Ese es mi Imbécil ||Nalu||

CAP. 10- Se prendió esta wea...

Él sonrió tan ampliamente que Lucy sintió una punzada en el corazón.

— Eso tiene arreglo –susurró, y tiró de su barbilla hasta que sus labios se juntaron más y más...

Durante un instante el tiempo se detuvo, y Lucy aprovechó para disfrutar de la sensación de la cercanía de Natsu. No podía evitar la terrible sensación de que el universo enviaría cualquier desgracia, persona, animal o catástrofe natural que les arruinaría el momento. Quién sabe, con su suerte podía haber un terremoto, por el cual ellos acabarían aplastados por los terriblemente aburridos libros del profesor y el armario entraría en combustión espontánea. También podría caer una lluvia de...

Los labios de Natsu juntándose con los suyos derritieron totalmente su negatividad.

Eran suaves, mucho más suaves de lo que recordaba. Un estallido de sensaciones brotaron desde la boca de su estómago e hizo que su cerebro flotara en una nube de felicidad cuando Natsu comenzó a acariciar su nuca con los dedos. Al darse cuenta de que Natsu la tocaba con infinito cuidado y que sus labios estaban apoyados con demasiada suavidad, Lucy supuso que era porque estaba preocupando de que pudiera estropear algo.

¿Natsu estaba siendo cuidadoso por primera vez en su vida y era ahora? El pensamiento le hizo gracia.

« Solo dame duro contra el muro, pap... »

Apretó una mano mental para silenciar su voz interior.

Cogió el rostro de Natsu con ambas manos y lo pegó más al suyo, profundizando el beso. En ese momento sintió a Natsu mandar a paseo su precaución cuando pasó la mano por su cintura y la acercó más a su cuerpo. Enredó su mano en los mechones rebeldes de su rosado cabello y lo besó con urgencia, siendo correspondida inmediatamente por él.

« Podría fácilmente convertirse en una droga. »

Se separaron cuando no quedaba un resquicio de oxígeno en sus pulmones. Se miraron, jadeantes. Lucy se tocó el labio con un dedo y lo miró; se había clavado un colmillo de Natsu y ni lo había notado. Con vapor saliendo de su piel, Natsu se limpió las comisuras de la boca y la observó sin apartar las manos de su enjuta cintura.

— ¿Por qué mierdas tardé tanto en hacer esto? –jadeó con los ojos tiernos.

Ella pasó los brazos por sus hombros y sonrió, juguetona.

— Porque... –hizo cosquillas con su nariz en el cuello de Natsu, subió hasta la barbilla y pegó su frente a la suya. Estaba caliente, pero le daba igual–... eres un imbécil. Y ahora... –Lucy enterró su vergüenza en lo más profundo de su conciencia y acarició el fuerte pecho de Natsu, sintiendo los fuertes y trabajados músculos que se escondían bajo la tela–... guarda silencio.

— Sí, señora –ronroneó él volviendo a unir sus labios con deseo.

Se sintió incluso mejor que la primera vez. Sus bocas se movían al compás y sus dedos recorrían el cuello, la clavícula y su espalda con suavidad. Suspiró contra sus labios cuando sus cálidas manos encontraron el borde de su camisa y rozaron su piel desnuda. Natsu había comenzado a besarla con más fuerza todavía cuando Lucy lo separó de golpe.

— ¿Qué ocurre? –gimió contrariado.

— ¿No te huele raro?

— No, ven aquí...

La cogió de la barbilla con ansia de sus labios y ella casi se perdió en la tentación cuando le enganchó el labio inferior con los dientes. No podía disfrutar de la sensación al 100% porque algo en su cerebro le estaba dando golpecito insistentes, algo relacionado con...

— Humo... ¡Huele a humo! –gritó entonces y sacudió a Natsu. Detrás de él, las hojas de los libros más cercanos habían empezado a prenderse.

— Ups, quizás me emocioné –comentó él con toda tranquilidad.

Ella le dio un golpe.

— ¡Tenemos que salir de aquí!

— Cálmate, solo es fuego.

Le lanzó una mirada asesina. Natsu levantó las manos en son de paz, se giró y pellizcó las llamas con los dedos para después llevárselas a la boca. Se relamió y sacudió algunas cenizas que quedaron en su sudadera.

— Listo. Sigamos, por favor –se echó sobre ella y atrapó su boca, divertido. Ella usó todo su autocontrol para no seguirle el juego y se separó despacio.

— Mejor continuamos cuando salgamos de aquí, ya sabes, en un lugar menos inflamable. –señaló el techo y las paredes de madera y los libros que restaban en la estantería.

Natsu resopló y se cruzó de brazos, insatisfecho.

— Podría comerte ahora mismo, Heartfilia.

— Te golpearía si lo intentaras –respondió ella, aunque su sonrisa la delataba.

El calor ya no le molestaba. Tomó a Natsu del antebrazo y le dio un par de besitos por el cuello. Entrelazó sus manos y se quedaron mirando a los ojos, prendidos de la mirada del otro.

— La próxima vez controla tu fuego, Dragneel –susurró Lucy a modo de regaño. Natsu depositó un fugaz beso en sus manos entrelazadas.

— ¿Habrá una próxima vez?

— Puede.

— Espero que sí, porque eres muy ardiente.

Ella puso los ojos en blanco.

— Eso ha sido pésimo.

— Prendiste la chispa entre nosotros con tus besos.

— Vale, eso fue aún peor.

— Venga, ardía en deseos de soltar esa broma.

— Oh, por favor...

Natsu la abrazó y gritó al techo:

— ¡No ignores el fuego de mi pasión!

— Como sigas así te pegaré.

— Se encendió esta wea...

Lucy prorrumpió en carcajadas sin poder evitarlo y pronto Natsu la secundó, acabando los dos riéndose como unos idiotas encerrados en un armario minúsculo en el fondo del aula. Y así los encontró la limpiadora cuando abrió la puerta del habitáculo, alarmada por el olor a humo y las risas de maníaco que salían de él.

Se apartó de la entrada para dejarlos salir y negó con la cabeza nada sorprendida; en aquella escuela había visto tantas cosas, pero TANTAS que valdría para escribir un libro de pesadillas y hacerse rica.

La experiencia hace al maestro, dicen, y esa señora entrada en sus años ya se veía a venir, con un solo vistazo, que aquella pareja iba a revolucionar la universidad.

Les tengo mimados, ¿eh?

7u7

A lot of actualizaciones en muy poco tiempo wooooohooo

Pensé que sería muy malvada si les dejara con la intriga una semana xdd

COMO SEA, se prendió esta mierda.

Al fin Nalu del bueno, y el de calidad [inserte aquí emoji de la mano italiana]

CALITAD PARA LOS PALADARES MÁS EXQUISITOS, SEÑORES.

Vale, ya me callo. Nos vemos pronto,

Elayne Dragneel xoxo 💛