Una Mamá para mi Bebe (#3 Saga Bebé)

Estaría Loca #4

Aurora:

La noche después de mi discusión con Desmont James, no puedo dormir y odio que el gélido Iceberg sea el culpable de que no pueda descansar mis ocho horas correspondientes, la mañana siguiente tengo unas ojerotas que no logro ocultar, voy hacia la habitación de Sofie y la encuentro lista para empezar el día.

Le cambio su pañal, le pongo ropa limpia y ambas bajamos al primer piso, saludamos a Alexis y Emma en el camino e incluso me choco con el chofer del Iceberg, me saluda con cordialidad y hago lo mismo, Sofie y yo llegamos a la cocina y la siento sobre su silla de comer para poder revisar la lista.

Sofie se mueve inquieta.

—Espera, pequeño ángel.—Pronuncio mostrándole la lista.—Necesito leer esto.

Sofie vuelve a moverse y comienza a formarse pucheros en sus labios.

—Bien, hoy toca plátano, Sofie..

Ella se incomoda.

—Solo necesito unos minutos, Sofie.

—No.

Resoplo.

—Buenos días.—La voz de Desmont James irrumpe la cocina.

Me giro igual que Sofie y lo veo ingresar por un vaso de agua, se lo sirve manteniéndose en silencio.

¿Acaso no piensa disculparse?

Mi ceño se frunce.

—Buenos días.—Contesto de mala gana y esperando que lo note.

Sofie vuelve a quejarse y Desmont pone sus ojos en ella, la pequeña se incomoda más.

Desmont apoya su espalda en el repostero, con una mano bebe el agua en el vaso y la otra la tiene metida en el bolsillo de su pantalón de vestir.—¿Qué le sucede?

—Tiene hambre, estaba a punto de prepararle papilla de plátano.

Con molestia me pregunta.—¿Y qué estas esperando?

Cálmate, Aurora.

Solo tómalo con calma.

En lugar de pelear, se me ocurre una idea.—Lo haré, pero cárgala.

Tengo sus ojos en mí, enseguida una sonrisa cruza sus labios.—¿Qué?

—Necesito prepararle la papilla.—Le recuerdo.—Y Sofie no puede estar quieta, cuídala hasta que lo haga.

Su sonrisa crece como si pensara que estoy haciendo una broma.—¿Es un chiste?

¿Tengo cara de parecer un chiste?

Rápidamente la sonrisa se le borra.—Aurora Wellsy.

Me preparo para lo que sigue.

—Te pago para que atiendas a mi hija.

Al menos ha dicho hija.

—¿Por qué tendría yo que hacer algo por lo que te pago?

Mi boca se abre.—Solo te estoy pidiendo que la cargues un momento mientras le preparo la papilla .. ¿Tan difícil es eso para ti?

—Se supone que tú eres la niñera.—Me contesta ignorándome.—Tu trabajo es cuidar a Sofie y de sus necesidades.. ¿Por qué tendría yo que cuidarla por ti?

No lo sé, se me ocurren muchas razones, pedazo de idiota.

—Debo preparar la papilla, Señor James.

La molestia crece en el.—¿Estás diciéndome que no puedes hacer tu trabajo?

—Eso no es lo que he dicho, solo le he pedid..