Cartas Sakura
IX
Cartas Elementales
Sakura sabía que las cosas en Hong Kong no iban a hacer fáciles. Tenía esa corazonada desde el momento que su compromiso fue anunciado y, aunque todo el mundo había tratado de quitarle importancia, ahora todos sus presentimientos cobraban sentido. Observaba por encima del hombro de Shaoran como éste apuntaba con su espada al viejo consejo de Magia de China.
No tenía miedo por ella, tenía miedo por lo que podría pasarle a Shaoran por ese arrebato contra las autoridades de Magia. Iba a pedirle a su novio que se tranquilizara cuando lo vio ponerse en posición erguida, bajando su arma rápidamente.
Fue raro para la joven hechicera, ya que él solo se ponía así con... Y en eso lo sintió, la mamá de Shaoran estaba ahí. Pero, ¿cómo? Si se habían despedido de ella no hace mucho tiempo.
Antes que nadie pudiera hacer una pregunta, Ieran Li se colocó frente a su hijo vistiendo un traje chino color lila, y su abanico mágico activado.
—Cómo sabrá joven Li —dijo el anciano Zhang con una sonrisa—, si bien me mantengo como el presidente, la actual líder y juez del Consejo de Magia es su madre —Sakura observó la mueca que apareció en el rostro de Shaoran y el mascullo de la frase «Lo olvidé».
—Así que jovencita, ven para acá —le pidió Yuan con un gesto de su mano. Sakura con las manos juntas sobre su pecho y bastante cohibida, se acercó hasta la mujer mayor—. Si quieres nuestra aprobación, esperamos que venzas a nuestra líder actual, supongo que se conocen —la sonrisa un tanto siniestra a ojos de Shaoran de la señora, hizo que Sakura observara a Ieran que no quitaba sus ojos oscuros de ella—. Nunca nos había pasado esto —miró hacia atrás para ver a sus colegas—: Suegra contra nuera —agitó su mano temblorosa con entusiasmo—. Esto se pondrá bueno....
—Señora Ieran —pronunció la joven japonesa cuando la voz de Shaoran la sobrepasó.
—¡¡¿Por qué no me avisaste de esto, madre?!! —protestó.
—Quería evitar que se pusieran ansiosos —respondió a su hijo y se acercó a Sakura para poner las yemas de sus dedos derechos sobre el dije qué ésta llevaba en su chal— Sakura —se inclinó un poco—, lucha contra mí. Midamos nuestros poderes mágicos para darme la tranquilidad de que mi hijo estará en buenas manos.
—Pues yo —titubeó y miró a Shaoran que observaba a su madre lleno de remordimiento. Cerró los ojos y lo abrió con decisión—. De acuerdo, le demostraré que con Shaoran hicimos la mejor elección.
—¡Sakura! —protestó una vez más Shaoran.
—Tranquilo Shaoran, confía en mí —el muchacho cerró los ojos y soltó un suspiro antes de volver a acercarse a su novia— ¿Hoe?
—Olvídate que es mi mamá y derrótala —ante la cara de perplejidad de Sakura, continuó—. Ella no pensará en ti, ella pensará en ganar —Sakura se vio sorprendida por un par de segundo—. Tú puedes —le recordó con una sonrisa que tranquilizó a la joven—, ¡Derrotala!
—¡De acuerdo, empecemos!
—Genial —aplaudió Zhang—, esto está para no perdérselo.
Tras acordar que solo usarían los poderes elementales, Sakura se paró frente a Ieran en una especie de escudo protector que armaron los magos en el amplio patio de la casona. Shaoran estaba nervioso, conocía a su madre, habían combatido en muchas oportunidades pero no siempre había podido derrotarla.
Sakura inició el ataque, la carta del viento fue la primera que se elevó con la intención de envolver a Ieran y que ésta no pudiera atacar, pero la quijada de Sakura cayó, cuando vio como la mujer de oscura cabellera, elevaba su abanico para absorber el poder del viento y regresárselo; por suerte, Sakura fue rápida y la figura volvió a convertirse en carta. Suspiró mirando a su adversaria sin saber que otro ataque hacer, cuando la vio mover el abanico, lanzándole varios golpes de aire que esquivó con rapidez saltando hacia atrás.
—No puedes solo huir —le advirtió la mujer, elevando su abanico mientras una corriente era creada en el centro del mismo—, tienes que atacar.
—¡¡Sakura!! —gritó Shaoran, cuando observó a su madre lanzar pequeños rayos en dirección a la castaña.
—¡Tierra! —Sakura creó un muro de tierra frente a ella para evitar los ataques eléctricos que había generado Ieran.
Sakura buscó desesperada a Shaoran con la mirada, él no le dijo nada, simplemente le afirmó con su cabeza, ella podía hacerlo. Tenía encontrar la forma de derrotarla sin herirla, una forma de impedirle el ataque, o tal vez...
Entonces, recordó algo que Shaoran le había dicho una vez, quizás no funcionara otra vez, pero no perdía nada con intentarlo.
Salió rápidamente detrás del muro de tierra con las cartas del Agua y el Fuego, ambas cartas se dirigieron a Ieran con rapidez, y cuando la madre de Shaoran elevó su abanico para absorberlos, colisionaron frente a ésta, generando una densa nube de humo blanco.
—¡Ahora! —tras la mujer que tosía, apareció la carta Viento que la atrapó en un remolino para luego tomarla de las manos. Ieran movió su mano tratando de liberarse o activar su poder, cuando la jovencita con la ayuda de Tierra, creo diversos montículos de distintos tamaños para ir saltando entre ellos hasta llegar a la mano de Ieran, dio un giro por sobre la mujer y la desarmó, para caer en un nuevo montículo que creo la carta tierra.
Shaoran no podía creer lo que veía, Sakura había recordado cuando le narró como él había derrotado a su madre una vez, sonrió de lado ante la cara perpleja de los cinco magos ancianos a su lado.
Sakura desactivó la magia de sus cartas y quedó frente a Ieran con una sonrisa, entregándole su abanico de nuevo. La mujer estaba sorprendida, no podía decir que no, pero una sonrisa de satisfacción se dibujó rápidamente en sus labios.
—Bien hecho Sakura —le dijo colocando su mano derecha en la mejilla de la joven—. Todo ha terminado por ahora...
—¡Qué bueno! —exclamó casi desplomándose en el suelo, no lo hizo, gracias a los brazos de su novio que la tomaron para abrazarla.
—¡Bien hecho! —la felicitó. Sakura lo observó emocionada y volvió a abrazarlo, estaba sumamente feliz.
—Un mago no solo se basa en sus poderes —indicó Luang, otro de los hechiceros del Consejo—. Sino de la astucia del mismo.
—Y tú, jovencita, nos has sorprendido con tu forma de desarmar sin lastimar... —agregó Yang.
—Creo que eso fue un poco de inspiración de mi hijo —comentó Ieran mirando a Shaoran.
—Somos un gran equipo —afirmó Sakura con una enorme sonrisa y moviendo ambos brazos con los puños cerrados.
—Entonces —Zhang se acercó a la jovencita extendiéndole la mano—, como el presidente del Consejo de Magia, te doy nuestra aprobación y nuestra bendición para que te integres a la familia Li.
—Muchas Gracias —dijo Sakura emocionada tomando la mano del anciano, para luego mirarse con Shaoran y ambos sonreírse.
—Volvamos a casa —indicó Ieran a la pareja—, aún queda mucho que hacer antes de que ambos regresen a Japón.
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Sakura y Las Cartas
FanfictionPorque si atraparlas fue difícil, convertirlas agotador... ¡Usarlas era muy divertido! Acompaña a Sakura en su vida diaria como la dueñas de las Cartas, mientras entrena para controlar su magia y usa las cartas Sakura para distintas situaciones coti...