CAP. 1- ¡De viaje!

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Lucy Heartfilia estaba sudando.

El cabello rubio le caía por la cara y los hombros mientras sus brazos y piernas temblaban del esfuerzo. Soltó un gemido cuando los músculos se quejaron.

A Natsu Dragneel se le había quedado el flequillo pegado a la frente por el sudor. Su piel brillaba de la humedad y su cuerpo, al igual que el de Lucy, se estremecía.

La miró por el rabillo del ojo y, como siempre, Lucy se maravilló del magnífico color esmeralda de sus iris.

— ¿No... no puedes aguantar más? –tanteó el terreno intentando provocar a la rubia.

— Más te gustaría –jadeó Lucy–. Ríndete, la victoria es mía.

— ¡Jamás!

Gray Fullbuster se golpeó la frente con la mano. Sentado a horcajadas en su asiento del tren, le echó un vistazo al cronómetro que tenía en la mano. Natsu y Lucy llevaban 10 minutos haciendo una competición de abdominales, y ninguno tenía el más mínimo interés en perder.

— Ejem, chicos, ¿les queda mucho?

— En cuanto se rinda Luce habremos terminado –Natsu hizo otra abdominada.

— Tú caerás primero, Rosita –Lucy respondió con renovadas fuerzas.

— En tus sueños, Rubita.

— ¡¡¡ORRAAAAA!!!

— ¡¡¡ORRAAAAAAA!!!

— ¡¡¡ORRAAAAAAAAAAA~!!!

¡CHICOS, DÉJENSE YA DE SER TAN COMPETITIVOS! –rugió Erza de pronto y, de la sorpresa, la pareja deportiva perdió el equilibrio y cayó de lado.

— ¡Arg!

— ¡Ouch!

Lucy se frotó el trasero dolorido y Natsu el cuello. Empezaron a levantarse, el tren se bamboleó al pasar por una zona de baches y ambos dieron con sus huesos en el suelo otra vez.

— ¡ARG!

— ¡OUCH!

— Dejen de quejarse –dijo Juvia distraídamente. Se quitó un pelo de su polera y sonrió hacia Erza–. Jaque al rey. Es tu turno, Titania.

— Oh, Lockser, no quisiste hacer eso...

Levy se inclinó hacia Erza y comenzó a cuchichearle una posible jugada. Se detuvo bruscamente cuando una espada de hielo se paró a dos centímetros de sus labios.

— No vale hacer trampas –le advirtió Gray y Erza soltó un bufido.

— No es hacer trampas... Solo poníamos ideas en común.

— Eso es trampa.

— Bah, aburrido...

Natsu y Lucy se levantaron del suelo con los músculos agarrotados y doloridos. Se dirigieron a los asientos del vagón que les correspondía empujándose y rozándose suavemente por el hombro.

¿Que qué hacían en un tren, se preguntarán?

Fácil; Gray Fullbuster, Erza Scarlet, Lucy Heartfilia, Natsu Dragneel, Juvia Lockser y Levy McGarden habían conseguido una nota más allá del excelente en un examen de «Hechizos y maleficios II». Tuvieron una calificación tan alta que los profesores se pusieron en contacto con la principal escuela de Fairy Tail: «Fairy Heart», ganando una beca por un año... ¡y vivienda gratuita en la residencia!

(N/a: qué evento más favorable para empezar una historia, ¿no? Xd)

Habían pasado cinco meses desde el incidente del laberinto y los chicos apenas habían cambiado desde entonces. Erza se había cortado el pelo a media melena y se lo había dejado más corto por detrás que por delante. Ella decía que era por hacerse un "nuevo look", pero Lucy había escuchado rumores inquietantes de que se había metido en líos con la policía y necesitaba cambiar de imagen.

Juvia, por el contrario, se había aficionado a hacerse trenzas para recogerse el largo cabello ondulado que ya le llegaba por la cintura. Gray solía entretenerse en agitar la trenza de un lado a otro, lo que la ponía de los nervios. Levy seguía siendo bajita, pero era la más madura del grupo con diferencia. Gajeel y ella tuvieron una emotiva despedida en el andén, y Lucy no supo diferenciar quién consolaba a quién. Ambos lloraban por igual.

Lucy se había hecho más fuerte. Mucho más fuerte. Había entrenado en serio hasta que dejó los instrumentos del gimnasio de la mansión Dragneel desgastados. Natsu la acompañó en el 40% de su entrenamiento, y habían desarrollado los dos una relación de competitividad y amistad que los acercó aún más.

Lo miró dormir por el rabillo del ojo. Levy había tenido el acierto en el último segundo de ponerle un hechizo anti-mareo que le enseñó Wendy, y era la razón por la que Natsu podía moverse y hablar con normalidad. Su mirada bajó sin poder evitarlo desde sus ojos cerrados hacia sus labios... y apartó la vista, incómoda.

Se habían hecho más cercanos, sí, aunque su relación seguía sin ser nada oficial.

Tardó días en reunir el valor para preguntarle a Natsu que por qué le había besado.

— Porque quise. ¿Necesito una razón para hacerlo? –respondió él tranquilamente–. ¿Qué ocurre? ¿Quieres otro?

Ella le lanzó un cojín a la cara y salió del salón con las mejillas ardiendo.

¿Eso significaba que, si le apetecía besar a otra chica cualquiera, lo haría también? ¿Lo de Lucy no fue especial? No sé, con un significado tipo: «Me gustas».

Ella se incomodaba muchísimo en los entrenamientos al verle sin camiseta, pero Natsu no parecía nada interesado en verla con su top deportivo.

Lucy se revolvió el cabello con las manos. ¡Ya estaba el torbellino de pensamientos otra vez!

Notó un cosquilleo en el labio inferior y lo tocó con el dedo; sí, ahí estaba la pequeña cicatriz que Natsu le había dejado para marcarla como "suya". Se volvió a sonrojar con fuerza y le pegó una patada al asiento vacío de delante chillando internamente.

¡¿POR QUÉ LOS CHICOS TENÍAN QUE SER TAN COMPLICADOS?!

¡Y luego decían de las mujeres!

Levy asomó la cabeza desde dos filas más adelante, extrañada.

— ¿Lu-chan?, ¿pasa algo?

Ella hizo una mueca.

— Los chicos son imbéciles. Eso es lo que pasa.

Cualquiera se hubiera sentido extrañado, pero Levy solo asintió de acuerdo; al fin y al cabo, ella también tenía una relación con un Dragon Slayer.

Lucy se dejó caer contra el respaldo de su asiento, exhausta. Aún les quedaban un par de horas para llegar a la ciudad.

Pinchó suavemente la mejilla de Natsu. El chico se removió en sueños, pero no se despertó.

— Anda y date cuenta de mis sentimientos, bobo –le susurró, aunque él no la escuchó. Soltó un suspiro y se acurrucó contra él para dormir.

Le gustaba su olor.















































¡Jelou, beibis!

¿Me echaron de menos? 7u7

(No lo nieguen, sé que pensaron mal al principio del cap 🌚)

¡Bienvenidos sean a la secuela de «Esa es mi niñera»!

Gracias por seguir conmigo. Les adoro.

Y ahora... ¡Prepárense para más salseo con sus parejas favoritas!

Con amor,

Elayne Dragneel xoxo 💛.

Ese es mi Imbécil ||Nalu|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora