Mi Pequeño Cliché [MinSung]

Final- Tengo que dejarte ir

Si pueden repitan la canción todo el capítulo (Bruno Mars- It  Will Rain)

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Llegó la noche y JiSung se reincorporó se la cama. Caminó hasta su escritorio y tomó unas tijeras de uno de los cajones.

»Un simple corte vertical y sin pausas« Pensó. Una pequeña parte de él decía que dejara las tijeras de lado e intentará pedir ayuda, pero JiSung simplemente la ignoró. Abrió las tijeras y puso una punta en su muñeca, justo entre las venas, como había leído. Intentó no mirar para armarse de valor pero su vista se posó en la carta que había dejado MinHo para él. ¿Sería verdad? ¿O simplemente un plan de su madre y el señor Jin para sacarlo de su habitación? Si no la leía en ese momento probablemente nunca lo descubriría. Dejó las tijeras de lado y tomó la carta entre sus manos.

Una última cosa por hacer antes de morir. Se dijo a si mismo y abrió la carta. Sin duda era la letra de MinHo, pero ¿Cuándo había escrito eso?

"Si estás leyendo esto es por qué te has enterado de todo.

Antes que nada, quiero disculparme contigo por no haberte dicho nada sobre mi enfermedad.

Nací con esta enfermedad, la heredé de mi madre, supongo que mis padres ya te lo han explicado todo. Esta enfermedad no tiene cura alguna, hay tratamientos. Pero ¿De que servía gastar en ello si tarde que temprano iba a morir?

Hubo un tiempo de mi vida en el cual estaba muy perdido, fue en mi adolescencia, tal vez era bastante joven pero me obligué a mi mismo a madurar a temprana edad.

Cuando tenía catorce años decidí emprender un viaje para dejar los rencores de lado, pasaba horas meditando en los templos de Japón debo admitir que algo de rencor se alejó de mí con el paso de los meses. Aprendí que si mi madre lo hubiera querido, no me hubiera heredado su enfermedad, es algo que nosotros no controlamos, simplemente viene con la genética.

Y aunque aprendí a liberar todo el rencor que tenía dentro, aún me faltaba algo.

Regresé a Corea y comencé a salir cada vez más a antros y fiestas, me gustaba viajar y conocer chicos, pero aún había algo que no podía llenar. Muy en el fondo sentía un hueco vacío, sentía que necesitaba algo más. Tenía familia, tenía amigos, tenía muchos chicos tras de mi, podía tener todo lo que quisiera con sólo desearlo. Pasé meses divagando e intentando encontrar algo que me llenara, pero simplemente no di con ello. Fue entonces cuando volví a Corea, te vi llegar a casa justo dos días después y entré a la habitación de JeongIn con el pretexto de buscar unos Jeans y fue ahí dónde caí en cuenta de que tú eras lo que necesitaba. El verte tan tímido e indefenso me hizo sentir la necesidad de protegerte. Intenté decirme a mi mismo que simplemente eran alucinaciones pero minutos después, cuando entraste a mi habitación, me viste sin camisa y no intentaste hacer nada, quedé sorprendido. Mi cuerpo decía que debía espiarte mientras te cambiabas en mi baño, pero una gran parte de mí se abofeteaba por pensar ese tipo de cosas.