Capitulo 13: ¿Estas bien?

7.8K 424 205
                                    

Noté que alguien me tocaba el hombro repetidas veces y una voz gruesa gritar mi nombre, y por fin me di cuenta que se trataba de Mason.

-¡Mason! –Exclamé, dándole un manotazo en la muñeca.

-¿Caleb? ¿Qué demonios te pasa? –Mi novio me miraba con ojos de loco.

Estaba sentado en mi cama y tenía una mano en mi hombro. Vi la luz del sol penetrando por la cortina y comprendí que se me hizo tarde.

-¿De qué hablas? ¿Qué haces aquí? –Dije aturdido, y cuando intenté pasarme la mano por el cabello, me metí sin querer el dedo en el ojo. Era como si estuviera tomado.

-Acabo de llegar del colegio. ¿A caso se te olvidó que hoy es el juego? Son las once de la mañana y el despertador está casi sin batería porque debe de haber estado sonando tres horas seguidas. ¿No lo oíste? ¿No escuchaste nada? –Mason se quedó mirándome, tratado se averiguar si estaba drogado, borracho  o simplemente enfermo-. Cuando llegué te apagué la alarma y tú ni te moviste; incluso pensé que estabas muerto.

-No estoy muerto. Sólo estoy cansado. –Intenté sacarme de encima a Mason, pero no era tan fácil-. Estoy bien. De verdad.

-Ni te enteraste que sonaba la alarma y no despertaste sino hasta que te grité. ¡Tú no estás bien! –Se acercó más a mí para ver si no tenía los ojos rojos o pupilas dilatadas-. ¿Estás consumiendo drogas, Caleb?

-No, Mason. –Dije apartándole la mano. Por fin me soltó y pude volver a acostarme- Simplemente estoy cansado. Creo que estoy enfermo.

-¿Enfermo? Pero si no has salido de casa en tres días. –Dijo.

-Vete y déjame dormir.

-¿Y no piensas ir a ver el partido hoy?  -Preguntó Mason.

-Supongo que no. Estoy enfermo. –Agite las manos por encima de mi cabeza, indicándole con aquel gesto que se fuera.

-Si para la tarde que regreso no te levantas, te llevaré al médico. –Mason cedió por fin y se levantó de la cama-. Y pienso decirle que te hagan un examen para buscar indicios de droga. ¿Quedó claro?

-Clarísimo –Murmuré con la boca pegada a la almohada.

En cuanto se fue, me giré en la cama e intenté despejar un poco mis ideas. Lo que más deseaba era volver a dormir, me tapé con las sábanas y me acurruqué en la cama y me dormí de nuevo.

Me obligue a salir de la cama a las seis de la tarde, antes de que Mason llegara, para demostrarle de este modo que seguía viva. Cuando llegó a casa, después del juego me obligó a tomarme unas pastillas, bebí una lata de Coca-Cola y me dejé caer en el sofá. Busque en los cojines del sofá el control para ver alguna serie que me distrajera un rato, pero en eso sonó mi celular. Lo saqué del bolsillo de atrás y revisé, era un mensaje. Casi escupo la soda, me sorprendí al ver que el mensaje era de Riley.

Everything has changed. (Gay) - En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora