-No, por favor no-sollozaba la chica en la sala de espera del hospital-. Él no se merece nada de esto señor. No lo dejes ir.Se lamentaba todo lo que había sucedido.
Todo el día fue perfecto, una cita en el cine, parque de diversiones toda la tarde, y para finalizar iban a dormir juntos en el apartamento de la chica.
Después de tomar sus cosas del casillero que habían rentado en el parque, se decidieron por ir a pie hacia su destino, ya que no quedaba muy lejos y preferían ir a solas.
En la última esquina antes de llegar, tenían que cruzar para poder entrar a las torres, pero ninguno contó que luego de haber mirado hacia los dos lados un loco borracho se interpusiera en su llegada al apartamento.
El auto iba a impactar en el cuerpo de la pelinegra, pero su novio fue más rápido. Arriesgó su vida por la de ella. La empujó al suelo, haciendo que el auto terminara afectándolo a él.
Su teléfono no había sufrido mayor daño, por lo que no espero a que salieran los celadores y guardias de los alrededores, sino que llamó por sí misma una ambulancia.
No se dio cuenta cuando llegó, pero el tiempo le pareció eterno. Ver a Joel sangrando e intentando formar palabras que terminaban siendo simples sonidos guturales. Sus oscuros rizos se habían empapado de sangre, por lo que estaban pegajosos y aún más enredados.
Ella apoyó la cabeza del chico en sus piernas mientras le contaba historias para que no cerrara sus ojos, porque sí algo sabía, era que, en el caso de Joel, sí llegaba a cerrarlos estarían en graves problemas.
No le importó en lo absoluto el estado del conductor del vehículo, podía estar muerto, pero eso a ella no le importaba, solo importaba Joel.
En la ambulancia dieron mayor prioridad a la salud del chico, que evidentemente estaba entre la vida y la muerte. Pero uno de los acompañantes de la ambulancia le había ofrecido curarle los raspones, y dar atención a su brazo, que, sin haberse enterado, probablemente lo tendría roto.
Ella sin preámbulos lo rechazó bruscamente, diciéndole que su atención y cuidados debían estar puestos en la salud de su novio.
A penas llegaron al hospital ella se apartó de la camilla para que pudieran llevarlo lo más pronto posible, aunque tuvo que poner mucho de parte para no salir corriendo como desquiciada para obligar a los médicos a dejarla seguir acompañando a Joel.
Cuando ya estaba fuera de su vista, pidió ayuda a una enfermera para encontrar la sala de espera en la que se debía ubicar para sufrir por una eternidad.
A penas encontró el lugar sacó su teléfono para avisar de su ubicación a la mamá de Joel, quien al enterarse entró en un estado de shock. Pidió todos los datos que se le pudieron ocurrir acerca del estado de su hijo, pero lamentablemente ella no pudo responder ni a la mitad.
En menos de quince minutos ella ya se encontraba en las mismas sillas que la chica esperando por información de su hijo.
Dos horas más tarde cuando ellas estaban cabeceando por el sueño, salió un doctor en busca de familiares de Joel Pimentel de León. En el momento que escucharon el nombre se levantaron para ir hacia el doctor.
Luego de hablar en términos médicos que ninguna de las dos entendió, el hizo una simplificación de su discurso: Joel entró en coma.
Instantáneamente Emmanuel, hermano mayor del chico llamó a su madre para pedirle información de Joel, y aunque esperaba no saber algo tan grave, terminó llevándose una sorpresa. Pidió autorización a su madre para poder hablar con Gabriel e Israel de la situación.
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One Shots CNCO
FanficSituaciones extrañas que a veces pasan por mi cabeza, siendo los integrantes de CNCO los protagonistas. ¿Te animas a entrar?