Una Mamá para mi Bebe (#3 Saga Bebé)

Te quiero #20

Aurora:

—Desmont...

Mi boca expulsa un último gemido cuando Desmont calienta mi interior, corriéndose seguido de mí y llenándome por completo.

Respiramos agitados y nos miramos el uno al otro, con nuestras frentes juntas y sonriendo, lo atraigo hacia mí y le doy un último beso antes de caer ambos a cada lado del colchón.

Guardamos silencio mientras nuestros pechos suben y bajan constantemente y al recuperar la respiración, soy yo quien me vuelvo hacia él.

—Oí hablar a Dorothea. — Le comento, he esperado que tengamos tranquilidad y estemos solos los dos, ahora que es de madrugada tengo ambas, así que he decidido decírselo.

—¿Y qué decía?

Me apoyo en mi codo para verlo, el pecho desnudo de Desmont sube y baja muy despacio.

—¿En dónde está el cementerio?. — Me atrevo a hacer esa pegunta porque si le digo mis intenciones de que los tres vayamos juntos a colocarle flores a la tumba de Abigail, seguramente Desmont se negara.

—¿Qué?

—El cementerio donde..

Como si quisiera acaba con el tema, me responde enseguida.—Esta fuera de la ciudad... ¿Por qué estas preguntándome sobre eso?

—Oí a Dorothea. — Repito, aunque en realidad me lo dijo. —Dijo que se acerca el aniversario de .. — Me detengo cuando se gira a mi lado.

—Ohh.. eso..

Su mirada se detiene en el techo.

—Sí, pronto se acerca su aniversario. —Su voz me indica que está molesto. —No entiendo porque Dorothea tiene que hablar de eso.

—Desmont..

Evita mi mirada hasta que estiro la mano para tomar la suya.

—Quiero hacer algo.

—¿Algo como qué, Aurora? Ya habrá una misa.

—Deberíamos ir al cementerio.

El cuerpo de Desmont se tensa.

—Tú, yo y Sophie, llevarle rosas a Abigail. — Pronuncio. —La última vez que fuiste fue..

Un día antes de que tú y yo termináramos.

—Ya habrá una misa, Aurora.. —Insiste. —Y Sophie no tiene por qué ir al cementerio, está fuera de la ciudad y es muy deprimente para una bebe.

—Desmont.

—No quiero hablar de eso, mi hija no tiene por qué pasar por eso, suficiente soy yo con.. — Se detiene y aprieta los parpados, se cubre los ojos con los pulgares y seguido sube la mano para masajear su frente.

Cuando intento decir algo, Desmont se levanta de la cama y se sienta dándome la espalda, alcanza su ropa y se pone de pie al terminar de vestirse.

—Voy a salir un momento.

—Desmont..

—Descansa, Aurora.

Y sale de la habitación dejándome sola.