Una Mamá para mi Bebe (#3 Saga Bebé)

Mentirosa #25

Aurora:

Sentí que jugaba a las muñecas cuando Abigail James me otorgo el permiso de maquillarla, cometí pequeños errores que nos hizo compartir una risa, aunque lo que más temía era que en cualquier momento se arrepentiría de nuestro trato.

Felizmente ese momento jamás llego.

Ahora me encuentro con Sofie frente a la puerta mientras ambas observamos la espalda de su padre, quien está sentado sobre la cama de hospital y ocultando a Abigail de los ojos del pequeño ángel.

Carraspeo, Desmont se gira hacia mí y mi corazón se hunde cuando mi mirada va hacia sus mano, apenas me ve sus dedos dejan la mano de Abigail y se pone de pie, me observa sintiéndose culpable.

Pero sin decir ni una sola palabra, basto presenciar ese gesto para lograr dañarme.

—¿Sofie.?

Parpadeo al escuchar la voz de Abigail y rompo la conexión de miradas entre Desmont y yo.

Trato de sonreír y acerco a Sofie a la cama.

Abigail la recibe con las lágrimas en los ojos y Sofie la mira con un aspecto curioso.

—¿Qué esperas?. —Insisto y ella sonríe al recordar las mismas palabras que uso conmigo cuando nos conocimos. —Está esperando que la carges.

—¿Puedo.. —Solloza. —¿Puedo cargarla?

—Es tu hija. —Pronuncio y mis ojos también se llenan de lágrimas. —Ella quiere que la cargues.

Abigail se muerde los labios y antes de tener a Sofie en sus brazos se limpia las mejillas.

—Lo lamento, cariño. —Le dice al pequeño ángel. —Pero mamá no quiere dañar el maquillaje que Aurora le hizo.

Sonrio.

—Y no quiero que veas detrás de eso.

Al acabar extiende los brazos y la acerco a su hija, ella la toma y Sofie la mira con sus grandes ojos cafés.

—Mírate, nena.. —Trata de no llorar, pero le resulta difícil. —Tu papá tiene razón, eres la viva imagen mía ..

Se ríe.

—Me alegra que no salieran a él, yo soy la bonita de los dos.

Sonrio y por impulso me giro a ver a Desmont, quien hace un momento veía con atención la escena que su esposa y su hija realizaban.

Ahora soy lo principal en sus ojos, aun cuando aparto mi mirada y le doy la espalda, aun así siento sus ojos detrás de mí.

—Gracias.

Abro los ojos al escuchar a Abigail.

—Gracias por esto, Aurora.

Ella rodea a Sofie con los brazos y comienza a llorar.

—Estoy aquí, nena.. —Pronuncia rompiéndome el corazón. —Lamento haberme tardado, pero estaré aquí, voy a estar contigo siempre, Sofie.

Aprieto los labios tratando de contener las lagrimas.

— Te amo, Sofie..— La voz de Abigail se termina de romper.—Mamá te ama mucho, corazón.