Un miércoles por la tarde, habíamos salido del colegio nos tocaba practica de futbol americano, seguía siendo el mariscal, era el que mejor jugaba y no creo que quieran sacarme del equipo sabiendo que se acercan los últimos juegos. Estábamos practicando nuevas jugadas, y me pareció raro que Riley no se hubiera aparecido por el juego.
Faltaba una hora para que la práctica acabara, y por fin Riley se dignó a aparecer.
-Llegas tarde, Tratcher. –Dije sin mirarlo, en un tono frío.
-No me jodas la vida, Benneth. –Dijo él formándose junto a los otros.
-Háblame bonito. –Lo reté con la mirada.
-Chúpame la verga, mejor. –Dijo riéndose.
Los otros chicos también se rieron, Brent siguió haciendo bromas acerca del comentario, este era mi campo y aquí si podía desquitarme sin ponerles un solo dedo.
-Tratcher y Kaisser, no jugarán el próximo partido. –Les dije sonriendo.
-No seas tan hijo de puta, Cal.. –Se aclaró la garganta- Caleb. –Corrigió Riley.
Era la primera vez que me hablaba como antes, como cuando éramos amigos. Aunque después corrigió siempre solía llamarme Cal.
-Benneth, pareces marica. –Dijo Brent acercándose- Oops, se me olvidaba que lo eres.
Todos rieron nuevamente, pero los fulminé con la mirada. Riley y Brent ahora eran amigos, parece como si se empeñará en hacerme sentir mal, como si quisiera hundirme. No iba a dejar que él arruinara mi vida.
Me acerqué a él con unos pasos y le susurré. -Te enseñaré que tan marica puedo ser.
Sonreí y me aleje de ellos para retomar mi posición. Todos hicieron lo mismo. El juego terminó y todos se fueron a cambiar yo me quede hablando con Liza, la hermana de Elena. Luego fui a mi auto y no me gustó con lo que me encontré.
-¿Qué carajos haces, Brent? -Dije gritando al ver que había destrozado mi auto.
-Arreglo tu auto, ¿no es obvio? -Me contestó sarcástico.
-¿Qué te pasa conmigo? –Le pregunté furioso- ¿Por qué me cagas la vida?
Dije en un hilo de voz, tenía el puto nudo en la garganta. Caminé hasta el maletero y saqué el skate, me dispuse a andar alejándome de allí.
-Te mereces esto y más, Benneth. –Gritó Brent al verme desaparecer.
No llevaba ni una cuadra lejos del colegio, y sentía que ya no podía con mi vida. Mis lágrimas rodaban por mis mejillas, y por más que hacía en limpiarlas ellas seguían saliendo. Paré en el parque que está a unos metros de mi casa, me senté y me abracé las rodillas contra la cara. No sé si me explico bien. Los hombres también lloran, y eso era todo lo que quería hacer en aquel momento.
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Everything has changed. (Gay) - En edición
Romance¿Cómo te sentirías al ocultar tu verdadera forma de ser? ¿Tener que actuar todo el tiempo para que las personas no se decepcionen de ti? ¿El tener que ocultar tus sentimientos? ¿Cómo te sentirías?Seguramente como yo, decepcionado de ti mismo. No es...