Había pasado una semana desde que se había llevado acabo el juicio, la chica castaña en esos momentos seguía aislada del mundo sumida en su depresión.
Los días eran fríos, se vivían las últimas semanas del invierno pero el frío todavía era intenso y las nevadas seguían cayendo tapizando de blanca nieve las casas, calles y jardines.
Mientras el viento soplaba produciendo un ulular deprimente y tenebroso a la vez, la chica castaña permanecía acostada en su cama llorando.
Ella había dejado de ir a la escuela desde que fue atacada, no tenía deseos de salir, se sentía insegura, se seguía sintiendo sucia, las duchas en las cuales se quedaba en posición fetal durante mas de una hora continuaban pero su madre estaba ahí para ayudarla a levantarse, para vestirla y acostarla en su cama.
La chica había dejado de hablar en esos días, se estaba encerrando mas en si misma y la terapia no estaba funcionado, lo que ella necesitaba la terapia no se la podía dar.
Eso era seguridad.
Además de su padre y su prometido.
Ella odiaba en serio el no poder acercarse a su padre, extrañaba poder abrazarlo decirle cuando lo quiere, hacerle la comida que a el le gusta y pasar tiempo con el.
También detestaba no estar cerca de su amado Scott, extrañaba su compañía, sus besos y caricias, unir sus cuerpos desnudos, entregarsele, platicar y pasar los días y noches románticas, hasta cuando el la hacia enojar lo extrañaba.
Sentía que perdió su felicidad y la futura familia que formaría con el ya que lo sentía lejos y ella se sentía indigna de el, se sentía rota.
Ella veía su celular detenidamente en varios periodos de tiempo esperando la llamada de el, no sabía si le contestaría pero quería que el la buscará, pero no pasaba eso lo cual la hacia llorar mas por su ausencia y sumirse mas en su dolor.
Mientras esto pasaba la rubia se encontraba trabajando en la escuela privada donde también estudiaban sus hijas dando sus clases de arte.
Pero ella también se encontraba observando a uno de los tipos que atacaron a su hija y estaba en la misma clase que su hija y era Jake Ryan.
El chico al encontrase con Star de manera discreta y cerciorándose que ella se de cuenta, sonreía burlonamente para mostrarle que el se salió con la suya, creía que ella no podía hacer nada por evitarlo ni hacerle nada.
Estaba tan equivocado.
La rubia lo estaba observando.
Desde hace días ella lo seguía desde el estacionamiento, el se subía a su motocicleta dukati y se ponía en marcha hacia su casa mientras Star lo perseguía desde su auto.
El chico conducía en verdad rápido y ella le seguía el paso a cierta distancia para ver si seguía su rutina o si hacia algo nuevo, pero en el cuarto día en que la rubia lo seguía ella perdió el control, lo persiguió de forma más vehemente y buscaba arrollarlo.
La rubia perdió el control porque aquel chico empezó a acelerar mas la velocidad y eso hizo que la rubia se frustrara y empezara una persecución frenética de la cual el chico no se había dado cuenta, le gustaba correr rápido, pero la rubia estuvo cerca de arrollarlo mas de una vez pero las circunstancias como semáforos o autos que aparecían de repente y le estorbaban el paso la hacían que ella no le diera alcance frustrándola por completo, pero cuando estuvo mas cerca de lograrlo fue cuando el cruzó una avenida y ella tenía el permiso de paso pero de repente le aparece un tráiler con el cual estuvo cerca de chocar lo cual le recordó al accidente que tuvo su castaño y el cual casi lo hace perder su pierna, ello la asustó mucho, pero no desistiría en su intención de proteger a su hija.
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La Venganza
FanfictionStar y Marco son una pareja casada que tienen cuatro hermosas hijas y viven en Echo Creek, la vida de los reyes de Mewni después de haber participado y ganado en todas las guerras que tuvieron ya con tranquilidad y tiempo para dedicarle a sus hijas...