❥ Joel Pimentel + nuevos pedidos

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Hola.

Muchas gracias por las treinta mil leídas, me siento feliz de decir que en serio la historia tiene tanto apoyo, así que, sorpresa, las primeras dos personas que quieran que escriba un pedido, pueden comentarlo, solo aceptaré dos, los cuales se subirán luego de los últimos cuatro que me faltan, espero sí participen en los pedidos bonus, una vez más, muchas gracias por todo.

Este pedido no tuvo especificación del género, solo del chico, pero quería que lloraran conmigo, así que por esto le escribí a mi gusto.

Espero les guste.

mar.

Cuando te enamoras, tienes dos opciones, o al menos esas fueron las que yo consideré eran las únicas que existían, sumergirme perdidamente en el amor que tenía por él, o sentirme insegura y dañar todo lo que había intentado construir junto a él. ¿Qué hice? Ambas, la luz de mis ojos era su sonrisa, escucharle cantar era para mí un remedio bendito a todo mal, pero si algo he aprendido, es que a la vida no le gusta verme feliz, le gusta verme de rodillas con el corazón en la mano rogándole.

Veintisiete, un número, un día, abril, una palabra, un mes, juntos, una fecha, el veintisiete de abril, hace siete años atrás, lo perdí, junto a la última pizca de felicidad que brilló en mis ojos por aquellos días. Tal vez por eso es que la vida no me dejó ir con él, porque quería disfrutar mi dolor.

—¿Estás segura de que no quieres venir? —me pregunta cabizbajo.

—Sí, no quiero incomodar amor, va a ser un día familiar, y ha pasado un buen tiempo desde que no compartes mucho tiempo con ellos. —digo, en parte es verdad, sé lo mucho que extraña a su familia, pero si voy, me expongo a que su mamá me odie, o sus hermanos, o su abuelita, no quiero sentirme rechazada por ellos siendo tan importantes en la vida de mi novio.

Bien, solo que, la próxima vez que vaya, vendrás conmigo, mi madre está ansiosa por verte, bueno, no solo ella.sonríe un poco nervioso.

Beso su mejilla en señal de despedida y lo dejo ir.

Probablemente fue el peor error de mi vida, si él se iba, debíamos ser los dos.

Señorita, ¿es usted familiar del dueño de este teléfono?dice la voz que suena por el altavoz.

Soy su novia, ¿por qué? ¿Le sucedió algo?contesto ya nerviosa.

El joven viene con nosotros en una ambulancia, usted es el número de emergencias que tiene registrado.

¿Qué sucedió? Dígame si está grave.

Es posible que no pase de hoy.esas palabras fueron lo único que necesité para desplomarme en el suelo y llorar abrazada a mis rodillas, el hombre antes de colgar me dijo el nombre del hospital. Me permití sufrir cinco minutos, ni uno más, ni uno menos.

Desde el día en que decidimos mudarnos juntos, escribimos en una libreta los números de teléfono a los cuales debíamos recurrir de haber una emergencia, claramente están los que son líneas de atención nacional, pero también están los de nuestros familiares más cercanos. Corro por todo el apartamento en busca de la libreta, hasta que la encuentro refundida en el escritorio del estudio, mis dedos se deslizan por las hojas, el nombre de su hermano mayor aparece ante mis ojos, es mejor que se lo diga a él que a su madre, puede que Emanuel sepa cómo manejar las cosas.

One Shots CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora