Me dijeron ve por todo y fui por ti
Luego de dos horas allí, en la misma posición, llorando, Sebas sin ver el rostro de Millie, se durmió y ella también, o eso creyó, por que luego de una hora más un enfermero ingreso
—Señor Yatra, necesitamos controlarla —comento el enfermero y Sebas se levanto asustado, se paró rápidamente de la cama, resfregando su rostro humedo por tanto llorar. El enfermero sonrió y costeo la cama —Señorita Millie, vamos a administrar liq... —abrió sus ojos y corrió hasta un boton rojo del lado de la cama —¡código azul, repito, código azul, necesito un cardiólogo urgente!
Sebas abrió sus ojos y su cara era de susto por completo
—¿Que esta sucediendo?
—Esta teniendo una crisis asmatica —respondió rápidamente acomodando el cuerpo de la rubia y bajando la cama, Sebas se alejó rápidamente y entraron muchisimos médicos rápidamente
—¡Saquenlo de aquí! —grito la médica y un enfermero se acerco a Sebas
—No, no —grito él —¡Millie no te me mueras por favor!
—No puede estar aquí, salga —comento el enfermero sacando a Sebas
Los doctores intubaron a Millie y la cardiologa miro a todos
—Hay que llevarla a quirófano —hablo rápidamente
Todos estaban fuera de la sala de Millie, Sebas tomando su cabello desesperadamente, era increible todo lo que le estaba pasando a su bebé.
Esperaron horas, horas interminables, horas horrorosas para cada uno de ellos. Marlene se refugiaba en Dan, Maybi en Matt aunque cruzaba miradas con Drew a veces.
—Entro en paro doctora —susurró un residente
—¡Rápido! —grito la doctora —Desfibrilador interno, administra seis miligramos de adipomatricina —le pasaron las paletas —¡No te mueras en mis brazos Millie! ¡No ahora! Aumenten descargas —grito insertando el desfribilador en las paredes de la cavidad toracica costeando el corazón de la rubia
—¿Me voy a morir? —murmuró Millie mirandose en la cama de quirófano, sus ojos llenos de lágrimas. Se miro entera ella y después miró a la Millie de la cama, pálida con labios morados, ojeras —Parezco un cadaver —murmuró. Estaba intubadada, era más grave de lo que pensaba. Se acerco a la mesa y la doctora se quedo mirando el cuerpo —¡Correte si no vas a hacer nada por salvarme! —grito la rubia, había estudiado dos años de médicina y por las giras no pudo continuar pero su promedio de nueve punto nueve ayudaba en esta ocasión aúnque ella solo fuera alma —¡Hazme masajes cardiacos!
—Doctora... —susurró el residente
—Tiene que funcionar, tantas descargas le haran daño —susurró y Millie la miro
—¡Correte si no vas hacer nada! —gruño mirandola —Te voy a golpear si no te mueves —se volvió a mirar, se colocó dos guantes y comenzo a masajear su corazón —¡Vamos nena, necesito que vuelvas!
Millie dejó de masajear su corazón y se quedo mirando el monitor, dos segundos después hubo latidos, todos comenzaron a aplaudir y a festejar, Millie secó la transpiración de su frente y descartó sus guantes, se acercó a la doctora quien aún miraba el monitor cardiáco
—No sonría doctora, que si fuera por usted yo ya estaría muerta —murmuró en su oído
—Muy bien equipo, eso es —grito la señora y Millie salió al pasillo
—No puede ser que esto me este sucediendo —murmuró tomando su cabello, apareció en un pasillo.
Estaba ella sentada a su lado estaba Kendall, ambos abrazados llorando. Recordaba esa ropa, el día que murió Aidan, él falleció en su casa, en sus brazos, posteriormente había vomitado sangre en su remera. Por eso ella estaba llena de sangre.
A su lado estaban los padres de Kendall y toda la familia de Millie. Ella cerro los ojos llenos de lágrimas, los paso sin mirarlos
—Esto no es real, esto no es real, esto no es real —susurró ella y miro hacia un cuarto, allí estaba Aidan, sentando en una camilla y ella no dudo en acercarse —Mi amor
—Tienes miedo mamí —susurró el niño y ella comenzo a llorar, se colocó entre sus piernas y lo abrazó, fue un abrazo que parecía tan real, tan llenó de sentimientos de extrañar y de amor puro. Ella comenzó a llorar y él le secó las lágrimas —Estas bien mamá —él le acarició su rostro —Me encanta Sebas
Ella sollozó y secó sus lágrimas, colocó su cabello detrás de sus orejas y beso el rostro del niño
— ¿Si? —sonrió —Él es muy bueno, apuesto que te encantaría pasar tiempo con él y él contigo
—Yo siempre lo veo, es muy bueno —sonrió meceando sus piernitas y Millie sonrió —Vi como cargó a mi hermanita, él la amaba mucho
—¿Cuidarás a tu hermanita? —sollozó
—Como un buen hermano mayor —sonrió orgulloso —Te amo —la abrazó y Millie sonrió enamorada abrazando a su hijo quien se desvaneció en un segundo, ella se alejó de esa silla vacía y caminó hasta la puerta de salida
—Te amo mi amor, descansa en paz —susurró cerrando la puerta y caminando por el largo pasillo. A unos metros se encontró con un hombre de espaldas con una carriola doble, Millie fue acercandose a él despació y lo miro atentamente —¿Tomy?
—Hermana. No deberías estar aquí —sonrió el muchacho que sostenía a un bebé en sus brazos mirandolo con mucho amor. Millie miro asustada la carriola, dentro estaba su bebé, su Kevin, ella se agachó a mirarlo fijamente
—Mi amor —susurró acariciando el rostro del bebé quien sonrió
—¿Viste que hermoso que es? —sonrió y ella miro a su hermano —Yo la cuidare bien, como he cuidado de Aidan y de Kev
—Gracias hermano —susurró ella con lágrimas en sus ojos —Te extraño... Los extraño
—Nosotros a tí —murmuró acariciando la carita de la bebé en sus brazos —Es hermosa, es igual a Sebas pero tiene rasgos de tí —sonrió enamorado
—¿Conoces a Sebas?
—Es el hombre que amas, debo concocerlo —sonrió y miro a su hermana —¿Quieres conocerla?
Millie comenzo a llorar y asintió, su hermano depositó a Maggie sobre sus brazos, ella acarició el rostro de la bebé y la atrajó a su pecho
—Mamí te ama demasiado —sollozó —Eres hermosa mi amor —ella le llenó el rostro el rostro de besos desesperados
—Yo la cuidaré —sonrió y ella lo miró
—Te extraño
—Puedes ir a ver a Sebas hermana, pero debes regresar, tú no te puedes quedar aquí por que tienes a alguien que te espera allá fuera —susurró él viendo como su hermana miraba a su pequeña hija y hamacaba a la carriola del bebé mientras cuidaba de ambos niños —¿Me escuchaste Millie?
—Si hermano
—Entonces un segundo más y ve a ver a Sebas
Millie sonrió enamorada de sus dos hijos, le dio a su hermano a Maggie y cargó a su hijo
—Hola mi amor —el niño comenzó a llorar —Te amo bebé, mamí esta aquí y no planea volver
ESTÁS LEYENDO
∂éנαмє ιя -Sebastián Yatra-.
Rastgele"Debo ir a casa. y tú Sebas, no eres bienvenido, no quiero que seas bienvenido. Mi hogar esta lejos de aquí, allí es mi lugar en el mundo. El tuyo no es ahí, pero te extrañaré bebé ".