Empecemos otra vez #6

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Desmont:

Fresas..

El sabor de los labios de Aurora se igualan a las fresas y adoro las fresas, me traen recuerdos dolorosos y también momentos agradables, pero ahora no tengo cabeza para revivir esos sentimientos, es más, no quiero ni pensar en ellos y solo hago lo que mi cuerpo y mi mente me exigen a gritos.

La boca de la niñera contestona se queda inmóvil por un instante, pero me encuentro perdido cuando para mi sorpresa sus labios suaves me devuelven el beso, es lento, torturador y me hace perder la paciencia, así que tomo el control enseguida, aprieto mi mano en su nuca y la obligo a que me devuelva el beso con la intensidad que deseo.

Al principio le cuesta, pero ella lo hace, sus labios se mueven ágilmente igualando a los míos, gimo sobre su boca logrando que ella parezca que es ella quien lleva la situación controlada, pero ni siquiera me importa verme como un débil, no mientras siga correspondiéndome como lo ha estado haciendo desde que nuestros labios se juntaron.

Me dejo llevar, siento el preciso instante en que sus brazos se cuelgan sobre mi cuello, como sus manos se hunden en mi cabello y como sus dedos se entierran en el atrayéndome más, mis manos bajan y la rodeo con ellas mientras mi lengua sigue explorando dentro de su boca.

Llega el momento en que mi excitación puede más y ambos necesitamos respirar, separo mi rostro y junto mi frente a la suya buscando recuperar mi respiración, entonces lo hago, solo hablo para pedir lo que mi polla me exige.

—Vamos a mi habitación.

Cuatro palabras que me arrepiento haber dicho cuando ella me aparta, sale del trance que yo le provoco y se aparta de mí, lo que recibo a continuación es tan fuerte que al tocar mi quijada el dolor aún se sigue expandiéndose.

Me vuelvo hacia ella con la mano en la quijada.—¿Qué ha sido eso?

—Eres un idiota, Desmont James.. eres un completo imbécil. — Nunca antes la he visto tan molesta.

—¿A qué viene ahora insultarme? La estábamos pasando bastante bien hace unos segundos.

Me mira indignada.

—He tenido demasiado de ti. —Me dice de odio.

—No lo creo, aún no he conseguido volverte loca. —Pronuncio. —No has tenido todo de mí, Aurora.

Cada palabra es obvia y ello lo entiende al instante.

—¡Eres insufrible!. — Me grita. —¡No puedo creerlo!¡Ni siquiera te soporto! Pero escúchame decir algo, si sigo aquí es solo por Sofie, no merece un tipo como tú, ella no merece un padre como tú, Desmont.

Lo excitado que estoy se me baja en el segundo que esas palabras salen expulsadas de su boca.

—¿Un padre como yo?. —Pruebo las jodidas palabras en mi boca.

— Si, uno como tú.. — Quiero que me explique qué significa eso, pero ella sola me lo aclara. — Uno que no sabe que es lo que tiene, uno que no sabe que tiene una niña tan hermosa y que lo único que ella quiere es que la ames.

Trago saliva.

—Sé que echas de menos a Abigail.

Todo mi ser se tensa cuando escucho su nombre.

—Pero rechazar a Sofie no te devolverá a tu esposa, es más , aceptarla hará que duela men..

—No te atrevas. — La detengo y ella se calla enseguida. —¡No te atrevas a hablar de mi esposa, Aurora!

Ella retrocede.

— ¡Tu no entiendes lo que siento!¡No tienes ni una puta idea de cómo me siento! Dudo que puedas imaginártelo.

Una Mamá para mi Bebe (#3 Saga Bebé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora