mejoré considerablemente?
—No lo hiciste.
—¡Lo hice, lo juro! — ¿Por qué reía? ¿Qué diablos era tan gracioso? — ¿Quieres competir? ¿Apostamos algo?
—No.— Negué rotundamente, nada bueno podía venir de una apuesta con él.
—Oh vamos. No seas aguafiestas. — Tomó mi mano, pude notar que había un papel doblado en su mano contraria. — Puedes deshacerte de mí si ganas.
—Entonces, si gano, te alejaras de mí, y olvidaras todo. Incluso la carta. — Su sonrisa se ensancho.
—¿Hablas de esta? — Estiró la mano contraria a la que tomaba mi mano. Era la carta. Tenía esos corazones estúpidos.
—¿Estas bromeando? ¿La has traído? — Me estiré para alcanzarla, pero era inútil. Era alto, y aparte tenía unos brazos de chimpancé. — ¡Na Jaemin! ¡La trajiste!
Su risa empezó a hacerse presente. Seguramente se burlaba de mí, y de mi inferior estatura.
—La traje, Norim. — Soltó mi mano y la empezó a abrir en lo alto. — ¿Quieres leerla?
El enojo empezó a subir por mis torrentes sanguíneos. Esto mismo me hizo darle un pisotón en el pie, mismo que le hizo cerrar los ojos y mostrar una mueca de dolor.
—¡Si gano, me dejas en paz! — Empecé a caminar en dirección a la cafetería, estaba enojada y este hecho no hacía más que activar mi apetito el doble.
—¡Como digas, Mejor amiga!
¡Como lo odio!
Al ir con mi furia a la vista, empuje a varias personas. Una de ellas fue aquel chico que había tomado la fotografía. Mal momento para toparme con él. Si no se alejaba, sería capaz de soltar bofetadas.
Hice una inclinación hacia él innecesaria y seguí con mi caminar. A los pocos seguidos sentí una mano envolver mi muñeca y me sentí molesta.
—Debería disculparme. — Voltee a ver a la persona. — Soy Felix, Lee Felix ¿Podemos hablar sobre ese incidente?
Incidente que no fue incidente porque lo tenías bien planeado, chico.
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SK x Dream va a ser una realidad en mi mundo todo trillado uwu.
¡Gracias por leer!
Ya salí de mis parciales, puff. Solo dudé en uno de ellos, pero fuera de ello, todo bien. Me vuelvo a centrar en la escritura. Esperen por ello <3
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