Canción

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Aclaración: Sakura y las Cartas Omite los hechos de Sakura Clear Cards.

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                                                         Sakura y las Cartas

                                                                            V

                                                               Carta Canción

-.-.-.-.-.-

Los días de verano estaban por irse, incluso los días de vacaciones con ellos. Mañana volverían a la rutina de levantarse temprano y estudiar, pero además de eso, para Sakura era un día muy importante. Era el cumpleaños de Tomoyo.

La jovencita de cabellos largos que se había convertida en una hermana para ella, cumplía sus quince años, y Sakura no sabía que rayos regalarle en esa ocasión.

Así que ahí estaba, caminando con los hombros caído y la mirada al piso, mientras a su lado caminaba Shaoran mirándola de reojo, un tanto preocupado por su compañera.

—¿Y qué sueles regalarle a Tomoyo? —le preguntó Shaoran a Sakura, causando que la chica de ojos verdes se detuviera en seco. Aún le costaba acostumbrarse a que Tomoyo y Shaoran se llamaran por sus nombres— ¿Qué?

—Me sigue sorprendiendo que Tomoyo te haya pedido que la llames por su nombre —ante eso, Shaoran se sonrojó ferozmente, si supiera bajo que concepto se lo pidió, estaría aún más avergonzado.

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«—Si vamos a trabajar por el bien de Sakura, deberíamos empezar a hablarnos por nuestro nombre, ¿no crees? —le había comentado la chica de cabellos oscuros con una sonrisa.

—Yo... —avergonzado corrió la mirada, después de todo, le había costado horrores atreverse a romper ese tabú, de que personas fuera de su familia lo llamaran por su nombre.

—Que no te de pena —insistió Tomoyo con una enorme sonrisa—, Sakura y yo, somos primas, así que estamos en familia, y la familia te puede llamar por tu nombre, ¿no es así, Shaoran? —y ahí estaba, la chica frente a él, había usado su nombre por primera vez, y no es que le molestara, al contrario. Tomoyo había sido para él como el ángel de los enamorados a quien llamaban cupido. Porque sin dudas, sin ella apoyándolo nunca había podido avanzar con Sakura. Le debía mucho.

—Está bien —dijo sonriéndole también—, Tomoyo.»

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—¡Shaoran! —la voz de Sakura.

—¿Eh?

—Te hablaba —comentó inflando, las mejillas—, ¿estás bien?

—Sí, solo pensaba en que podrías regalarle a Tomoyo —comentó. Sakura se cruzó de brazos.

—Siempre suelo hacerle algo por mi misma, pero este año no di a tiempo con los trabajos —soltó con un soplido agotado.

—Sigamos adelante entonces, veamos que podemos comprar en las tiendas.

—Sí.

Llegaron hasta varios locales, y pasearon por ellos, hasta que uno de los objetos llamó mucho la atención de Shaoran así que lo tomó, era una caja de música en forma de flor de loto. Sakura se asombró ante ella, definitivamente Shaoran conocía muy bien a su amiga.

—Prácticamente somos un grupo de tres desde que tenemos once años, Sakura —respondió a la respuesta no efectuada por su novia—. Las conozco muy bien, creo que podría recitar de memoria una especie de ficha de información de ambas.

Sakura lo miró, pero no porque estuviera tan sorprendida, más bien, porque había olvidado que Shaoran era una persona bastante detallista en algunos aspectos. Y pensando que toda su vida la pasó rodeado de mujeres, comprar cosas así, debería ser un tanto más fácil para él.

—¿Qué te parece? —le indicó una vez más la caja de música— Incluso te permiten grabarle una melodía —exclamó leyendo las instrucciones.

—Llevémosla —afirmó con una sonrisa—. Ya sé que melodía podemos grabarle en ella.

Tras efectuar la compra, los chicos se fueron hacia el departamento de Shaoran, donde pudieron ponerse manos a la obra.

La carta canción, apareció ante ellos y le mostraron una melodía que ésta copió para ello. Con una sonrisa en sus labios, ambos vieron como el regalo de su amiga iba tomando forma frente a ellos.

...

Sakura estaba muy emocionada por entregarle su regalo a Tomoyo, así que ni bien sonó el timbre del receso para ir a almorzar. Tanto ella como Shaoran, tomaron desprevenida a la cumpleañera, la llevaron al patio de la secundaria, y se detuvieron en un lugar un tanto apartado.

—¿Qué les pasa a ambos? —preguntó intrigada, por lo general era ella la que los tomaba a ambos desprevenidos, pero ahora el par la miraba con una sonrisa que la hizo entrecerrar los ojos.

Sakura se miró con Shaoran y luego ambos sacaron de detrás de ellos, dos paquetes. Sakura tenía en sus manos el regalo que habían comprado con Shaoran, y éste sostenía una gran caja de comida, que ambos habían preparado esa mañana.

—¡Feliz cumpleaños! —desearon en voz alta. Y sí, Tomoyo estaba tan emocionada que no tardó en sacar su celular y fotografiar lo que ambos tenían en sus manos.

—¡Muchas gracias a los dos! —exclamó al borde de las lágrimas— ¿Puedo abrirlo? —Sakura afirmó, mientras Shaoran acomodaba las cosas en el césped para empezar con el almuerzo.

Cuando Tomoyo sacó la caja musical de su envoltorio, la miró asombrada. Sakura, se acercó y le giró una pequeña llave, la flor brilló sutilmente mientras se abría para dejar escapar desde sus pétalos rosados una suave melodía. Tomoyo miró a Sakura emocionada.

—¿Esta canción es...? —no pudo continuar, la conmoción tenía a su corazón disparado.

—Es la que me cantaste para mi último cumpleaños, yo no sé cantar tan bonito —Sakura colocó las manos detrás de ella—, pero la carta Canción me ayudó a hacerlo especial.

Tomoyo miró a Sakura, y luego a Shaoran, ambos la miraban con una enorme sonrisa.

—Gracias —no pudo decir nada más. La dicha que sentía no la iba a olvidar nunca más.  

Sakura y Las CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora