In memorian S. C. J. J.; Kyu, estés donde estés, si es que estás, sé que te gustaría saber que al final sí actualicé antes de fin de año.
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Harry despertó sobresaltado, su garganta ardiendo como si hubiera estado hablando entre sueños, pero más que hablando, profiriendo gritos.
Tom, en su disfraz de adolescente, no era en absoluto el único que estaba en esa habitación, pero sí el que parecía más aliviado de verlo despertar, estrechándolo con fuerza contra su pecho, comprobando sus latidos y que realmente estuviera consciente.
—Ian, suéltalo, tengo que-...
—No —siseó Tom, aferrándose—. Tuvo una pesadilla. Las tenía desde antes de que tú aparecieras en su vida, sarnoso, y siempre he lidiado yo con ellas. Aléjate.
—Tom, me asfixias —susurró Harry, intentando apartarse del agarre de Tom. Él apenas lo soltó para que pudiera inhalar—. Mierda.
Sirius trepó a la cama, apartando a Tom de una patada en pleno pecho y tomando con fuerza las manos de Harry.
—Harry, ¿estás bien? ¿Cómo te encuentras? ¿Con qué has soñado? ¿Quieres que llame a Remus? Severus está preparándote un té y Regulus...
—Sirius, fue un puto sueño, no jodas —talló su frente, molesto. Su cicatriz quemaba como si le hubieran echado gotitas de ácido sobre la piel, haciéndole fruncir completamente el rostro en desprecio—. Iugh. Estoy empapado en sudor. Me bañé anoche, joder.
Sirius apenas si rió. Dos segundos después Regulus apareció con una manta, Severus con una taza de algo que olía a chocolate caliente pero que probablemente era algún tipo de poción extraña y experimental, y Remus apareció detrás con una bata de dormir, los cabellos desordenados y expresión de "arruinaste mi sueño de belleza, así que espero que sea por algo bueno". Sin embargo, la preocupación relucía en sus ojos, un tanto agotados.
Harry se contuvo de gritar mientras Regulus lo rodeaba con una manta que, contrario a darle calor, era fresca y suave contra su piel, con un perfume a lavandas demasiado relajante. Bebió un sorbo de la no tan asquerosa poción de Snape y dejó que Sirius le tomara la mano. Luego soltó un:
—Muy bien. Gracias por tratarme como el rey que soy, y que es obvio que lo merezco. Ahora, vasallos de mierda, os vais y me dejáis dormir en paz.
Regulus lo golpeó y Severus le observó con expresión asesina. Remus, en la puerta, se carcajeó y le guiñó el ojo.
Tom estaba en el suelo, sentado con las piernas cruzadas, observando el reloj contra la pared y luego a todos los invitados a su habitación con insistencia.
—Tu modestia es hermosa, Harry —halagó falsamente Sirius—. Has pasado mucho tiempo con Lunático, ¿verdad?
Harry puso los ojos en blanco.
—No te estoy golpeando ahora mismo porque tengo una poción en las manos y no está tan repugnante —inhaló y exhaló, suave—. ¿Pueden irse? De verdad. Me incomodan.
—Somos tu familia, te estamos cuidando —reprochó Regulus, apartándole los cabellos del rostro y limpiándole el sudor con una toalla húmeda.
Harry fingió arcadas.
Remus siguió carcajeándose.
—Muy bien —se estiró, haciendo crujir su cuello, hombros y espalda. Harry observó los movimientos de Remus como quien observa algo extraño y demasiado conocido para su gusto, notando que Remus parecía hacer aquel movimiento que él siempre había hecho, pero jamás en frente de él. Parecía como si compartieran un movimiento de calma o distensión crítica—. Yo voy a seguir durmiendo. Como verán, ahora que poseo una belleza inalterable por heridas mágicas, voy a cuidarla cuanto pueda y ocho horas de sueño mantienen el cutis rejuvenecido. Deberías probarlo, Canuto. Tienes más arrugas en la cara que en las pelotas.
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Dead from the neck up
FanfictionHay que ser muy estúpido para invocar un demonio sin saber que lo estás invocando. Aún más cuando tienes nueve años, acabas de matar a tu primo por accidente (que tal vez no haya sido tan accidentado, pero vale, nadie tiene por qué saber eso), y tod...