Voz

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Sakura y las Cartas

XVII

Voz

...




Aquel domingo estaba destinado a ser un día tranquilo en la residencia Kinomoto, al menos eso parecía si no fuera porque el guardián de las cartas Sakura estaba oculto en su cajón apretándose las orejas, sumamente enojado.

¿Por qué? Pues...

Una hora atrás.

—¿Para mí? —exclamó Sakura, señalándose. El cartero le traía un paquete internacional.

—Sí —indicó, dándole el paquete envuelto en papel marrón—. Tiene que firmarme aquí, por favor —ésta dejó a un lado lo que había recibido y firmó el papel—. Gracias —se despidió el cartero. Sakura respondió con un movimiento de su cabeza volviendo a tomar el misterioso paquete.

—Veamos quien lo envía —giró el paquete buscando el remitente y una sonrisa enorme se formó en sus labios. ¡Venía de Hong Kong y a nombre de una de las hermanas de Shaoran!

Se sentó en el descanso de la entrada y lo abrió sin perder tiempo. Dentro había una carta y varios CD's. Tomó todo con ambas manos y subió a su habitación. No quería que Touya, que estaba en la casa, viera lo que sus cuñadas le habían enviado.

Entró a la habitación, dejó los CD's sobre la cama y abrió la carta. Se encontró con una letra muy conocida: Meiling.

«Sakura, hemos hablado con mis primas de que no te han dado nada tras el compromiso con Shaoran. Así que, buscando entre las cosas de primaria, encontré unos videos que mis papás grabaron de las presentaciones al instituto al que asistía Shaoran cuando estaba aquí, es al mismo que asisto todavía. La tía tenía los suyos también, así que decidimos ¡Mandártelos todos! Para que veas que tierno se veía nuestro joven muchacho cuando era pequeño. ¡No olvides agradecernos!»

Sakura bajó la carta sin poder evitar que una sonrisa tonta se le dibujara en la cara. ¡Siempre había querido ver cantar a Shaoran cuando era niño! ¿Estaría entre esos videos la canción que cantó?

No esperó más y se puso a revisar los CD's.

...

Y es por eso que Kero estaba de mal genio.

Sakura llevaba una hora revisando CD's y cuando encontró el video donde un pequeño Shaoran de ocho años cantaba una dulce melodía con sus compañeros de salón, se quedó tan enamorada de la imagen que lo había visto ya siete veces... una octava vez no lo soportaría...

—¡Ya! —dijo saliendo de su cajón, enojado. Sakura paró la reproducción del video ante la interrupción del guardián, pero no le prestó mucha atención porque la imagen se detuvo con la imagen de Shaoran cantando.

Sakura suspiró. El traje del instituto al que asistía Shaoran no variaba mucho del que usaban ahora. Una chaqueta negra con detalles blancos en el cuello, camisa blanca y pantalón negro. Lo único diferente era la corbata cuadrille, que parecía ser del mismo género de las faldas que usaban Meiling y sus compañeras en ese video, además el escudo del colegio que estaba en el bolsillo de la chaqueta.

Kero observó la imagen en la televisión y luego a su dueña. Intercaló ambas cosas varias veces hasta que tuvo una idea, aprovechando lo paralizada que se veía ésta.

Sakura y Las CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora