La compañía de Naia había sido realmente agradable durante el día. Habíamos visitados lugares de la ciudad junto al resto del grupo y el dolor de ver las personas que queríamos lejos de nosotros, lo compartíamos y nos hacía sentir, no mejor, sino más bien, podíamos sobrellevar la situación. Había pasado un gran día después de todo y había descubierto que el sarcasmo de Naia era su punto fuerte. Sin embargo, echaba de menos mis tardes junto a Penny, Seokmin y por supuesto Luna. Echaba de menos que el olor a flores característico de ella estuviera a mí alrededor.
La noche había vuelto y habíamos decidido hacer una barbacoa en nuestro apartamento, ya que teníamos un pequeño jardín trasero puesto que estábamos en un bajo. Las puertas corredoras se abrían cada dos por tres cuando teníamos que entrar porque se nos había olvidado algún cubierto o porque alguno se había quemado intentando mover la carne. Al final del día, fue todo más agradable. Jihoon y Luna permanecían juntos aunque ya no tan separados del resto y podíamos mantener una conversación fluida entre todos, otra vez.
Por un momento, todo parecía perfecto, hasta que vi como Jihoon le susurraba algo a Luna y los dos entraban en casa. No debería significar nada, sin embargo, ya estaba demasiado cansado por todas las emociones vividas durante el día, que apenas tenía ganas de salir de aquí. Naia colocó su mano en mi pierna debajo de la mesa, para que nadie notara lo afectado que estaba o más bien estábamos, porque aún podía ver ese brillo en los ojos de la chica, amenazando en convertirse en lágrimas.
-Joshua, ¿me acompañas un momento? Necesito que me ayudes con las cajas de refresco que hemos comprado-no entendí muy bien a Luna, sin embargo, le acompañé, pues nadie se veía extrañado por su petición. Los dos entramos en el apartamento, visualizando a Jihoon y a Luna en la puerta de la entrada. La oscuridad los rodeaba pero gracias a la luz de la entrada se podía ver como Jihoon se acercaba a Luna para darle un beso en la mejilla. Mis manos se unieron fuertemente y cansado de aguantar toda la situación, decidí alejarme de todos para entrar en mi habitación y estar lo suficientemente tranquilo en mi soledad.
Desde la habitación escuché como las puertas del patio se abrían y las voces de Jihoon y Luna se unían al resto. También escuché como Naia inventó que me había sentado mal la carne y no me encontraba demasiado bien, por esa misma razón me había ido. De verdad, necesitaba agradecerle a la chica todo lo que ha hecho por mí durante este día de mierda que llevo. Ni si quiera me gusta pensar en lo que pasará cuando volvamos a la residencia.
Los chicos estaban gritando demasiado fuera y se me había olvidado traer mis tapones para los oídos. Así que molesto, tomé mi móvil y los auriculares esperando que estos me salvaran de esta como cada vez que los utilizo. Al encenderlo, vi como varios mensajes aparecían en primera pantalla. Algunos eran de Luna, otros de Naia y otros pertenecían al grupo "Sorpresa" al que finalmente acabamos añadiendo a Seokmin para no perder el contacto.
Naia: Joshua, ¿puedo ir a verte? La verdad es que no estoy muy bien aquí y también he visto lo mismo que tú. Si no quieres lo entiendo.
Joshua: Claro. La primera puerta a la izquierda del pasillo. Está cerrada así que no hay mucha perdida. Siento haberte dejado sola y gracias por inventarte que tengo un estómago de mierda para que no preguntaran mucho xd.
Naia: No es nada, al menos se lo han creído ;)
Escuché la puerta del patio abrirse y mientras ella llegaba, decidí leer el resto de mensaje.
Luna: Joshua, ¿estás bien? Oye, has estado muy raro hoy, ¿podemos hablar?
No me molesté en contestar, ni si quiera entré en el mensaje. No quería dar explicaciones en el día de hoy y menos a ella, porque iba a sonar como un auténtico estúpido intentando inventarme algo creíble para que no sepa la razón verdadera.
La puerta de mi habitación se abrió, sin embargo, no era la persona que estaba esperando.
-¿Puedo pasar?-Jihoon preguntó, llamando a la puerta.
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Silence
FanfictionJoshua se había convertido en el chico más frío de todo el instituto y eso hacía que fuera el chico del que toda persona se enamoraba. Sin embargo, en el pasado él era el chico más sonriente de todos y el que más hablaba, hasta que perdió lo más pre...