❥Erick Brian Colón

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Todo en mi vida ha sido un asco. He pasado por varios hogares con familias que se supone me quieren, pero yo se que nada más me tienen lastima cuando me ven en los orfanatos, así que por eso siempre me escapo aunque nunca sirve de nada porque siempre me regresan a esos lugares.

Dentro de poco cumplo los 18 años y eso significa que el estado no me cuidará más y aún no se que voy a hacer para mantenerme.

En el orfanato me tratan como a cualquier persona mayor de edad, así que he decidido empezar a hacer las maletas desde ahora, por el simple hecho de que entre más rápido salga de este lugar mejor.

Y así fue, llegó el día que se supone es mi cumpleaños y pude irme al fin de ese lugar. Cuando vivía con familias, me daban dinero que nunca gasté porque sabía que un día lo iba a necesitar y justo ahora sí lo necesito.

Decido entrar a una cafetería para comprar algo de comer, pero mis planes cambian cuando escucho que van a robar la caja registradora. El ladrón al verme entrar me dispara y así termino en el piso, sin poder moverme y sin poder ver a mi alrededor.

Sentía todo oscuro, hasta que sentí choques de electricidad pasando por mi cuerpo y aunque evité abrir los ojos, termine despertando de esa terrible oscuridad.

Cuando desperté estaba en una habitación blanca con un joven de mi edad acostado en la silla de la habitación. Al verme despertar solo llamó al doctor y salió, al menos pude ver sus ojos. Eran verdes y se notaba que podía decir todo con solo una mirada.

El doctor me explicó lo que pasó, la bala atravesó varios músculos y aunque no daño mucho ningún órgano, perdí mucha sangre y casi muero, pero lograron conseguir un donante a tiempo.

También me comentó que el joven me ayudó y vino conmigo en la ambulancia, gracias a él estoy viva, el fue quien me donó la sangre.

El único problema que vi cuando el doctor salió de la habitación, fue que el dinero ya no me iba a alcanzar para pagar los gastos médicos y que no iba tener como comprar los medicamentos para cuidarme.

El chico entro a la habitación y lo escuché preguntarme algo que no entendí:

-¿Cómo te sientes?

-¿Qué?- Dije un poco confundida.

-¿Cómo te sientes ahora?- Y ahí pude darme cuenta de su acento, creo que viene de Cuba.

-Pues creo que bien, pero tengo una pregunta.-Contesté.

-Dime.-dijo intentando animarme.

-¿Por qué me ayudaste?

-La verdad, no podía no venir contigo. Se veía que no tenías para donde ir porque ibas con tu mochila. ¿Hice mal?- Respondió calmado.

-No, pero nadie me hubiera extrañado si no estuviera. ¿Cómo te llamas?- Pregunté cambiando de tema

-Erick , ¿y tú?

-Ni yo sé, me han cambiado varías veces le nombre y tampoco tengo documentos o algo así. Mis padres me abandonaron cuando nací y en el orfanato nunca me dieron nombre, así que llámame como prefieras.- Intenté explicarme bien pero no se si me entendió.

-Oh, lo lamento. Te voy a llamar Sol. Cuando vine contigo sentí una energía especial.- Hizo una pausa.-Mereces ser feliz, aunque no te conozca bien, veo que no tienes malas intenciones.

-Gracias, eres como mi ángel Erick, si no fuera por ti, ya no estaría en este mundo hablando contigo. Ahora debo pensar como pagar los gastos médicos.-Dije ya desanimada.

-Yo los voy a pagar.-Dijo decidido

-Claro que no Erick, ya hiciste mucho con ayudarme y acompañarme. A parte, ¿Cómo lo pagarías?

-Tengo amigos que me ayudaran y no creas que te voy a dejar sola.-Dijo Erick con un tono de voz que solo te dan cuando es la opción final.

-Bien, pero te pagaré todo cuando tenga dinero.- Acepté molesta porque no quiero que crea que me voy a aprovechar.

-Y como se que no tienes lugar para ir, vas a vivir conmigo, ya que no tienes a donde ir.

-Erick, ya es mucho. No me voy a aprovechar de ti.

Hizo como si no hubiera hablado y volvió a comentar:

-Voy a hablar con alguien y ya vuelvo.- Y salió de la habitación dejándome sola. Pasaron diez minutos y volvió con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué pasó? Vienes con una sonrisa como del gato de Alicia en el país de las maravillas.- Dije riéndome un poco.

-Pues que como voy a hacer muchos viajes, pedí que me ayudaran a sacar tus documentos para que me acompañes.- Respondió como si nada.

-Erick, amo que hagas esto, pero vas a gastar tu dinero en mi y no quiero que hagas eso. Ni siquiera sabes si voy a robarte o algo así- Dije intentando convencerlo de que no había hecho lo correcto

-Tarde Sol, me vas a acompañar. No voy a dejarte sola nunca, nos conocemos hace unas horas, pero te voy a cuidar con mi vida.- Dijo haciendo que me salieran unas lágrimas traicioneras.

-Gracias, no deberías hacer esto pero lo haces. Tienes un gran corazón.- Dije haciendo que él me abrace.

Días después ya podía salir del hospital, así que Erick me llevo a sacar mis documentos y la visa para poder viajar.

Me presentó a sus amigos y a su mamá.

Resulta que hace parte de una Banda juvenil que conquista miles de corazones, y de las cualidades más destacadas por sus fans de Erick son sus ojos, de los cuales me estoy enamorando.

Es muy fácil perderse en esos ojos.

Por fin voy a empezar con mi vida junto a mi Ángel guardián.

Sé que voy a perderme por mucho tiempo en esos ojos que me salvaron de quedarme sola en el mundo.

One Shots CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora