cincuenta y cuatro

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¿Quieres sacar el agua que ingresa al titanic con baldes?

Millie cambió de conversación rápidamente y Ari no quería irse, estaba a gusto charlando con Millie, si que la extrañaba demasiado. La rubia decidió sacar muchos temas de conversación y Ari no se quedo atrás preguntandole cosas como... Donde vivía, con quien lo hacía, si tenía hijos, si estaba casada, si se había enamorado, ella ya sabía toda la historía pero necesitaba que Millie la recordase, que aun que sea algún recuerdo tuviera de ella o de Sebastián.

—Millie —habló fuerte Stella ingresando a la habitación sin golpear la puerta, ambas rubias dejaron de reír y la rubia mayor se puso seria —¿Ari?

—Stella, cuando alguién ingresa a una habitación debes golpear antes de ingresar, eso se llama modales

—Si, lo siento —gruño la morena sin quitar la vista de la rubia pequeña —¿Que haces aquí? ¿Te sientes bien?

—Estoy bien —sonrió la niña y Millie llevó a Stella fuera de la habitación

—¿Que esta sucediendo?

—¿De donde la conoces? —pregunto Millie cerrando la puerta detrás de ella

—Pues es la hija de mi novio. ¿Por que esta aquí?. ¿Esta enferma acaso? —preguntó acongojada

—No, ha tenido su primer periodo de menstruación y estaba muy asustada

—Llamaré a Sebas —susurró Stella —No debe saber que esta aquí y debe estar muy preocupado

—Llamále, explícale todo lo que esta sucediendo pero no hace falta que venga aquí, Ari esta bien, terminaré de explicarle muchas cosas más porque el tema es bastante extenso y dejaré que vaya a casa, pero que venga a buscarla si quiere

—Esta bien —susurró la morena marcandole —Lo siento por ingresar de esa manera

—Me caes excelente Stella —sonrió Millie cruzandose de brazos —Pero si te dicen que estoy ocupada, golpea antes de entrar porque la próxima no sere comprensiva

(...)

Sebastián estaba dando vueltas por la sala, Ari se había ido hace mucho y no había regresado, Drew trataba de tranquilizarlo pero era imposible, el moreno estaba como loco

—Bueno, no vamos a hacer nada aquí —gruño Drew tomando las llaves del auto —Salgamos a dar vueltas con el auto, quizás la encontramos por algún lado. ¿Te parece?

—Es una excelente idea —asintió tomando su cabello entre sus manos —Si, si. Vamonos.

Ambos se subieron al auto y comenzaron a recorrer todo el barrio privado de Nueva York donde vivían Sebas y Ari.

—No la veo hermano quizás ya haya vuelto a casa y nosotros aquí —comentó Drew y Sebas asintió, ya estaba demasiado asustado pero se mantenía calmado

Cuando regresaron, la casa seguía intacta y Sebastián ya estaba perdiendo los estribos

—Stella... ¿Has visto a Ari? —pregunto desesperado al atender la llamada de su novia

—Si cariño esta aquí en el hospital

—¿¡Que le sucedio!? —grito desesperado y Drew tomó las llaves del auto e inmediatamente se subieron a él

—Quédate tranquilo, ella esta bien. Vino a una revisión, la doctora te sabrá explicar mejor

—¿Pero ella esta bien?

—Si amor, tú tranquilo. Ven calmado que Ari esta en perfecta salud

Drew bajó un poco la velocidad al oír lo que Sebas le estaba contando sobre Ari así llegaron calmados al hospital que no quedaba tan lejos del barrio. El ojí miel corrió dentro del hospital y Drew sonrió, saco su móvil y entre contactos busco a Marlene

 ∂éנαмє ιя -Sebastián Yatra-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora