Aclaración: Sakura y las Cartas Omite los hechos de Sakura Clear Cards.
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Sakura y las Cartas
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Carta Ilusión
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Lunes en la secundaria Tomoeda y todo el alumnado -incluido los profesores- sabían del inicio del compromiso entre Sakura y Shaoran, gracias a las exclamaciones de Tomoyo en cuanto Sakura le contó la noticia.
Por ese motivo, la castaña observaba la ventana con ambos puños sosteniéndole la cabeza, estaba en un mundo aparte, lejos de los comentarios de los demás. Habían pasado dos días, pero aún le costaba aceptar el gran paso que habían dado con Shaoran.
Y aunque sentía que aún eran muy jóvenes para estar comprometidos, había comprendido todo lo que había detrás de la situación, gracias a Kero.
Los matrimonios tradicionales en China, se demoran aproximadamente dos años en prepararse una vez que los preparativos de compromiso terminan.
Eso le daría un periodo de unos tres años, tiempo en que su novio tendría ya dieciocho años y debería asumir toda la responsabilidad que su clan requiere. Y como muestra de responsabilidad, lo mejor para el clan sería un hombre casado.
Suspiró pensando en todo lo que cargaría Shaoran desde ahora en más, recordando lo que le había dicho su papá, el sábado en la noche cuando se supieron a conversar de todo lo que había pasado ese día.
«Mi pequeña Sakura, se vendrán tiempos difíciles para ti y Shaoran, pero si están destinados realmente el uno al otro... van a aprender a sobrellevar ese peso juntos, después de todo, eso es lo que debe hacer una pareja. Aprender a superar obstáculos juntos. Y créeme, estoy seguro de que ustedes podrán con lo que sea.»
Volvió a suspirar y cambió su mirada perdida por una decidida.
Si había podido con las Cartas Clow, su padre tenía razón, podría con lo que sea.
...
Cuando Shaoran entró ese día al recinto educativo, sintió muchas miradas sobre él. Últimamente, Sakura y él habían estado en el centro de atención, la demostración con las Espadas, su pelea con Tiempo, y estaba seguro que si compromiso ya era tema; al parecer no saldrían del foco fácilmente. Llegó al salón donde sus compañeros se lanzaron sobre él pidiéndole una explicación a algo que no quería responder. No sin antes saber en qué condiciones estaba la otra involucrada.
—Así se dieron las cosas —fue lo único que dijo mientras avanzaba hacia su asiento tras Sakura. No le dijo nada hasta que se sentó en su correspondiente lugar— Buenos Días Sakura —la saludó con algo de miedo mezclado con vergüenza. ¿Cómo estaría esa jovencita con todo lo que estaba pasando entre ellos ahora?
—¡Muy buenos días, Shaoran! —lo saludó anímicamente girando su cuerpo en la silla, la sonrisa llena de vida de la chica le provocó soltar un suspiro de alivio— ¿Qué te parece el nuevo revuelo de la escuela?
—Muy marca Daidouji —respondió con una sonrisa ladeada.
—¡Lo siento! —exclamó la mencionada llegando hacia su asiento fingiendo un desmayo de preocupación—. Mi boca que no se ha podido mantener callada por la inmensa felicidad que mi corazón siente en estos momentos y...
—No hay problema Tomoyo —dijo Sakura moviendo sus manos con algo de nerviosismo.
—Sí, no es algo que se pueda ocultar cuando al regresar de Hong Kong tengas que portar el anillo de mi madre —comentó Shaoran sin mucha importancia quitando los cuadernos de su mochila.
—¿Qué? ¿qué? —exclamó Sakura poniéndose de pie.
—Y por supuesto —ignorando totalmente a la castaña, Tomoyo entró a su nube de felicidad—, yo estaré ahí para filmarlo todo.
—¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? —agregó Sakura aún más sorprendida, observando de manera alternada a su prometido y a su mejor amiga que se miraban con una sonrisa.
—¡Ya está todo arreglado —continuó la chica de cabellos largos, ilusionada—, la madre de Shaoran me permitió viajar con ustedes y cuando le comenté a mi madre de por qué iba, estaba feliz!
La dueña de las cartas Clow torció el gesto antes de volver a su asiento; lo que sea que viniera, lo que le dieran o lo que pasara... tenía que poder con ello.
...
Cuando las horas de clases terminaron, Shaoran se ofreció a acompañar a Sakura hasta su casa, ambos iban en silencio por lo que, al pasar por la plaza del Rey Pingüino, Shaoran detuvo su andar, y tomando la mano de Sakura, también la detuvo a ella.
—Sakura —el castaño la observó, le encantaba conocer muy bien a esa chica. Podía notar claramente cómo mientras por fuera lucía muy tranquila, por dentro era un manojo de nervios aún peor que él. Sus ojos verdes la delataban, se veían turbios, miedosos, con un gran desconcierto—, ¿hay algo que te gustaría hacer para sentirte más tranquila?
—¡Pero si estoy tranquila! —exclamó sobre reaccionando.
—Yo sé que no —le insistió.
La menor de la familia Kinomoto observó hacia el cielo, y junto sus manos.
—¿Sabes Shaoran? —le dijo, bajando la mirada— En un principio si tenía mucho miedo sobre lo vendrá —cerró los ojos apretando más las manos sobre su pecho—, y aunque ahora ese miedo ya no está... yo...
Shaoran observó el temblor involuntario en los hombros de Sakura, estaba por levantar su mano para consolarla de alguna forma, cuando ella lo miró tan fijamente que lo dejó sorprendido.
—No podía dejar de lamentar no tener un consejo de mi madre en este momento —le confesó mirando el cielo una vez más— Creo que incluso con solo verla, sería muy feliz al decirle que daré lo mejor de mí —bajó la mirada hacia Shaoran— para que nuestra relación sea larga y duradera.
Shaoran no podía negar que estaba emocionada por aquellas palabras de su novia, tanto que en seguida se puso a pensar alguna forma de poder aminorar el dolor que debería estar sintiendo en ese momento.
Si él quería hablar con su padre, iba al templo de oración en su casa en Hong Kong y conseguía algo de tranquilidad, pero como podría crear una imagen de... Estaba a punto de darle la respuesta a su novia, cuando ésta sacó de su bolsillo una carta y la activó.
La carta sin forma, brillo en tonos morados y naranjos hasta que fue tomando la forma de la Nadeshiko, la madre de Sakura.
—Mamá —susurró poniéndose de pie—, ¿verdad que estarás cuidándome en todo momento? ¿Verdad que todo va a salir bien? —le preguntó tomando la mano de Shaoran y dándole un pequeño apretón a ésta, continuó— Voy a dar lo mejor de mí, para que con Shaoran tengamos un amor tan lindo y puro como fue el de ustedes, te lo prometo mamá —la carta con la imagen de Nadeshiko afirmó con una sonrisa.
—Señora Kinomoto —Sakura se sorprendió que Shaoran le hablara a la carta, así que lo miró—, le prometo que haré muy feliz a su hija y —la miró con una sonrisa— la protegeré toda mi vida. Por favor, espero que usted y mi padre, estén cuidándonos desde algún lugar en el cielo —tras sus palabras, Sakura se soltó y lo abrazó— Tranquila Sakura, todo estará bien. Ya lo verás. Estamos juntos en esto.
—Si, lo sé —afirmó soltándose de su novio para mirarlo con una sonrisa, mientras guardaba la carta— Gracias Ilusión...
Mientras retomaban su camino a casa, una ráfaga de aire tibio los rodeó, desde el cielo una mujer de largos cabellos grisáceos los observaba con una enorme sonrisa tierna y cálida.
—Por supuesto que todo estará bien, mi pequeña Sakura... Todo estará muy bien.

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Sakura y Las Cartas
FanfictionPorque si atraparlas fue difícil, convertirlas agotador... ¡Usarlas era muy divertido! Acompaña a Sakura en su vida diaria como la dueñas de las Cartas, mientras entrena para controlar su magia y usa las cartas Sakura para distintas situaciones coti...