❥ Joel Pimentel

1.4K 59 4
                                    

Pedido por: Chofiii21

Unas semanas atrás, había llegado una persona que estaba empezando a afectar la relación de los dos chicos.

Según ella le decía, era un amigo de su infancia. Tal parece que la había reconocido en el centro comercial, donde se hallaba buscando un regalo para su novio, ya que estaba a pocos días de cumplir años.

-¡Sofía!-Escuchó que la llamaron, pero no se detuvo para ver quién era, ya que en en el lugar debían existir muchas más Sofías.

Siguió vagando por las tiendas, hasta que sintió que alguien la tomaba de los hombros. Iba a gritar, pero en ese momento reconoció al joven.

-Marcos.-Susurró solo para que él la escuchara.

-Sí, soy yo.- El aflojó su agarre y le dio un abrazo

De ahí ambos empezaron a narrar las cosas que habían pasado en su vida durante esos años que no se habían hablado.

Sofía y Marcos estudiaron juntos desde sus primeros años de vida, pero para el cumpleaños número doce de ella, sus papás le dieron la noticia de que se irían a vivir a Miami. Ella desde pequeña siempre había querido vivir por esa zona, pero en ese momento, tenía un ligero enamoramiento de su mejor amigo.

No quería irse y perder el contacto con Marcos, pero después de unos meses algo sucedió, por lo cual dejaron de hablar.

Llegó un punto en el que ella se olvidó de la existencia del chico y empezó a fijarse en todo lo que la rodeaba.

Fue feliz, tuvo muchos amigos. Aprendió muchas cosas de las cuales no se arrepiente. Cada cosa que vivió, cada paso que tomo, la llevaron a encontrarse con el que cree es el amor de su vida.

-Y dime, ¿tienes novio?- En ese momento sintió que le cayó un baldado de agua fría. Se había perdido tanto en la conversación, que había olvidado que a las seis, Joel le había pedido encontrarse.

La última vez que había visto el reloj, eran las cinco en punto. Al revisarlo en ese momento, se dio cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Eran las seis y treinta de la tarde.

Tenía cantidad de llamadas de su novio y miles de mensajes.

Desde ese día empezaron las peleas.

Cada vez que pasaba algo, corría a los brazos de Marcos, en vez de ir a los de Joel.

Nunca tuvo el valor de hablar con Joel, porque sentía que le echaría en cara la cantidad de veces que lo había dejado solo. Pero el lo único que buscaba era poder conversar con ella, y entender el porqué de su alejamiento.

Fue una semana totalmente triste y desolada para ambos. El chico siempre esperó una llamada, al igual que esperó que atendiera alguna de las tantas veces que había intentado comunicarse con ella. Por el otro lado, estaba la chica con un peso terrible sobre sus hombros. Sabía que Joel estaba celoso, pero también sabía todo lo que estaba provocando la existencia de Marcos en su vida.

No solo le iba a dar un pase para buscar otra chica a la cual alejar de su novio, sino que también le daría una buena cachetada y una patada donde no debería.

El día en que tuvo la peor pelea de esa semana, fue corriendo a la casa de su amigo, esperando que el la ayudara. Su madre la dejó pasar y ella subió directamente a la habitación

Vio, o más bien, escuchó la especie de plan que tenía para alejarlos. Tal parecía que había usado una chica para atraer a Joel y que este la botara, para así Marcos quedarse con ella.

Según había entendido, nada había dado resultados.

Se sentía una completa basura. Todo era por su culpa.

Para el día del cumpleaños de su novio, hizo todo lo posible para hablar con él.

En la mañana, fue a su casa a ayudar a su madre a prepararle un buen desayuno al chico.

Subieron juntas a la habitación, con un pequeño pastelito en un lado de la bandeja que tenía una vela. Empezaron a cantar las mañanitas para así despertarlo.

Él creyó que solo estaba su madre, pero al ver a Sofía, sus ojos empezaron a brillar por unas cuantas lágrimas que se le habían acumulado.

Recibió el desayuno y su madre los dejo solos. Tuvieron mucho tiempo para hablar. Ella le contó toda la verdad y como se sentía.

Lo único que él quería hacer era callarla con un beso y decirle que entre más rápido le dijera adiós a Marcos, pronto se sentiría bien consigo misma.

Al terminar el relato, él dejo besos por su cara.

Pasaron la mañana entre besos y risas. Se dieron cuenta de lo miserables que podían llegar a sentirse si estaban peleados.

En la tarde, cuando iban a bajar a almorzar con la familia de Joel, él la detuvo a la mitad de las escaleras para dejar un beso en la comisura de sus labios. Le susurró que al día siguiente no iba a responder por cómo dejaría al pobre Marcos.

Sofía lanzó una pequeña carcajada. Ella sabía que él no mataría ni una mosca, pero si tenía muy claro que si llegaba a proponerse eso, lo iba a hacer.

-Lamento toda esta semana.

-Lo que importa ahora es que ya estamos juntos.

Entrelazaron sus manos y por fin bajaron al comedor.

Sus ojos demostraban todo aquello que sentía el uno por el otro.

Después de todo, no la tendría fácil quien intentara separarlos, si es que llegaba a lograrlo.

One Shots CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora