Joshua se había convertido en el chico más frío de todo el instituto y eso hacía que fuera el chico del que toda persona se enamoraba. Sin embargo, en el pasado él era el chico más sonriente de todos y el que más hablaba, hasta que perdió lo más pre...
Los pasos procedentes de la chica se escuchaban más y más cerca provocando que mis manos comenzaran a sudar y que mi corazón latiera más rápido. Sabía que esta cercanía no era buena, que iba a acabar todo mal y que todo lo que he progresado durante este tiempo se iba a derrumbar por ella. Sus encantos podían provocarme un dolor muy fuerte y por eso debía ser distante. Mi aspecto, al contrario, era calmado y seguro tal y como todos están acostumbrados a verme. El profesor seguía nombrando alumnos, pero bueno señor cuánta gente somos en una clase. Podemos formar un ejército si nos lo proponemos. Muy bien, modo hielo activado. "No escuches, no sientas y no veas".
La hora de presentación había comenzado hacía ya treinta y cinco minutos, había transcurrido con normalidad y con respecto a la chica, sinceramente ya me había acostumbrado a tenerla a escasos centímetros de mí, hecho que me sorprendió bastante. Buena chico, estás progresando. ¡Eres un máquina! Efectivamente, habéis leído bien, iba todo muy bien, demasiado bien para ser cierto.
-Bien chicos, siento deciros que ya no sois alumnos de primero de la ESO que quieren cambiarse de asiento cada vez que le apetezca. Ustedes esteréis sentados durante todo el curso en los asientos asignados. En caso de cambiarlos es porque algún profesor no quiera que os mantengáis en este orden. ¿Entendido?- yo no quiero enfadarme, pero me estoy enfadando. ¿Cómo está diciendo usted tan tranquilo que voy a tener que permanecer con esta chica durante todo el curso?
El timbre sonó haciendo que todos los alumnos salieran corriendo de clase. ¿Que no eran niños de 1º de ESO? ¡Ja! Como de costumbre me quedé de los últimos para así no tener que encontrarme con nadie. Tomé mi mochila negra básica colgándola en mis dos hombros y esperé a que todos salieran de la clase. Caminé con paso lento para que de este modo me pudiera encontrar el instituto lo más vacío posible. Antes de salir por la puerta escuché al profesor llamarme.
-Escucha, Joshua. Sé que estas pensando que soy el malo de la película y que estoy completamente loco al saber de tu problema y hacerte esto aún así pero permíteme que piense en tu bienestar. Necesitas cambiar de forma de pensar si quieres estar bien. Por favor, hazme caso y escúchela, no la he elegido a ella para que sea tu compañera por nada. Te hará bien su compañía, estoy seguro- su tono de voz sonaba preocupado y su mirada delataba que era totalmente cierto, aunque la única respuesta que recibió fue mi salida con las manos metidas en los bolsillos.
Una vez que llegué a la salida respiré hondo, quedándome en el sitio. De nuevo comenzaría la rutina, aquella que odiaba tanto. Estaba dispuesto a bajar el primer escalón cuando alguien me llamó de nuevo. Me pregunto seriamente si en algún momento iba a colocarme los auriculares y marcharme haciendo que el mundo se olvidara de mí por unas horas.
-Joshua, ¿es así cierto? Soy Luna, tu compañera de clase. Te he notado algo... ¿cómo decirlo? ¿Incómodo? Siento que sea así, si te molesta mi presencia y quieres cambiar de asiento o lo que sea, házmelo saber por favor-la chica se quedó en silencio esperando una respuesta por mi parte. Me pareció tierna su preocupación, por esa razón decidí marcharme sin contestar, para que empezara a aprender que no era como los demás. Lo siento de verdad.
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