Joshua se había convertido en el chico más frío de todo el instituto y eso hacía que fuera el chico del que toda persona se enamoraba. Sin embargo, en el pasado él era el chico más sonriente de todos y el que más hablaba, hasta que perdió lo más pre...
Una de las pasiones que mucha gente sabe sobre mí, es mi amor por la lectura. Entre ellos, se encuentran las definiciones de amor y perfección con palabras diferentes pero suelen acabar bastantes parecidas. Sin embargo, ninguna de ellas son correctas, porque a pesar de haber leído numerosas veces la perfección de la amada, no se puede comparar a la perfección de Luna. Su piel tan imperfectamente perfecta, se ilumina con la luz del sol que ha comenzado a surgir hacía ya horas y no hay libro que me haya advertido de lo increíble que es apreciar eso. Su cuerpo, ligeramente curvado se encuentra a escasos centímetros del mío y podría acortar esa distancia si no fuera porque no podría observar con claridad cada parte de la chica que con una sonrisa hace que me maree de lo malditamente preciosa que es. Mechones de cabello están esparcidos por varias partes, uno de ellos está colocado sutilmente sobre su hombro, mientras que el resto se encuentra perfectamente colocado sobre la sábana. Sus ojos, ahora cerrados, muestran esa paz que tanto necesita y me gustaría ofrecerle. Las mejillas, algo sonrojadas a causa de su tipo de piel le hacen ver más adorable que de costumbre. Sus labios están ligeramente abiertos mostrando lo suaves y bonitos que son, no tengo pruebas para demostrar esto y ojalá poder descubrirlo.
Me hubiera gustado seguir analizando a Luna, sin embargo, Seokmin me tomó del hombro y me pidió que saliéramos del cuarto. Algo apenado salí de la cama y seguí a mi amigo a la azotea donde la madre de Luna nos sirvió una taza de café a ambos. Las vistas daban a la serena playa a aquellas horas de la mañana.
-Joshua, me gustaría admitirte algo-Seokmin comenzó la conversación captando completamente mi atención-Si te soy completamente sincero, Luna me atrajo desde el primer momento que la vi y te mentiría si digo que ya no siento eso por ella- mezcló el café con la pequeña cucharilla que se encontraba dentro de la taza- Sin embargo, también sería algo injusto si no te dejara el camino libre a ella. No creas que no me duele, pues no hay nada más que verla, es simplemente la luz más radiante que existe aunque sé lo malditamente importante que es para ti. No me lo ha dicho, ni siquiera hemos hablado del tema, pero estoy completamente seguro de que tu confianza al hablar ha surgido gracias a su compañía. Me gustaría no ver la forma en la que te mira pero, se nota desde lejos-una risa cansada y triste salió de sus labios-¿Sabes? Te comprendo. Mi familia me abandonó hace mucho, sólo recuerdo haber despertado en la calle junto a mi hermana muerta de frío abrazada a mí en mitad de la madrugada. Fue entonces cuando tuvimos que disfrutar con poco. Por suerte una señora mayor nos recogió de la calle, no diré que fue sencillo porque hasta tú lo podrás comprender. Simplemente no lo entendí, es decir, no había indicios de una mala familia. Años después, la señora encontró una carta en su buzón, sin saber muy bien cómo mi padre me localizó y muy resumidamente te diré que mi familia estaba completamente rota y llena de infidelidades por parte de mis padres. Mi hermana es mi única familia y hace mucho que no la veo, se fue con sólo seis años a una escuela en el norte, mi abuela, que es así como ya denominamos a la señora que nos recogió, pensó que era la mejor forma para que no sufriera la ruptura de mis padres. Yo lo acepté, sólo tenía diez años en aquel entonces. Deseo cumplir los dieciocho años para poder hacerme oficialmente cargo de ella, aunque no sepa si me odia o aún me quiere. Luna hace que me sienta con fuerzas, a pesar que no sepa nada de esto y sea lo que sea lo que te pasó hace tiempo, puedo asegurar que a ti también te hace olvidar todo o al menos afrontarlo mejor. Eres un chico con suerte, he visto la forma en la que te mira, está claro que siente algo por ti, no lo desperdicies. Suerte-Seokmin se despidió y se fue sin decirle nada a Luna que aún seguía dormida. Me ofrecí a acompañarle pero necesitaba estar solo y lo entiendo. Debe ser demasiado duro recordar eso todos los días de su vida.
Seokmin, te ayudaré a encontrar a tu hermana, porque no quiero que pierdas lo más importante que tienes. Mereces seguir teniendo esa sonrisa radiante tan característica de ti.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
