Capitulo 16: Decidí estar con él.

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La resaca. La peor parte de la fiesta. La cabeza está a punto de estallarme y tengo la boca pastosa. Me levanté, no sin dificultad, y entonces me di cuenta que Pierce no estaba en la habitación. Caminé entre los pasillos de aquella casa, llegué hasta la cocina donde me encontré a Pierce de espaldas a mí preparando el desayuno.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó Pierce.

—Resaca, ya sabes. —Dije sentándome en el comedor.

Él seguía cocinando, ciertas veces volteaba a verme.

—Ayer tomaste mucho, y no sabía dónde vivías así que la única opción que tuve fue traerte aquí. —Dijo caminando hasta el comedor.

—No hay problema. —Dije con la mano en la cabeza, tenía un fuerte dolor—. Yo hubiera hecho lo mismo.

Pierce se limitó a sonreír.

—Aquí tienes. —Dijo, poniendo su plato y el mío en la mesa, se sentó y comenzó a comer.   

—Estaba todo muy rico, Pierce. —Dije levantándome y llevando el plato a fregador.

Pierce hizo la limpieza en la cocina, y mientras él hacia eso yo subí a su habitación por mi celular. No recordaba donde lo había dejado por lo que tuve que revisar toda la habitación de Pierce. ¿Qué tan borracho pude estar ayer para haber perdido mi celular?  De pronto escuche como sonaba, seguí levantando los cojines, las sabanas, etc. Entonces, lo encontré debajo de la cama, justo en una esquina. Lo desbloqueé y casi me da un infarto al ver que tenía quince llamadas pérdidas de Mason, más cinco mensajes más.

Abrí el whatsapp y le escribí.

— Hola amor.  10:30 am

Mason:

—Last seen today at 10:34 am

—¿Estás ignorándome?  11:00 am

—Lo siento por no responder. 11:01 am

—Ayer fue un día agotador, tu sabes y... llegué muy cansado a casa, me quedé dormido temprano. 11:02 am

Mason:

—Last seen today at 11:04 am

Me di por vencido y dejé de escribirle, comprendo que este enojado. Me senté en el sofá que estaba dentro de la habitación de Pierce y miré por la ventana que dejaba ver el jardín, y más allá del jardín estaba la casa de Riley.

—¿Qué piensas? —Dijo Pierce, entrando a la habitación—. ¿Tiene que ver con Riley? Te veo mirando su casa.

En cuanto Pierce entró a la habitación se dirigió a su cama y se sentó, yo aún estaba en el sofá.  Me quedé en silencio algunos segundos, pensando si contarle o no sobre mi situación con Riley, pero me arrepentí.

—No, claro que no. —Dije rascando mi nuca.

—Si tú lo dices… —Dijo.

Me levanté del sofá, agarré mis zapatos, me los coloqué.

—¿Dónde dejaste mis llaves? —Pregunté dando vueltas, buscando las llaves alrededor de su cuarto.

—¿Ya te vas? —Preguntó levantándose de la cama y caminando hasta la mesa de noche— Aquí están.

—Gracias. —Dije agarrando las llaves—. Gracias por lo de anoche, te debo una.

—No hay problema. —Pierce sonrió.

Salí de la casa de Pierce por la puerta principal, caminaba hasta mi auto y entonces fue que lo vi. Riley estaba sacando a pasear al cachorrito que dejó Noah, un rotwailer. Él levantó la vista y se formó una sonrisa en su rostro cuando me vio, se estaba acercando a mí poco a poco.

Everything has changed. (Gay) - En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora