Adiós

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Apenas abrí mis ojos, sentí un calor corporal pegado a mi cuerpo, un peso rodeando mi cintura. Me mordí el labio, hacía mucho que no disfrutaba una noche de sexo como la de anoche. Realmente amaba tener noches así con Christopher, llegábamos a la intimidad y podía jurar que ambos lográbamos expulsar estrés.
Chris es mi debilidad, se nota muchísimo, cuando lo miro, cuando beso sus suaves labios, cuando toco y siento la electricidad. Me siento en paz con él y en su totalidad, con calma. Era cómodo.
Ya llevo bastante tiempo juntos, ya conozco cada parte de su cuerpo y el sexo no cansaba, había veces que yo pedía más, mucho más. Él era mío y yo era suya, eso estaba claro.

Me giré despacio sin separarme, lo observé dormir. Sus labios suaves, me dan ganas de morderlos, besarlos y de que nuestras lenguas bailen.
Si estuviera en un museo lleno de arte, yo seguiría mirándolo a él, como lo único que realmente me quitaría el aliento.

Acarcié suavemente su mentón, besé la comisura de su boca. Es simplemente perfecto.
Hundí mi cabeza en su cuello y respiré todo su aroma, tan exquisito.

-Veo que estás despierta- Su voz ronca de recién despierto era música para mis oídos-.

Chris me acariciaba el pelo y era sencillamente el paraíso, no quería irme de acá, estaba tan cómoda, tan cálida. Me sentía en el cielo.

No, no quiero irme, quiero estar así para siempre.

No, no quiero irme, me siento bien a su lado.

No, no quiero irme...

*****

Fin de año, ya todo había pasado, el colegio, todo.
Me costó mucho despedirme de mi colegio, de todas las cosas vividas ahí, de ver a mis amigos todos los días. Lo peor fue en la graduación, esa noche estuve hiper sensible. Ahí me di cuenta de lo rápido que se había ido el año, de lo mucho que me arrepiento y de lo que agradezco. Sé que no aproveché ciertas cosas, pero ya pasó, ya tendré este nuevo año para realizar otras cosas.
"Loco Adam" se separó, cada uno tomó otro rumbo, todos tenemos diferentes caminos y era obvio que no íbamos para el mismo. Fue una linda experiencia, hice cosas que nunca imaginé realizar, siempre pensé que sería un sueño lejano. Pero después de todo, con mucho esfuerzo, logré hacer realidad una pequeña ilusión.
Todos nos encontramos un poco melancólicos, se debe extrañar los ensayos, las largas noches sin dormir pensando en los nuevos temas, las grabaciones de vídeoclips, nuestros fans y el tiempo compartido. Fue una costumbre tan increíble que despegarme de ésta resultará un poco difícil.

Con los chicos me encuentro bien, Joel y Erick no hicieron tanto revuelo al enterarse lo Ethan, Erick se largó a reír y Joel me miraba sorprendido. Son tan opuestos pero a la vez tan similares, los dos encajan a la perfección, nacieron para estar juntos. Y eso significa, que yo jamás dejaré que alguien, como Ethan, se interponga entre ellos.
Joel es tan arrogante, le encanta presumir que sale con Erick, le gusta mostrar a su novio y causar mucha envidia de parte de la gente.
No sé si envidian a Erick por salir con un hombre tan apuesto como Joel, alto, piel morena, ojos profundamente cafés y un cuerpo perfecto. O, envidian a Joel por tener de novio a Erick, es que cualquiera se enamora de esos ojos y la sonrisa tan linda que tiene, una combinación mortal.

Richard se encuentra increíble, está todo el tiempo con su hija, Aaliyah es la niña más dulce que conocí, es increíblemente similar a Rich, en todo sentido.
Y él, está tan enamorado de Soledad, en la forma en que la mira, como si fuera su mundo, como daría la vida por ella. Ella lo es todo para él y eso se sabe.
Richard todavía no me perdona por lo que pasó en la cafetería aquella vez, dijo que fue de mal gusto y muy irrespetuoso. Que sintió pena por el estúpido de Ethan. Pero al ver que la dulce parejita pensaba lo contrario, se calmó un poco y dejó de darme discursos de buen comportamiento.

Zabdiel...
Oh, él está bien, todo está como si no hubiera pasado nada, como si fuera una cosas de niños de cinco años. Ese beso no fue nada.
Zabdiel...
Es tan amado, tan querido, que yo sin él, no podría sobrevivir. No sería nada igual, se me iría el aire, no podría respirar y todo sería inútil.
Zabdiel...
Es tan dulce, su corazón desborda amor y cariño. Para él, ante los ojos de él, todos somos buenos, todos somos alguien especial. No ve maldad en nadie. Eso es lo que más me gusta de él.
Zabdiel...
Espero que pueda encontrar alguien para él, alguien que sepa aprovechar todo lo que él tiene para entregar, y que todo lo que él dé, no sea en vano. Odiaría saber que él da mucho y no recibe nada. Se merece todo lo hermoso del mundo, todo...

Christopher, Christopher. Claramente él es el amor de mi vida, lo veo y siento que mi corazón palpita emocionado, mis cinco sentidos están al máximo, me tiembla el cuerpo y mi cerebro se va de vacaciones a Hawaii. Lo beso y mi cuerpo entero recibe una descarga, cuando sus manos están en mi cuerpo me derrito, su voz es lo que me tranquiliza. Lo veo y es magia.
Y puedo asegurar, que lo quiero para toda mi vida.
Es increíble lo mucho que logró entrar en mí, en mi mente, en mi alma, en todo mi cuerpo. Es jodido.
Y lo amo por eso, por estar siempre alrededor mío, tomando el control en mi cabeza. No sé cómo consiguió meterse bajo mi piel, pero lo hizo y eso me hace sentir bien.

Todo va relativamente bien. Aunque hay algo que me pesa, es algo que llevo cargando desde hace mucho.
Mi futuro está al frente mío y yo no sé qué hacer con eso. Es un tómalo o déjalo.
Y creo qué, ya sé lo que quiero.

-¿Te vas?-.

Tomé la decisión de irme a Argentina a estudiar, es algo que estuve pensando hace bastante tiempo, una parte de mí quería volver, volver al lugar dónde realmente quiero estar, sin importar quién estuviera aquí. Contárselo a Christopher no fue tan fácil, tuve que soltarlo y ver si él lo agarraba bien, o lo agarraba con dolor.
Y esta vez, no pude leer sus ojos, no puede ver su reacción. Se me hizo difícil saber en qué estaba pensando, que es lo que se le cruzaba por la mente.

Todo fue realmente difícil. Ir, hablar y despedirse. Eso sí, con mil explicaciones del porqué.
Cada minuto que pasaba hablando con los chicos, eran los minutos por los cuales me ataban.
Ellos sin darse cuenta, no me querían soltar, se negaban a dejarme sola y volver después de mucho tiempo, si es que volvía, tal vez sí, tal vez no.

Me costaría mucho trabajo despedirme ese día, iba a dejar a cinco chicos hermosos solos, sin mi cuidado, sin mí contención, sin mí...
Pero debería hacerlo de igual manera, tengo otro camino, camino el cuál ellos lamentablemente no estaban en él, pero de igual manera, yo iba a volver a ellos, iba a estar otros días de mi vida con ellos, como antes, como en los viejos tiempos. Cuando pensamos que jamás nos íbamos a separar. Que siempre seríamos nostros.

Pasaron dos meses, marzo. Ya me tenía que ir, ya era tiempo de dejar de estar acá, ya no podía estar retrasando el tiempo que tenía justo en el frente.

Los chicos me acompañaron al aeropuerto, temblorosa y con los ojos húmedos, me despedí de cada uno. Y cada vez esto se hacía más doloroso.

-Nos vemos, mi princesa hermosa, ya no volveremos a ver. Muy pronto- Sonrió débilmente Erick-.

-Te amo, no lo olvides y por favor, hablanos todos los días posibles. No quiero olvidar tu voz. Te amo-Richard me besó en la frente-.

-Eres la mejor amiga que tuve, mi confidente, mi amuleto de la suerte, mi oído, boca, ojos. Eres todo-Joel me abrazó fuerte y me susurró al oído-Te deseo toda la buena suerte del mundo. Ah, quiero pedirle matrimonio a Erick-.

-Simplemente gracias, gracias por aparecer de nuevo por aquí, por darme otra oportunidad de ser feliz, de darme la alegría y llenar mi corazón de tu compañía. A pesar de la distancia, estaremos juntos. Ya pasamos por esto, somos expertos-Zabdiel me entregó un collar, su collar-.

-Eres sin duda lo mejor que me pasó en la vida, creo que no tienes dudas de eso. Eres todo para mí, eres el color de mis días, la luz de mis noches, la sonrisa que me alegra y me renueva. Eres perfecta para mí, eres mi pasado, presente y futuro. Te amo-Me besó, un beso suave, los dos no queríamos separarnos. Pero los dos sabíamos que debíamos hacerlo-.

Este dolor no se compara con otros, dejé mi corazón con ellos, dejé todo. Mi alma no estará bien hasta no encontrarse otra vez con esos ojos.

No, no quiero irme...

Un Giro de Encuentros (Christopher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora