¿Cómo te sentirías al ocultar tu verdadera forma de ser? ¿Tener que actuar todo el tiempo para que las personas no se decepcionen de ti? ¿El tener que ocultar tus sentimientos? ¿Cómo te sentirías?Seguramente como yo, decepcionado de ti mismo. No es...
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Ha pasado un mes desde que todo el colegio, Elena y mis padres saben que soy gay. Ella ya no es mi novia, me odia porque la utilicé, por no haberle dicho la verdad y es que tantas veces quise contarle, pero no podía. Ahora anda en cosas con Brent, si llegan a tener algo espero que el puto de Brent la haga feliz, ella es una buena chica.
Había llovido toda la noche, la mañana se sentía fría y no tenía ni una pizca de ganas de levantarme, aún estaba en la cama arropado de pies a cabeza. Después de haber hecho mi aseo personal, me vestí y fui a la cocina donde Mason estaba preparando el desayuno. ¿Por qué estoy con Mason? Cuando George me botó de la casa, él me ofreció alojamiento y es que no quería tener un departamento donde sólo estaría yo, la soledad no es mi amiga Convivimos, vamos juntos al colegio, salimos de vez en cuando, pero solo somos amigos... que les gusta tener sexo. En el colegio piensan que andamos, pero no me importa lo que ellos piensen si no nosotros sabemos realmente quienes somos.
—Buenos días, Caleb —dijo, volteándose hacia mí y sonriendo.
—Buen día —dije, sonriendo también.
A pesar de todo lo malo que me está pasando, no dejo de sonreír. Era lindo ver a este chico cocinando, se ponía delantal y todo eso. Mason había preparado tostadas francesas, papa rallada, bacon, y colocó un poco de jugo en la mesa. También había fruta y cereal.
—No pienso comerme todo eso —dije entre risas, sentándome en la mesa de la cocina.
—Pues lo harás —dijo—Tienes que alimentarte. Así estarás más fuerte.
—Estoy en forma —dije frunciendo el ceño—¿O no piensas que soy sensual?
—Lo eres —respondió guiñándome el ojo— Pero igual tienes que alimentarte.
— Ugh —dije resoplando— Tú ganas.
—Como siempre —dijo acercándose a mí para darme un pequeño beso.
Terminamos de desayunar y salimos en mi auto hacia el colegio, el tráfico de California es irritante por las mañanas, en mi opinión odio conducir, yo más bien prefiero andar por ahí en mi skate, sentirme libre. Mason va en el asiento del copiloto escuchando música, coincidimos en gustos musicales. De vez en cuando lo miro, él me mira y sonríe. Creo que no les he contado mucho sobre él, es un chico que a simple vista dirían "me cae mal", pero si lo llegan a conocer bien no se despegarían de él.
Golpee el hombro de Mason. —Llegamos —dije cuando me prestó atención.
Mason bajó del auto y siguió su camino. Por mi parte, hice lo mismo de siempre, me dirigí a la cafetería y compré mi café para relajarme. Me senté en una de las bancas y miré a la gente pasar. A lo lejos distingo a Riley dirigirse hacia la caja, iba tomado de la mano con Micaela, odiaba verlos juntos.
—Hola Caleb —dijo Micaela al pasar a lado mío. Hice un gesto con la mano en forma de saludo. Se sentaron en la mesa que estaba al frente de la mía y entonces pude escuchar como Riley le susurraba algo.
