Zabdiel... otra vez

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-Tendrás que hacer reposo por una semana-Dijo en casi un susurro mi madre-.

Suspiré, odio estar enferma, me siento inútil y frágil. Además, no puedo salir ni hacer las actividades que normalmente hago, toda mi rutina se va a la basura.

Entró Dolores, avisó que los chicos habían venido a visitarme.

-¡Hola!-Dijieron los cinco a la vez-.

Cuando quise saludar, me agarró un ataque de tos.
Ellos se rieron de mí, cosa que a mí, no me hizo mucha gracia.

Los cinco se sentaron alrededor mío. Joel me acarició la mano y la besó.

-¿Te mejorarás?-.

Asentí- Espero que pueda hacerlo pronto, odio faltar al colegio-.

Erick me miró extrañado.

-Faltar es lo mejor, me encanta quedarme en casa-.

-Tú porque eres un irresponsable-Musitó Joel-.

Todos quedamos, en silencio. Se podía sentir la tensión. Joel y Erick se miraban fijamente, sin decir nada, ni una sola palabra.

Richard carraspeó y rompió el silencio total.

-Bueno, creo que nos tendremos que ir, hay que dejar a _____ para que haga reposo, ¿No creen?.

Los demás empezaron a decir que sí nerviosos y apurados, pero Joel y Erick seguían en la suya.

Joel rompió contacto visual y me dijo fríamente- Después hablamos-.

Los cinco se despidieron de mí y se fueron un tanto dispersos entre sí.

¿Qué acaba de pasar?

Mis pensamientos fueron interrumpidos con la llegada de Dolores avisándome que Octavio había llegado. Un minuto después, entró Octavio con el uniforme del colegio y su mochila con los útiles. Le di las gracias, aunque esté acá en mi cama, yo quería seguir la corriente del colegio, no quería perderme nada.

-Me alegro que te estés recuperando poco a poco, te extraño muchísimo en el colegio-Dijo Octavio dejando sus carpetas en la punta de la cama-Igual, no te pierdes de nada, no pasó nada interesante-Se acostó a mi lado-Ah, sí. Justina ya tiene 5 meses de embarazo, ella sigue yendo al colegio, todo normal-Me miró y por mi expresión entendió que jamás debió nombrarla-¿Todavía andas con eso? Ay Dios-.

-¿Cómo qué "todavía andas con eso? Obviamente, que sigo con eso, más cuando mira a mi pequeño Zabdiel con cara de enamorada, como si quisiera casarse con él y tener seis hijos-.

Octavio empezó a reírse.

-¿Qué es lo divertido?-Lo miré enojada-.

-Tus celos-.

-¿Celos?, ¿Celos de qué? ¿De qué ella con su linda figura y sonrisa pueda conquistar a Zabdiel haciendo que él se vaya con ella y se olvide de mí? ¿Qué él encuentre la felicidad con ella y no conmigo? No, claro qué no-.

A Octavio le dió mucha más gracia. Le pegué con un peluche.

*****

Pasaron tres semanas, ya estamos a principio de octubre. Ya el clima estaba caluroso, el ambiente un poco más vivo y yo, sentía que la gente estaba más apurada de costumbre, no sé si es porque sienten que el año se acaba o porque simplemente la gente ya nació así. Van rápido y no ven las cosas de su alrededor.

Lo peor, es que este es mi último año escolar, ya todo se terminaba, las charlas en los recreos, los chismes, correr por el pasillo, comer a escondidas de los profesores en las clases, las infinitas tareas y las peligrosas pruebas. Todo será diferente, no veré a mis amigos día a día, ahora todo va a ser complicado, cada uno hará otro camino y no sé si yo estaré en él. ¿Y yo? No sé qué haré luego, tengo muchísimo miedo. No me veo después del colegio.

Un Giro de Encuentros (Christopher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora