Capítulo 17: Gracias.

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4 de Diciembre de 2018

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4 de Diciembre de 2018.


Abigail.



—Y bien, aún no me dices que haces aquí—dije comiendo el sándwich que Daniel me había preparado.

He descubierto que muy probablemente los sándwiches de este hombre son mi segunda comida favorita. Segunda, porque los tacos de México son la primera por siempre y para siempre.

—¿Todavía que te alimento me tratas así? Qué mala persona eres—se hizo el ofendido.

—Está bien, lo siento, solo llegaste en un mal momento—dije levantándome para quedar frente a él—. Gracias por alimentarme, amigo insecto.

Le di una palmada en su hombro.

—Tus agradecimientos son muy especiales—dijo con ironía.

—¿Qué más esperas que haga? Si te pateo está mal, si te doy las gracias también—rodé los ojos—. Nada te tiene contento.

—Solo deberías de agradecerme debidamente—dio un paso hacia mí.

—¿Qué haces?—dije mientras él seguía tratando de acorralarme contra la barra de la cocina.

No sé en qué momento esto se había convertido en una escena incómoda.

Él solo me miro por unos segundos, tal vez esperando a ver que hacía y después sin más solo me besó.

¿Cree que puede besar a las personas indefensas nada más porque sí? Pues conmigo sí puede.

Le seguí el beso.

Al notar que no lo estaba alejando me tomó de la cintura para acercarme más a él y yo lo tomé del cuello. No me había dado cuenta de que se había quedado quieto hasta que yo le correspondí.

Esto estaba tan mal pero al mismo tiempo tan bien.

Me levantó y me hizo sentar en la barra de la cocina, luego enrede mis piernas al rededor de su cintura lo que hizo que sintiera una presión cerca de mi vientre, tiré de su cabello y cuando un sonido ronco escapo de él mi mente hizo contacto con mi razón y me separé. Me miró con intriga.

—¿Qué estamos haciendo? Prometimos que no haríamos esto, no mientras estuvieras en una relación—que su carita preciosa estuviera a centímetros de mi no ayudaba mucho.

Carita preciosa no, cara horrenda.

Deja de sonreír mientras me miras estúpido que no me dejas pensar con claridad y quiero volver a besarte.

—Y ya no estoy en una. Por lo cual la promesa se anula—me sonrió.

Primero le di un zape y luego lo besé de nuevo tal vez con más intensidad.

Enemigos Con Beneficios (Beneficios #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora