POV Flor
El motor de aquel auto se detuvo frente aquel grande edificio. Sabía que estaba nerviosa, lo notaba en sus gestos, en sus acciones, en su forma de respirar… le preocupaba cómo iban a seguir las cosas de ahí en adelante… y debo confesar que a mí también. Amo a Jazmín, la amo y sé que ella siente algo muy parecido por mí ¿Pero el amor será suficiente?
¿Esto que tenemos será suficiente como para romper esas grandes barreras que nosotras mismas hemos creado? ¿Será suficiente como para sacar a Elena de su mente? Sabía perfectamente que ella estaba dividida entre las dos. Elena… su pasado y yo su presente ¿Pero quién sería su futuro?
-Ey, ¿en qué te quedaste pensado?- dijo mirándome atenta
-No, no, perdón. Es que me quedé colgada- me justifiqué con una sonrisa
-¿Nerviosa?- noté por su voz que ella si lo estaba
-Un poco… ¿Vos?-
-Mucho- confesó con una sonrisa –Pero sé que mientras estés vos no me va a pasar nada… Solo es un simple día de trabajo ¿O no?-
-Obvio- admití aferrándome a su mano
Salimos del auto y nos encaminamos hacia el edificio. Jaz saludó a los de seguridad y subimos en el ascensor. No sabía si era solo impresión mía pero me sentía observada constantemente. Como si todos los presentes pudieran entrar en nuestra mente y ver lo que habíamos hecho ayer… y hoy.
El ascensor se abrió y Jaz me dejó pasar primero, para luego entrar ella. Presionó nuestro piso y noté cómo me observaba de forma pícara por los cristales del ascensor.
-¿Qué me miras?- dije risueña
-Nada, que recién me he acordado de algo- sonrió de medio lado
-¿De qué?-
-De la primera vez que estuvimos juntas en un ascensor- suspiré al recordar ese preciso momento… su olor, sus curvas… esa había sido la primera vez que había visto a Jazmín del Río como una mujer realmente deseable. Fue el primer indicio de mi locura por ella -¿Lo recuerdas?-
-¿Cómo olvidarlo?- sonreí
Sí, yo tampoco lo he olvidado… ¿Recuerdas lo que te dije?- pícara
-¿Él qué?- confundida
-Que no tuvieras miedo… que no te iba a violar en el ascensor… ya sabes la típica escena del ascensor-Flashback:
-Tranquila, no te voy a violar ni nada- dijo con una pequeña pero muy que diminuta sonrisa
Yo abrí los ojos. Su comentario me ponía más nerviosa que la mismísima situación de estar encerrada con ella en el mismo ascensor
-No, no, ¿Qué dices?- nerviosa
Su sonrisa se hizo más amplia
-Sí, debes pensar que soy la típica jefa lesbiana que se tira a sus estudiantes- dijo cruzándose de brazos y sin mirarme –Y que esta es la escena típica del ascensor, en la que te robo un beso a la fuerza y te fuerzo sin que nadie nos viera-
Me quedé con la boca abierta, no sabía que decir, pero sin duda eso no era lo que estaba pensando. No sé por qué pero el hecho de que ella le gustarán las mujeres o no me daba igual.
Podía notar que solo estaba fastidiándome, pero igualmente me hizo sentir muy nerviosa
-Vamos al sótano que es donde están los almacenes- dijo ella al notar que no decía nada
….
-Sí, lo recuerdo. ¿Qué pasa con eso?-
-Pues que aquella vez te dije que no tuvieras miedo… pero ahora- dijo y sin más presionó el botón del stop
-Jaz, ¿Qué haces?- dije confundida, aunque el fondo sabía muy bien cuáles eran sus intenciones
Sus ojos completamente oscuros y llenos de lujuria me confirmaron mi pensamiento. Ella me deseaba… me deseaba justo ahí y en ese momento. Sentí mi cuerpo vibrar de arriba debajo de solo imaginarme lo que podría hacer conmigo en aquella cuatro paredes.
-¿Nunca has hecho el amor en un ascensor, señorita Estrella?- murmuró una vez cerca de mí con una voz que solo había escuchado en una ocasión: Cuando la tuve en mis brazos –Yo tampoco, pero me muero por hacerlo… con vos- y sin más ataco mis labios de la manera más salvaje posible
Ese beso no tenía una gota de delicadeza ni pudor, pero sin embargo era el más placentero de mi vida. Sentía que podía acabar solamente con la sensación de su lengua jugando con la mía, pero supe que necesitaba más al sentir sus manos aferrarse en mis muslos, y comenzar a subir mi apretado vestido
-Jaz…. Nos van a ver- susurré con la última gota de cordura que me quedaba, mientras sentía su respiración agitada sobre mi cuello
-Shhh… nadie va a ver nada- y apartándose un poco de mi cuerpo se alzó y giró de forma ágil la pequeña y barata cámara de seguridad, para luego volver a atacar mi cuerpo
-Ahh- gemí al sentir como se apoderaba de uno de mis pechos
-No sabes cuánto tiempo he soñado con hacerte el amor así… en este lugar…-
-¿Aquí?- dije como pude
-Sí, he fantaseado con hacerte el amor en cada lugar que ni te imaginas… quiero cogerte, Florencia, Quiero cogerte como nunca nadie lo ha hecho- susurró contra mis labios y sin más me dio la vuelta
Pegó su cuerpo contra mi trasero, haciendo movimientos casi inconscientes contra él. Sujetó con fuerza mi pelo y lo corrió hacia un lado para dejar libre mi delicado cuello, el cuál no dudó en chupar con fuerza
-Mierda… es perfecta- murmuró observando su obra de arte. Seguramente había dejado una gran marca en esa zona.
-Estás loca- reí bastante excitada
-Sí, pero por vos, Flor- y volvió a besar mi cuello, pero de una forma más delicada.
Lamía, mordía, besaba esa zona de mi cuello y hombros con dedicación. Se estaba volviendo loca y yo también con cada gemido o jadeo que salía de su boca.
Sus manos llevaron las mías contra la pared de aquel ascensor y las presionaron con fuerza, como fijándolas a ese sitio.
Luego comenzó a explorar mi cuerpo hasta llegar hacia mi vestido, el cual ya estaba subido hacia mis caderas. Lo subió un poco más y dejó bien al descubierto mi trasero, el cual masajeó a su gusto. Lo abrió y lo cerraba como si estuviera jugando con él… y lo hacía, pero ese era un juego lleno de fuego y lujuria.
Gemí en alto al sentir su boca sobre una de mis nalgas, mordiéndola con fuerza, y chupándola
-Son perfectas- no la pude ver pero sabía que estaba sonriendo
-Eso lo dices porque no has visto las tuyas- confesé apoyando la cabeza sobre la pared, tratando de controlar mi excitación
-¿Ah sí? ¿Te gusta mi trasero?- dijo con un tono jocoso
-Me encanta-
-Mmm… es bueno saberlo. Quizás la próxima vez te dé un poco en la vena del gusto, dijo Jaz y sin más se volvió a incorporar – Pero ahora me toca a mí- y sus dedos se enredaron en el borde de mis bragas, bajándolas bajo su atenta mirada
Una vez libre de esa prenda, sentí los dedos de Jaz comenzar a acariciar mi zona con agilidad. Acariciaba mi clítoris, y jugaba con mi entrada, hasta que de una introdujo dos dedos en mi interior, haciéndome perder la cordura.
Se sentía tan bien tenerla dentro de mí que sentía que mis ojos se ponían en blanco ante tanto placer. Gemidos que mutaban casi a gritos salían de mi boca, mientras sus dedos seguían bombeando en mi interior. Me aferré a la pared con el objetivo de no caer al sentir mis piernas flaquear, mientras ella mordía el lóbulo de mi oreja de una manera extremadamente sexy.
-Dios, Flor… eres… eres mi perdición- dijo con la respiración entrecortada y sentí como su cuerpo se tensó detrás de mí… acaba de tener un orgasmo sin ni siquiera haberla tocado –Me estás volviendo loca, Florencia-
-Vos a mí también, Jaz… Ahhh-
Afuera y adentro, el sonido de sus dedos penetrándome de manera feroz me estaba volviendo loca, y muy pronto sentí mi cuerpo desvanecerse en el más delicioso orgasmo.
Una vez más calmada mi respiración me volteé para encontrarme a Jazmín observando sus dedos embarrados de mí con lujuria. Los examinaba con la mirada oscura y deseosa. Deseé que los lamiera, pero cuando estaba a punto de hacerlo se detuvo y se acercó a mí
-Lámelos- ordenó con su voz de chica dura que tanto me hacía flaquear –Lame para mí, Flor-
La miré con una sonrisa pícara y sin apartar la mirada de su cara comencé a lamer sus dedos, probándome a mí misma en ellos… y de paso dándole un espectáculo a Jazmín, el cual le sería difícil de olvidar
-¿Qué me haces, Flor?- dijo con la voz llena de excitación y sin apartar la mirada de mi boca
-Lo que usted quiera, señorita del Río… estoy bajo sus órdenes- dije sacando mi lado más pervertido
Ella río nerviosa y tras arreglarse un poco la ropa, se alejó de mi cuerpo con una sonrisa –Será mejor que salgamos de acá… por tu propio bien-
-No te temo, Jazmín…- dijo sugerente
-Deberías hacerlo, Florencia… deberías hacerlo… no tienes idea de lo insaciable que puedo ser-
-Lo mismo digo- y comencé a arreglarme el vestido
-Será una semana interesante- presionó el botón para echar andar el ascensor –Muy interesante…-
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Labios Compartidos (Flozmín)
Fiksi PenggemarEl amor es el sentimiento más loco del mundo. Hace que comentamos locuras y nos olvidemos de lo qué es correcto o lo que no. Cuando encontramos a esa persona que nos hace perder la cabeza lo sabemos en el instante, pero... Qué pasa cuando esa person...