Falling again» na jaemin

07.

07. Sincerally sorry.

Cuando salimos de aquel árcade el sol ha empezado a caer. Jaemin había vuelto y traía consigo dos manzanas acarameladas. Una era para DaeJin y la otra llego a mí a través de Jeno. Tal vez su enojo había sido esfumado al pensar un poco, pero eso no quitaba ni un poco la culpabilidad que sentía.

—Entonces...— Jeno me mira y sonríe. — ¿Cuándo cumples años, NoRim?

—Treinta y uno de diciembre. — Le respondo a la vez que miro el piso, intentando no pisar ninguna grieta del asfalto. Supersticiones. Su mirada se vuelve curiosa, a la vez que toma su barbilla. — Año noventa y nueve.

—¡Ah! — Él se acerca a Rengan, quien camina detrás de Jaemin y Daejin, mismos que van tomados de la mano. — NoRim es incluso mayor que tú, RenJun.

—¿Noona? — Cuestiona, de cabello castaño. — NoRim noona.

Y es todo, mi corazón se derrite.

—¿No te molesta si te decimos así, Noona? — Jeno cuestiona a la vez que la sonrisa completa llega a sus ojos. Es astuto.

—¡Para nada! — Respondo. Pero la verdad es que si me afectaría. En sobremanera, si soy sincera. Dos chicos guapos llamándome de tal manera. ¿Que hice bueno en mi vida pasada? — Sin embargo, creo que es mejor que solo se refieran a mí, como NoRim.

—Jaemin se refiere a ti como "NoRim-ah" ¿Cierto? — Renjun mira al chico mencionado y niega. — Bastardo irrespetuoso.

—RenJun. — Jeno le mira severo.

Ciertamente, es hasta entonces cuando doy cuenta que desde que ha llegado, se ha referido a mí de la misma manera. Y no estoy en contra. Cuando éramos más jóvenes, el parecía mi mayor, como si él fuera mi hermano mayor, por ello permitía.

¿Cómo es que recuerda esos pequeños detalles?

—¿Deberíamos subir a todos los juegos? — Pregunta Renjun, evitando la mirada de Jeno. — O la casa embrujada. ¡Es buena idea! ¿Deberíamos?

RenJun ni siquiera espera respuesta, cuando toma mi mano y yo tomo la de Jeno, creando una especie de cadena humana. Jeno al final toma la de Jaemin quien carga a DaeJin con la otra. Eso es realmente peligroso. Pero Renjun no se detiene en lo absoluto. Las personas del lugar nos miran extrañados, a la vez que Jeno estalla en risas y Jaemin se queja, pidiéndole al antes mencionado que lo suelte. Pero es linda la situación. Termina por ser graciosa después de todo.

Cuando estamos frente a la casa de color negro, que por unas bocinas emite una música tenebrosa, es cuando me doy cuenta de que hubiese sido mejor detener a RenJun antes de que se entusiasmara demasiado.

—No iré. — Habla Jaemin. — DaeJin se asustará.

—Miedoso. — Murmura Jeno, mientras frunce sus labios y mira divertido a Jaemin.

—No es miedo. — Habla este. — Es prevención a aceleración cardíaca innecesaria.

—Subirás a la rueda de la fortuna ¿Cierto? — Dae Jin abraza a Jaemin por los hombros y este asiente. — Promételo. — La niña extiende su puño, solo su dedo meñique está extendido. Realmente le está pidiendo que lo prometa.

Jaemin enlaza su dedo con el de la pequeña y esta le sonríe.

—Entremos. — RenJun nos toma de las manos a Jeno y a mi. Es increíble, ¿cómo es que tiene tanta fuerza, cuando parece más un fideo?

Nuestra entrada es pagada por él y nos dan indicaciones. Sé que terminare golpeando a alguien si me irrito demasiado con las personas que se supone que deben asustarnos.