t a l k

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He vivido ocasiones en las que me han tratado de tonto, incluso yo lo he hecho, sin embargo dudaba que Luna también lo pensara. Intentaba contener mi risa apoyado en la puerta tras escuchar a mi nueva amiga susurrar detrás de esta.

-¿Debo abrir? ¿Y si está enfadado? Mejor nos vamos-tras esto se escuchaban sus pies bajar por aquella escalera y subirla deprisa- No, no puedo, se va a enfadar más si lo hago- y de nuevo se escuchaba la misma conversación. No me aburría escucharla de aquella forma tan linda pelearse consigo misma, aunque algo de lastima comenzó a surgir. Decidí ser yo el que abriera la puerta, lo que no me esperaba es que ella también había tomado el pomo lo que provocó que chocara contra mí a causa de la misma puerta abriéndose. ¿Me está dando un ataque al corazón? Relájate maldito.

Luna se alejó de mi pecho provocando un vacío pesado en este. Supuse que me veía horrible por su expresión de tristeza, ni me había molestado en peinarme y seguro que mi nariz se encontraba colorada. Sus ojos miraban mis labios, los cuales se encontraban algo hinchados, espera, ¿me está mirando los labios? ¿Se puede saber por qué te pone tan nervioso que te mire los labios? Joshua, respira, llevas haciéndolo 17 años de tu vida, eres todo un experto.

-¿Se puede saber que te ha pasado?- preguntó Luna en un tono preocupante, viendo seriamente las lágrimas que caían de mis ojos todo por la misma razón. Hoy me muero por culpa de la alergia. Limpié mis ojos y junto con mis dedos, intenté aliviar el picor que mis ojos estaban sufriendo. Me separé de la puerta tomando la misma caja de pastillas que esta mañana había utilizado. Luna leyó aquella palabra como si fuera la respuesta del mayor enigma jamás resuelto. Ella sonrió, puede que le pareciera estúpido que tuviera que clasificar mis pastillas como mi madre hacía cuando era pequeño o puede que en realidad le pareciera adorable. Me miró totalmente asustada provocando que hasta yo me encontrara de la misma forma. ¿Pero se puede saber qué le pasa?

-¿Por esto no has venido al instituto hoy?-afirmé asustado como contestación- Creo que no es bueno que estemos aquí, al menos no hoy que hace tantísimo viento. Tienes que ir a algún lugar en el que al menos no te afecte tanto lo que sea que provoque tu malestar- señalé unas pequeñas bolitas de pelusa de color blanco que se encontraban por todas partes dando a entender que eran esas la causa de mi alergia. Malditas, ¿esto es vuestra venganza por pisaros cuando era pequeño?

-Más tonto y no respiras, Joshua-dijo ella, tomándome de la mano y empujándome fuera de allí. Apreté con fuerza la suya intentando llamar su atención, aunque ella no le daba demasiada importancia a mi gesto. Necesitaba de verdad que parara o me moriría en el acto. Empujé su mano, atrayéndola hacia mi pecho. El subibaja de este y la respiración entrecortada alteraron a Luna.

-¡Oh, por Dios? ¿Por qué no me ha dicho nada?- le miré desafiante. ¿De verdad Luna?- Bueno, me hubieras hecho alguna señal para esperarte- mi mirada se intensificó y algo alterado comencé a representar la escena con señales. Ella, por su parte, comenzó a reír y yo intensifiqué mi protesta provocándole más gracia. Tuve que unirme al momento hasta que la tos volvió a presentarse. Luna asustada volvió a tomar mi mano para llevarme a mi habitación. Allí se encontraba Seokmin jugando de nuevo a la Nintendo.

-¡Joshua! ¡Te dije que no salieras con este tiempo!- yo por esos instantes ya era un bulto rojo que andaba por los pasillos de la residencia. Seokmin asustado fue tomó de la nevera una botella de agua para echarla en un vaso. Mientras, con mis indicaciones mientras me tumbaba en la cama, le señalaba a Luna dónde se encontraba el aerosol que necesitaba para recuperarme. Una vez que conseguí tranquilizarme Seokmin decidió salir a por a comprar comida para los dos puesto que yo no podía salir de esta forma. Antes de marcharse, se llevó a Luna al pasillo para contarle, según él, algo muy importante.

-Luna, gracias por abrirme los ojos con tus palabras. No he tenido tiempo para decirte que en realidad Joshua no es tan raro como lo imaginábamos. Me lo paso bastante bien con él, incluso jugamos juntos a videojuegos, tiene mal perder todo hay que decirlo pero es divertido. El tema en cuestión es que hoy en el instituto hablé con Penny y nos parece bien que se venga con nosotros también. Seríamos la mejor squad de todo el instituto. ¿Qué crees?-dijo Seokmin.

-Cuenta con nosotros, Seokmin. Tengo que preguntárselo pero dudo que se niegue, créeme-respondió ella. Me divertía que Seokmin creyera que no los escuchaba cuando en realidad estaba escuchándolo todo por su gran tono de voz. Ella entró mirándome y antes de que pudiera decir nada sobre su conversación yo asentí.

Luna no se alejaba de mí en ningún momento, incluso hizo las tareas a mi lado porque según sus palabras "No quería ver morir a uno de sus mejores amigos a manos de un ataque de alergia". Ella se encontraba ahora sentada en los pies de mi cama mirando el móvil sin tomar mucha atención a su alrededor. Yo tomé uno de los folios de mi carpeta y escribí "Deberías haberte visto la cara cuando comencé a toser". Su enfado iba en aumento además de la vergüenza, por lo que cogió uno de mis cojines para estrellarlo contra mi cara. Yo intentaba defenderme de su ataque entre risas pues era demasiado divertido ver como Luna se enfadaba por aquello.

-¡Para tonta!-grité cuando ya mis costados dolían de no parar de reír.

-¿Has hablado?- aún permanecía en la misma pose de defensa y me di cuenta de que ella lo había escuchado, esta vez sí.

-¿Sí?-dije con felicidad, porque no me importaba que ella me escuchara, porque hablaría todas las veces que fueran necesarias si veo esa sonrisa en Luna. 

 

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