∂éנαмє ιя -Sebastián Yatra-.

cincuenta

Llévate los recuerdos que me duelen más que a tí.

—¿Papá? —grito Ari desde la cocina —¡Ya vamonos!

—¿Y donde dices que iran mi chiquita? —pregunto Maria Adelaida acomodando el cabello rubio de Ari en una coleta

—Correremos por el central park abue —sonrió ella y Adelaida beso su mejilla fuertemente —¡Abuela!

—Eres hermosa mi vida —sonrió ella y Ari se abrazó más

—¿Abue?

—¿Mmmh?

—¿Tú crees que papá amé a Stella? —murmuró la pequeña y Adelaida solo suspiro —¿Crees que Millie recupere su memoría y vuelva a buscar a papá?

—Son muchas preguntas mi amor

—Abue, papá no ama a Stella, es una forma para alivianar el dolor de desolación y del amor de su vida

—¡Wow mi amor! —susurró Adelaida —Tendremos una psicologa en la familia

—Estoy listo, estoy listo, no me mates —hablo Sebas bajando las escaleras rápidamente

Ambos se marcharon a correr, trataban de mantenerse lo más activos posibles, ambos eran muy únidos, últimamente no lo estaban siendo tantos. A Sebas por momentos le agarraban ataques de 'depresión' y no salía de su cuarto por un día completo.

Stella sabía por que era y Ari también pero ninguna había tenído la confianza suficiente para poder charlar de todo eso que estaba sucediendo, por que Ari no estaba casi segura, estaba segurísima de que Stella sabía que Sebas no es para ella.

En el último tiempo, Sebastián decidió desahogar sus penas y lo hizo mediante una canción y cuando se sintió mejor la refacciono para que no sonará tan depresiva como su corazón. La lanzaron al mundo de la música, jamás pensó que millones de personas iban a amar a esa canción que le dolía tanto y le hacía tanto daño.

—Podemos frenar aquí si quieres —murmuró Ari cuando vió que ya habían bajado el rendimiento ambos. Sebas asintió y se sentó en un banco de allí. Ari se quedo moviendo sus pies para no acalambrarse

—Mañana iremos de compras —sonrió él mirandola y ella sonrió

—Papá...

—¿Que mi amor? —pregunto él bebiendo agua

—¿Tú amas a Stella? —pregunto ella y él se le quedo mirando como por tres minutos y ella agacho su cabeza

—No, no alto... Si... Bueno, no pero si

—Papá, tú silenció dijo todo

—Es complicado mi amor —murmuró él agachando su cabeza

—¿Porque no buscas a Millie? Estas ilusionando a Stella

—Sonará de patán amor, pero Stella sabe que no la amo, ella misma me lo dijo

—¿Y entonces porque están en pareja?

—Ella dijo que ella si me amaba y que yo necesitaba olvidarme de Millie —murmuró él —Y yo necesitaba olvidarme de Millie

—¿Y tu crees que la estas olvidando?

—Estoy intentandolo —susurró con mayor fuerza y miro a su hija a los ojos —Me esta yendo bien hasta el momento

—Bueno —murmuró ella y lo miro de reojo —Si tú estas logrando soltar a Millie... ¿Porque Stella aún no sabe quien es la famosa Millie?

—No se ha dado la oportunidad de contarle

—Oh quizás no quieres —susurró y Sebas se quedo mirando hacia el frente pensativamente

(.....)

—¿Millie? ¿Amor? —grito Kendall desde abajo —¿Iremos a caminar?

—No mi amor, quiero quedarme a acomodar un poco la casa —sonrió ella —Esta noche vienen Marlene y Dan y quiero que este la casa en condiciones de poder recibir visitas. ¿Te molesta? —preguntó ella parandose en el descanso de la escalera y él la miro desde abajó, sus ojos brillaron —¿Qué?

—Nada —murmuró él —Te amo, eres la mujer de mi vida

—También yo bebé —sonrió ella tirandole un beso y subió nuevamente a terminar de acomodar el cuarto principal

Kendall terminó su jugo de frutas y sus vitaminas, tomo las llaves del auto para ir al parque y se marcho de allí.

Millie quedo limpiando sola, pero se aburría, en esa casa reinaba el silencio, la tranquilidad

—Esta casa si que es aburrida —murmuró la rubia mirando a todos lados —¿Habrá algún instrumento que yo pueda tocar? Necesito crear música —se habló a si misma mirando a todos lados y sonrió

cuando ella se había mudado a la casa con Kendall, él se encargo de la mudanza y de todo lo que había que traer, ella solo estaba recostada en una cama, aún un poco débil por la internación. Pero gracias a Dios ya estaba mejor, muchísimo mejor, aúnque le había costado su recuperación.

Corrio al sótano, allí debían estar sus instrumentos musicales, cuando entro vió que habían muchas cajas, pero le llamó la atención una caja grande, de curiosa la abrió, vió que eran cosas de navidad y entre ellas, debajo de todo estaba un celular, quizás era su celular, no lograba reconocerlo o acordarse de haberlo utilizado, decidió dajarlo allí. Le había prometido a Kendall mantenerse alejada de las redes y el mundo mediático. Cerró la caja y miró a todos lados, sentía su corazón palpitar bastante seguido, no entendía porque. Así que olvido a lo que iba y cargo entre sus manos un equipo músical que había allí.

Bajó con él entre sus brazos y lo colocó sobre una mesa, lo limpió sacándole todo el polvillo que cargaba por haber estado guardado tanto tiempo y finalmente lo enchufó, colocó la radio y comenzó a bailar al ritmo de la música

Comenzó a limpiar la cocina, subió a buscar sabanas y bajó a ponerlas en el lavaropas

—Que linda letra —murmuró después de poner la ropa en el canasto y se quedó allí mirando a la nada

Esa voz, reconocía a esa voz, no lograba saber quien era, no entendía por que reconocía a esa voz. Su cabeza comenzó a doler y la canción terminó

—Ese fue con ustedes, Sebastián Yatra —habló el locutor —Con su nuevo sencillo Devuelveme el corazón

—Así es Eddy —respondió la locutora acompañante —Pobre muchacho que ha tenido millones de problemas con su pareja

—Ex pareja Nadinie, nadie sabe nada de....

—¿Que estas haciendo? —pregunto Kendall desdesperado apagando la radio, Millie se había quedado en shock, no entendía por que ese nombre le sonaba y había quedado embelecida con la voz hermosa del cantante

—¿Que tiene de malo? —preguntó ella cuando logró salir de su transe, Kendall estaba rojo, no sabía si era por correr tanto o si era de enojo

—¡Dijimos que nos alejaríamos del mundo!

—No entiendo que tiene de malo —susurró ella —Solo quería escuchar música

—Perdón amor, no debí ponerme así —murmuró él, calmandose. La atrapo en sus brazos y ella se recosto en su pecho —Te amo mi vida

¿Quién era Sebastián Yatra? Su voz era totalmente cautivadora

—También yo —susurró ella mirando hacia abajo

disculpen la tardanza, anduve un poco ocupada. GRACIAS POR LEER SIEMRE!!!