Amen, así sin tilde
Millie levantó un poco su mano en forma de saludo y él hizó una sonrisa torcida caminando más rápido a la cama, le acarició el cabello sucio y lo hizo de una forma despació, como si la rubia fuera a romperse en mil pedazos o como si fuera a desvanecerse entre sus dedos.
Ella cerró sus ojos dando a entender que le gustaba el tacto de él en su cabello
—Millie —susurró besando su frente y sentandose a su lado —¿Que sientes mi amor?
—No quiero —murmuró y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Ella trago saliva, como si hablar le costará demasiado —Que este más... —sollozo y cerro sus ojos como si hasta eso le doliera —Dentro
—Mi amor —la voz le tembló a más no poder y comenzó a llorar
—Quiero que la saquen —sollozó fuerte y cerro sus ojos, le dolía fisica, mental y emocionalmente —¡Saquenla, sanquenla! —grito desesperadamente y Sebas sollozó —¡Saquenla de mi! —grito pero su grito era sin fuerzas —Por favor —lloró desgarradoramente agarrando las sabanas de la cama blanca y fría
—Lo haran —sollozó él y ella cerro sus ojos —Lo haran
—Ella... No está aquí, no esta aquí —susurró en medio del llanto
Era un milagro que Millie estuviera allí vivia, con voz, con motricidad, con movimiento... Ambos se tranquilizaron, Sebas comenzo a cantar una canción al oído de la rubia quien inconcientemente se durmió. Eso la tranquilizó. Sebas se durmió en las manos de ella, apoyando su cabeza.
Despertó con los ojos duros por tanto llorar, unas manos débiles acariciaban sus cabellos y aúnque ese tacto era débil y lograba acariciar pocos cabellos fue suficiente para que Sebas despertará. Se levantó, resfregó sus ojos pegados por lágrimas y miro a la rubia
—¿Que duele mi amor? —pregunto rápido y desesperado acercando a la frente de ella y depositando un beso en ella —¿Quieres algo?
—S... —susurró tragando, le dolía —ed
—¿Tienes sed? —preguntó y ella asintió, fue leve movimiento pero él entendió. Corrió hacia afuera y busco a su madre, le dio dinero y espero que ella le trajera una botella de agua con un popete, volvió con Millie a la habitación, logró levantarle la cabeza con una almohada, para que no se ahogara y le dio de beber, lenta y cuidadosamente —Ahí esta mi amor, muy bien —dijó él dejando la botella sobre la mesa de noche
Ella como pudo tomo despació la mano de él. Sebas la observo y suspiró. Estaban preparados
Sebas avisó a la doctora y volvió a la habitación con Millie, se colocó a la cabeza de la rubia y la lleno de besos dulces y de caricias delicadas como si fuera a romperse.
El silenció era uno de sus mejores amigos en ese momento, ninguno de los deseaba hablar de absolutamente nada, no proyectaban un futuro, no podían ver el lado bueno a nada. Un enfermeró entro a la sala y Millie quiso alejarse
—Tranquila amor
—Lo que le colocare por medio de sonda es la epidural en medicamento sub administrado —comentó el enfermero —Y le administrare una dosis de morfina para que los dolores sean disminuidos mediante el parto señorita
—¿Y la sonda para que?
—Es similar a la sonda Foley, ayudará al cuello úterino para que este se abra
Sebas asintió, el enfermero se marcho de allí y ellos se quedaron dos horas solos, Millie se volvió a dormir y Sebas se quedo allí mirandola, cuidandola, tenía miedo de cerrar sus ojos y que algo le sucediera.
—Señorita —habló Sebastián acercandose a la recepcionista —Ari Tamis —tragó en seco —Quiero saber como esta
—Señor Yatra..
—Si, se que no me pueden dar esa información pero necesito —rogó —Necesito por favor saber como esta ella
La recepcionista miro a Sebastián, se lo notaba triste y decaído. Quizás lo menos que podía hacer por él era decirle como estaba la niña
—La niña está hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos en estado crítico
—¿Fuera de peligro? —Preguntó él desesperado
—Fue intervenida quirúrgicamente por una fractura que tiene en su columna vertebral, y salió de la cirugía hace dos horas
—¿Y ella? ¿Como esta?
—No tiene compromiso neurológico y tiene bien la movilidad de sus piernas, pero su columna afecta a su sistema nervioso, esperamos evoluciones en un tiempo largo, no esperamos ni buenas ni malas, solo alguna evolución.
—¡Señor Yatra! —grito la medica y él giro rápidamente
—¡Millie! —grito y corrió dentro de la habitación. Los familiares quisieron entrar pero una enfermera no los dejo —¿Que pasa mi amor?
Ella estaba con sus ojos abiertos y llenos de sufrimiento y dolor
—Señor Yatra, su novia esta en labor de parto —afirmo una medica y un enfermero le paso ropa quirúrgica —Necesito que sea apoyo para ella
—¿Es normal que tenga contracciones? —preguntó él sin entender mucho —Perdón mi ignorancia, pero no hay latidos...
—Es por los medicamentos administrados, son artificiales como quien dice —comento la doctora colocándose guantes
Vistieron a Sebas lo más rápido posible y ayudo a los enfermeros a sentar a Millie sobre la cama con las piernas abiertas. Se notaba que la situacion era fisica y emocionalmente muy difícil y dolorosa.
Colocaron muchas almohadas detrás de la espalda de ella para que Millie pudiera sentarse, ya que por si sola no podía hacerlo—¿Le duele? —murmuró Sebas mirando como Millie sollozaba —¿¡Le duele!? —grito y todos abrieron sus ojos
—Bueno, los medicamentos administrados ayudan a disminuir el dolor, pero si... —susurró la medica —Le duele y demasiado. Tu función aquí es hablarla, acompañarla y apoyarla para que ese dolor disminuya. Ayudanos.
Sebas la miro, Millie cerraba sus ojos llorosos, miro a los doctores y asintió. Le tomo la mano y se colocó a un costado de ella.
—Millie, escuchame —comento la doctora y Sebas apretó su mano para que ella mirara a la doctora —Dolera, dolera mucho, más que un parto común, tu cuerpo esta muy dolorido, pero debemos hacerlo
Ella asintió llorando y Sebas mordía su labio de nervios
—Bien, a mi cuenta, pujaras con todas tus fuerzas —Millie asintió con miedo. Ya había pasado dos partos pero sabía que este era el peor. —Puja
Fue un grito desgarrador, un grito que parecía que rasgaba todo por dentro de Millie.
No podía hacer fuerza, su cuerpo golpeado no lo permita, estaba exigiéndole demasiado.—Bien Millie, puja nuevamente
Sebas no soportaba los gritos de Millie, estaba preocupado y la rubia no paraba de llorar desesperadamente.
Todos afuera estaban preocupados y muchísimo más al sentir los gritos desesperados, como si la estuvieran matando y así se sentía físicamente—Vamos amor, es el último empujón que haras —murmuró él acongojado por sentir sufrir así al amor de su vida
Millie grito por última vez y con esa fuerza mínima que su cuerpo le permitía, expulsó a la bebé.
Gracias por leer mi novela!!! agradecidisima
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∂éנαмє ιя -Sebastián Yatra-.
Random"Debo ir a casa. y tú Sebas, no eres bienvenido, no quiero que seas bienvenido. Mi hogar esta lejos de aquí, allí es mi lugar en el mundo. El tuyo no es ahí, pero te extrañaré bebé ".