Capitulo 24: Te quiero, viejo.

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Entré al hospital, caminé hasta el consultorio de Jake Garrett, mi primo y le pregunté al idiota en que habitación se encontraba mi padre. Él se ofreció a acompañarme, pero me negué.  Caminé junto a Riley  hasta encontrar la habitación.

Me quedé parado viendo el número de la puerta, pensaba si debía entrar o alejarme. Miré a Riley por encima de mi hombro, mi mirada no reflejaba otra cosa que no fuera miedo, miedo a lo que podría decirme George. Riley se acercó a mí, puso una mano en mi hombro y me dedicó una de aquellas miradas que dicen que todo saldrá bien.

—Tienes que entrar, Cal.  —Susurró.

Giré la perilla de la puerta, y empujé un poco la puerta dejando ver un poco mi cabeza. George al escuchar el ruido se giró hacia mí.

—Pasa... —Dijo con dificultad.

Al verlo de aquel modo sentí algo dentro de mí, me dio lástima tener esa imagen de mi padre frente a mis ojos. Su cara y cuello estaban hinchados, y cuando hablaba entre lo que decía una tos aparecía impidiendo terminar lo que quería decir. Me acerqué a él junto a la camilla.

—¿Crecí de acuerdo al plan, papá? —Dije con nudo en la garganta y lágrimas apunto de salir—. ¿Crees que estoy perdiendo mi tiempo siendo alguien quien no debería ser?

—Caleb... —Intentó hablar, pero lo interrumpí.

—Mírame, esto es lo que soy y no me puedes cambiar. —Dije mirando la tristeza que sus ojos transmitían—. ¿Dónde quedó aquella promesa, papá? ¿A dónde mierda se fue? Dijiste que siempre estarías conmigo sin importar qué, pero... joder me dejaste solo.

Mi papá me miraba en silencio, a veces intentaba hablar o hacía uno que otro gesto. Tenía tanto miedo de verlo, pero en cuanto crucé esa puerta y lo vi supe que algo en el había cambiado, entonces me armé de valor y caminé hasta él. Tenía que decirle todo lo que me había guardado, todo lo que me.estaba matando.

—¿Sabes lo que pase por tu culpa?  —Lo miré unos segundos—. No lo sabes, ¿cierto? —Negué con la cabeza—. Estaba muriendo por dentro, papá. Todo esta situación contigo, mis amigos, mi mamá.  ¿Sabías que ella me dejó solo? —Mi papá se sorprendió al decirle aquello—. Si, lo sé es difícil de creer, pero lo hizo. —Me alejé un poco de la camilla para ver por la ventana de aquel frío hospital—. Todo me tenía mal. 

—Caleb, hijo. —Dijo mi papá después de un largo tiempo—. Escúchame.

—Pensé que tu no tenías hijos. —Dije fríamente, odiandome internamente por haber dicho esto—. ¿Qué paso con el "No tengo un hijo gay, y no lo tendré" o "No pienso como gay"? —Suponía que mi cara estaba roja de tanto llorar por la rabia, por esta frustración que llevaba dentro—. Dime papá, ¿Qué sentiste al largarme de tu casa? ¿Qué sentiste al verme muriendo en este mismo hospital hace un año y medio? Cambiaste tanto, solías ser mi héroe, papá.

—L-lo siento tanto, Caleb. —Dijo débilmente, dejando caer repentinamente unas cuantas lagrimas—. Lo siento por todo lo que te dije aquel día,  lo siento por haberte largado de la casa, lo siento por haber sido la razón por la cual tu madre te dejó solo, lo siento por ser tu papá. Yo no te escogí como hijo, Caleb.

Al escuchar estás palabras me acerqué a él.

—Yo no te escogí como papá, George. —Lo pronuncié en su mismo todo—. Parece que nada te importa.

—Sabes algo... —Hizo una pausa para tomar aire—. Me di cuenta que no intentaría cambiarte, eres como eres y así debería aceptarte. Eso es lo que hacen los papás, ¿no? —De pronto dejó de hablar por unos segundos, de nuevo aquella tos apareció. Cuando se recuperó, habló nuevamente—. Pero yo no soy un buen papá, nunca lo fui, ya que, te fallé, me fallé a mi mismo. Le fallé a tu mamá.

Agarré su mano, apretándola sutilmente. Me seguía doliendo verlo así y por más que sintiera un pequeño rencor hacia él, era mi papá y no quería verlo morir.

—Estoy muy arrepentido, Caleb. —Me dijo—. Disculpame, por favor.

—Te disculpé desde el primer instante en que entré por esa puerta, papá. —Dije tratando de sonreír y de alguna forma él también sonrió.

Comenzó a respirar con dificultad, y comenzó a tocer.

—¿Qué tienes, papá? —Pregunté—. Mamá dijo que estabas muriendo.

—Así es. —Dijo con un hilo de voz—. Tengo cáncer de pulmón, y esto poco a poco acabará conmigo.

—¿Por qué te está pasando esto a ti?  —Dije rompiendo a llorar.

 

  —Cuando tenía tu edad fumaba mucha mrihuana, creo que ahora estoy pagando. —Dijo.

—¿En qué etapa estás? ¿Ya hablaste con Jake sobre esto?  ¿qué probabilidades hay de que... —No terminé de hablar ya que mi papá me interrumpió.

—¿De qué muera? —Preguntó.

Negué con un movimiento de cabeza. —De que vivas.

—Jake junto con otros doctores dicen que estoy en la etapa 0 donde el cáncer se encuentra sen un solo sitio. —Hizo un pausa, tomando aire para luego seguir—. Creen que debo someterme a una cirugía para extirparme el tumor.

—No quiero que nos dejes. —Dije—. No ahora que todo está bien entre nosotros.

—Tampoco quiero dejarlos, tu mamá y tú son lo más bonito que me ha regalado la vida. —Me levanté para darle un abrazo, sentir de nuevo el amor de un padre—. Pero... solo hay que esperar.

—Hay que tener esperanzas. —Dije separándome de él.

—Caleb, la esperanza se disfraza y deja de existir. —Me preocupa que hable, ya que se le dificulta. Además cuando respira se escucha un sonido extraño.

—Sé que saldrás de esta, eres fuerte.  —Dije sonriéndo para animarlo—. Te quiero, viejo.

—También te quiero, Calebsito.

Sonreí al volver escuchar ese nombre salir de su boca. Me sentí bien después de tanto tiempo.

Me decidí quedarme un rato más, entonces le escribí a Riley por WhatsApp.

Caleb:

—Me quedaré a acompañar a mi papá. 9:00pm

—Puedes volver a casa, yo encontraré la forma de volver. 9:00pm

Riley:

—Esta bien, pero llámame y vendré por ti. No importa la hora.

Me acomodé en el sofá junto a la camilla y encendí la televisión, conversé con papá sobre todo lo que nos perdimos de nuestras vidas este último año. De pronto, papá se quedó dormido y al verlo  así me puse nostalgico, comencé recordar mi infancia junto a él. Recuerdo cada tarde cuando esperaba a que llegara del trabajo para que me llevara al parque a columpiarme por horas mientras que él me empujaba y yo sentía que volaba. O cuando me enseñó a manejar la bicicleta, tantas caídas, cuando le decía "Papá, no me sueltes que tengo miedo". Ahora me da tristeza ver como todo ha cambiado, y a pesar de que el tiempo ha pasado,  a pesar de todo, sigo queriéndolo. 

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Hola c:

Estuve días pensando como haría este capitulo, tuve que reescribirlo varias veces y al final salió esto. Espero que les haya gustado porque me esforcé escribiéndolo.

Si encuentran algun error o me equivoqué de nuevo con los nombres, por favor diganme.

-Kath.

 

Everything has changed. (Gay) - En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora