veintitres

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Cuando el viento sopla

El viaje tardó muchísimo. Tuvieron tiempo de disfrutarse. Millie consideraba a la familia de Sebas también su familia, la hacían sentir como en casa como si ella hubiera nacido en esa familia

El avión aterrizó y cuando pisaron el aeropuerto de Colombia fueron a desayunar, Sebastián los invitó así que los fotografos aprovechaban para sacarles fotos. Los padres de Sebas iban abrazados y Millie y él iban tomados de la mano. Fueron a desayunar en un ambiente armonioso, tranquilo y hermoso

—¿Han pensado algún nombre para esa pequeña flor? —pregunto emocionado el padre de Sebastián

—No, recién estamos cayendo con todo esto —comento Sebas acariciando su nuca y sonriendo

—Flor —murmuró Millie y Sebas lo miro

—Me niego a ponerle Flor a mi hija —comento Sebas y Millie sonrió mientras lo besaba y él la acobijaba en su pecho —Flor no Millie, no.

—No pero por ejemplo, puede ser Magnolia, significa flor blanca —sonrió —Jazmín, Rosa..

—Amor, no te ofendas pero quisiera nombres religiosos —murmuró Sebas y Millie sonrió —Perdón

—Bebé, tú también puedes opinar —sonrió y Maria Adelaida sonrió complice —Pero yo soy la que la lleva dentro, la que engorda, la que sufre todo cambió hormonal, la que orina cada dos segundos... Merezco lo que deseo

Sebas sonrió abrazandola

—No te servirá hacer psicología inversa conmigo mi amor —comenzó a reir —Y usted ma, no se ponga de el lado de ella

—Bueno a ver hijo mío pero es que esta pobre muchacha sufre todo eso que ella dijo

—Lo sé, yo no dije que no ma, pero no quiero que mi hija lleve nombre de una flor —comentó él mirando fijamente a su madre y su padre levanto la mano

—Sebitas, sebitas... Le voy a enseñar una cosa que le servira para toda la vida —apunto con un dedo el hombre —Con las mujeres no se hace frente hijo querido, usted acepte todo

—Escucha a tu padre

—Le voy a enseñar un dicho muy verdadero muchacho —hablo Aníbal —Más sabe el diablo por viejo que por diablo

—Bueno amor, dime tres nombres que te gusten y yo elegiré, tú decidirás el nombre de nuestra bebe —sonrió Millie y Maria Adelaida la miro con la boca abierta

—Hijo mío Dios te ha bendecido con una hermosa, talentosa, humilde y muy buena mujer —grito la madre de Sebas juntando sus manos y todos rieron

—Si porque tu madre en su vida me hubiera dejado decidir sus nombres, así que hijo, decide con mucha sabiduria

—Esta bien —miro a Millie y se quedo pensando —Veronica, Magdalena, Guadalupe...—cerro un ojo —Belén y  Ada

—Bueno, solo eran tres, Me gusta Magdalena, Ada y Guadalupe.

—Magdalena —murmuró y sus ojos brillaron. Millie sonrió y lo beso.

Maria Adelaida y Aníbal se quedaron mirando la escena totalmente enamorados de esa hermosa pareja y todos los que estaban allí.
Cuando salieron habían muchas chicas esperando poder sacarse fotos con ambos y poder abrazarlos. Pero los guardias no los dejaban

—Santiago, dejalos —comento Sebas y se acercó a la gente. Millie sonrío y se acercó también con él —Hola muchachas. ¿Como han comenzado el día? —pregunto y todas comenzaron a gritar mientras Millie sonreía —Esta bien, esta bien pero ya no griten.

 ∂éנαмє ιя -Sebastián Yatra-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora