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Ya habían pasado seis meses, seis jodidos meses sin sus ojos, labios, su voz y todo lo que solía ser. Cada paso que daba, cada argumento, cada melodía que salía de su boca.
Dios, odio la distancia, extraño su cuerpo junto el mío. Ahora deseo más que nunca estar ahí... Juntos.
Cada día es una tortura, cada minuto sin sentir su presencia es como el maldito infierno. Necesito estar cerca, sentir su mirada, sus manos, sus labios y todo lo que me entregaba.
Ya esto era pesado, no aguantaba más.

Quiero tenerla junto a mí. Quiero decirle al oído lo hermosa que se ve hoy y lo mucho que la amo.

Pero no está, hace seis meses que no está. Y yo acá, un estúpido enamorado esperando su regreso.

****

-¿Puedes atender tú Chris? Estoy ocupado-Joel se disculpó siguió cocinando-.

Comenzamos a vivir los cinco juntos, era un caos pero nosotros éramos felices.

Abrí la puerta y mi humor cambió.

-Ah, eres tú Ethan-Joel desde la cocina preguntó quién era -Es el estúpido de Ethan-Grité-.

Se escuchó un ruido, a Joel seguramente se le habrá caído cosas por los nervios.

Vino hasta a la puerta queriendo lucir superioridad, aunque estaba un poco tembloroso.
Me hizo una seña para que vaya a la cocina. Dudé en hacerlo, me quedé de brazos cruzados.

-Vete, estoy bien-.

Bufé y me fui. Era increíble que le haya hecho caso al tonto de Joel.
Era tan estúpido, según él había dejado de hablar con Ethan, pero esto me demuestra otra cosa... Será el final para el famoso Joerick.

Cerré los ojos y apoyé mis manos en la mesada de la cocina. Maldición, la necesito tanto...

-Tienes que ir-Una voz familiar salió detrás mío-.

Me di la vuelta y apoyado contra la puerta de la cocina estaba Zabdiel, estaba serio, sus ojos estarán fijos en mí. Él sabía exactamente cómo estaba. Creo que de los cinco, él estaba en las mismas condiciones que yo.
Los chicos aunque les doliera, ya una parte de ellos habían superado, pero la otra parte les dolía hasta pronunciar el nombre.

_____ mintió, jamás habló con nosotros, ni se dignó a llamarnos en los últimos 4 meses. Había cambiado, ya no era la misma y todo eso ya lo sabíamos.

-¿Quieres que vaya hasta ella?-Sonreí irónicamente- Ni se debe acordar de nosotros-.

La mirada de Zabdiel se enfureció. Él no lograba admitir lo que tenía antes sus ojos, la dulce _____ que conoció, ya no estaba más.

-Sí lo hace, yo sé que sí-.

-¿Cómo puedes estar tan seguro Zabdiel?-.

Él se acercó más a mí, estábamos a pulgadas de distancia.

-Porque la amo. ¿Tú no la amas más?-.

Claro que la amaba, siempre fue única para mí. Fue el motivo de mi existir.

-Creo que deberías ir, deberías estar ahí con ella-Una lágrima salió de su ojo, este rápidamente se la sacó- Ella te ama y lo sabes-.

Se fue rápidamente.
Él no perdía esperanza, deseaba a volver a lo de antes. Seis chicos unidos. ¿Cómo le digo que es imposible?

Joel volvió, un poco "diferente" estaba en su mundo, con los ojos perdidos.

-¿Y a ti que te ha pasado?-Lo miré de arriba abajo-.

-Ethan-.

Rodé los ojos, él y Erick habían tenido muchos problemas con él. Todavía no entiendo porque Joel no había mandado lejos al estúpido de Ethan. Parecía estancado con él.

-¿Tú lo amas?-Pregunté antes de irme, no quería ver más a Joel-.

-No. Solamente qué... No puedo sacarlo de encima, recién intentó besarme, no le importa lo mucho que amo a Erick, solamente... Lo quiero lejos de mí, eso es todo-Se encogió de hombros y siguió el suyo.

Y así iban los días, todos iguales. Ya esta monotonía llegaba a cansar.

Ya no aguantaba más.

Sentado en la orilla de mi cama reaccioné. Agarré una maleta, empecé a empacar todo. Iré por ella.
Tengo que volver a verla. La necesito.

Llamé a los chicos, les conté mi plan, ninguno se negó.
Éramos cinco chicos desesperados por ella, por volver a verla y sentirla cerca. Volver a escuchar su risa, sus caricias, sentir su amor.

Richard nos llevó hasta el aeropuerto, manejó con toda la velocidad. Joel había reservado los vuelos. Ya era hora.

Aparcó el auto y nos bajamos apresurados, todos con las mismas ganas, todos con el apuro.

No sé si era yo o qué, pero el vuelo se hizo tan largo que creía que jamás íbamos a llegar.
Ahora todos teníamos un obstáculo; encontrar a ______. No sabíamos dónde podría estar.
Nos encontrábamos varados en mitad de un lugar que no conocíamos ¿Por dónde empezar?.

-Podríamos ir hasta la facultad- Pensó Erick-Vamos chicos, díganme qué ninguno pensó en eso. Son unos estúpidos-.

Reímos, los nervios nos llevaban puestos, no teníamos la mente en calma.

Tomamos un taxi, dijimos la dirección, que por suerte _____ nombró aquella vez, de unos de esos meses en lo que sí nos hablaba.

Estábamos relativamente lejos, fue un trayecto lejano y silencioso. Creo que todos estábamos ansiosos y con la euforia llenado nuestro cuerpo.

Cuando llegamos empezamos a buscar en todos lados, preguntando a gente si la habían visto, entrando aula por aula. Aunque ninguno quería entrar al baño de mujeres, al último entró Joel. Éste salió negando la cabeza.

¿Dónde demonios estarás?

Entre la desesperación y ya a punto de tocar la resignación, vi su pelo. Estaba de espaldas nuestros sentada en una de las mesas del comedor.

Me dirigí a paso lento, no sé si estaba al 100% seguro de que era ella, pero quería saberlo.

Le toqué suave el hombro y ella, se dió vuelta. Hizo una media sonrisa. La sonrisa que quiero ver hace seis meses. Dios, era tan perfecta, seguía igual de hermosa. Sus ojos cafés, labios rosados, el cabello perfectamente peinado. Todo su ser era lo más hermoso que había visto, todo su complemento era lo que amaba.
Ella era la mujer que más amé en toda mi vida y ahora, la tenía en frente, una vez más.

-Tardaste mucho en venir-Sonrió-.

Fin.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2018 ⏰

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Un Giro de Encuentros (Christopher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora