❥ Erick Brian Colón

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¿Qué tal mi sorpresa?

Me emociona mucho poder escribirles esto, poder decir que casi que estoy de regreso. No ha sido fácil porque veo que cada día llega gente nueva para leer estas historias, pero lo intenté, y aquí está, son más de tres mil palabras para este pedido.

Así que Camila, linda, disfrútalo.

Besos,

~m a r

Cierro los ojos y escucho su voz, esta es mi parte favorita del día, cuando él canta para que me duerma.

—Te extraño Cami—dice unos segundos después de dejar de cantar—, ¿en serio que no puedes venir mañana?

Se me arruga el corazón de imaginar lo que está sintiendo, abro mis ojos y enfoco la mirada en la pantalla buscando ver su rostro.

—No amor, mi mamá me salió con eso a última hora y no puedo faltar, me odiaría de por vida si lo hago.

—¿Y si te llego a odiar yo?

—No me digas eso, por favor Erick—se me forma un nudo en la garganta—. Mira, apenas pueda salgo corriendo a Miami.

—Que descanses Cam.

Sé que está dolido, ni siquiera espera a que yo me despida sino que cuelga.

Doy vueltas en la cama toda la noche hasta que logro conciliar el sueño.

...

—¿Sí crees que fue lo mejor? —pregunto ansiosa cuando vamos los dos en el carro.

—Mira Cam, un poco más de emoción al momento es lo mejor para Erick, está destrozado porque cree que no vas a venir, pero apenas te vea, todo va a mejorar.

Confié en Christopher para planear esto y aunque a veces dudaba de su capacidad para guardar el secreto, no me decepcionó, fue un sol y además me ayudó a escoger el regalo de Brian.

Acomodo mi cabeza para mirar a la calle mientras intento dormir, es mi salida fácil para evitar sentirme mal y atemorizarme por la reacción de mi novio.

<<— ¿Y si te llego a odiar yo?

Son sus palabras las que rompen mi corazón. ¿Le digo la verdad? ¿Le sigo mintiendo? ¿Será mejor no ir?

—No me digas eso, por favor.

...

—Hey, Camila, llegamos.— dice Chris sacudiendo mi hombro suavemente para despertarme.

—¿A dónde? ¿Hay una cama?— arrastro las palabras mientras me estiro perezosamente en la silla del carro.

—Joel se está quedando en un apartamento para esperar a la fiesta de Erick, le expliqué que necesitabas un lugar para quedarte sin que él lo supiera y ofreció su humilde morada.— me tiende su mano y salgo del carro aferrándome a ella.

Rasco mis ojos, para cuando los vuelvo a abrir Christopher está bajando mis maletas. Inmediatamente se las quito, no siendo brusca, claro está.

—¿Qué pasa?

—Nada, es solo que sé lo pesadas que están y no me parece justo que las cargues.— explico apenada.

One Shots CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora