Una Mamá para mi Bebe (#3 Saga Bebé)

La última vez #27

Desmont:

Son los papeles del divorcio, Desmont.

—¿Por qué ..— Logro pronunciar luego de un largo silencio, los ojos de Abigail se abren.—¿Por qué me estás haciendo esto?

Mi voz ha salido tan débil que veo las lágrimas en sus ojos.

¿Por qué le duele?

Es a mí a quien quiere dejar.

—¿No es suficiente ya para ti?.— Le pregunto y ella baja la mira.—Abigail.. ¿Por q..?

—Para hacerlo más fácil para ti.—Me interrumpe hablando con rapidez, sus ojos vuelven a mirarme y esta segunda vez lo repite más despacio.—Para hacerlo más fácil para ti, Desmont.

—¿Más fácil?

—Solo estoy empujándote a tomar una decisión que ya has tomado y te cuesta aceptar, que te cuesta decirme.

Sonrio.—Deja de hablar como si supiera que es lo que siento, porque es claro que no lo sabes..

—¡Basta, Desmont!.— Eleva la voz asustando a Sofie.

Ella comienza a llorar y mi pecho se aprieta, Abigail la carga en sus brazos para ponerle fin a sus lágrimas mientras Sofie esconde su cabeza en el hueco de su cuello.

—Ya basta, por favor.—Me pide.—No lo hagas más difícil. Ya no lo hagas más difícil para mí.

Me quedo sin palabras que decir, Anabelle Laurent ingresa a la habitación de su hija, enseguida nota que algo no está bien.

—¿Qué sucede?. —Dice a mis espaldas, no se ha cuál de los dos se le dirige, pero decido no responder.

Mantengo la mirada en los ojos llenos de lagrimas de Abigail, la vista me arde y no puedo seguir ahí.

—¿Desmont?. —La escucho nombrarme, ya sabemos para quien es la pregunta.

Me pongo de pie. —Pregúntale a tu hija, Anabelle.

Salgo de la habitación y no regreso, hoy no, hoy no quiero ver a Abigail.

Aurora:

—¿Estás buscando a Desmont?. —Me siento avergonzada cuando soy descubierta.

Abigail tiene una leve sonrisa en su rostro.

—Creo que es un sí..

Bajo la mirada.

—Está bien .. El.. —Dice y mis ojos se encuentran con los suyos. —Él y yo tuvimos un altercado.

¿Altercado?

—Nada de eso, solo discutimos. —Me asegura enseguida.

Deseo saber el porqué , peor no me atrevo a preguntárselo.

—¿Podrías hacer algo por mí, Aurora?

Parpadeo. —Sí, claro

— ¿Podrías buscarlo por mí..?