Capítulo 13. ¡Sorpresa!

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Ya estábamos en Francia, pero aún no en París, estábamos cansados, asustados, y demás. Connor no durmió en más de 53 horas. Le decía que yo podía manejar un rato, pero se negaba. Pasaron al menos 3 días más de viaje. Hasta que por fin llegamos a París. Fuimos directamente a la sede secreta. Cuando llegamos, Connor estaciono la camioneta, bajamos. Y pasamos el callejón que daba a la sede. Val intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada con candado. Así que la forzó, abrió y entramos. Listos para denunciar a Mariah y a la recién fallecida Sasha. Pero cuando entramos estaban todos muertos. Val gritó. Nerviosos buscábamos a Constance. Estaba amarrada en su oficina, golpeada.
—¡Tía! —gritó Val.
—¡¿Qué te sucedió?! —dije.
Constance intentaba hablar pero no podía, le habían sellado la boca con varios rollos de cinta americana.
Mientras se la quitábamos, ella lloraba, gritaba, gemía. Bastantes mechones de cabello le tuvimos que arrancar, de tantos roces. Su piel estaba muy roja. Hasta que al fin logramos quitarle el último trozo de cinta.
—¡Ah! —gritó Constance.
—¡Tía! Ya estás bien, ¿quién te hizo esto? —dijo Val.
—Mariah, pasó por aquí con unos hombres, parecía que eran sus guardias, mataron a muchos agentes, y me torturaron para que les dijera dónde estaban.
—¡Dios! Qué clase de persona es. —dijo Connor.
—Lamentablemente lograron su objetivo. Veneno está listo y planean usarlo. —dije.
—¿En qué o quién lo usaran? —preguntó Constance.
—No sabemos. —dijo Val.
Sonó el teléfono de la recepción. Val contestó.
—Hola Valerie, sí, soy yo, Mariah. Seguro que ya viste a Const...
—¡Maldita bruja! ¡Te lo juro que yo misma te degollaré y te quemaré como la bruja que eres!
—¡Ja, ja, ja! Te llamé solo para decirte que usaremos a Veneno en la próxima asamblea de la O.A.S.D. En California.
—¡Qué! No lo lograrás.
—Lo haré S, lo haré.
Sasha cortó la llamada.
—¿Qué pasó SL? —dijo Val.
—Me llamo Mariah, diciéndome que atacara la próxima asamblea de la O.A.S.D. Y usará a Veneno.
—Esto es grave. —dijo Constance.
—Entonces vayamos directo a California para informarles a los agentes que estén alerta. —dijo Connor.
—Debemos ir. Pero seguro están vigilándonos. Conozco este tipo de situaciones. —exclamó Constance preocupada.
—Ok. Primero debemos informar a la O.A.S.D., pero podemos colocarles una trampa. —dijo Val.
—¿Una trampa? —pregunté.
—Si, una trampa, haremos que usen Veneno. Pero no en alguien. —dijo Val entusiasmada.
—¿Cómo haremos eso? —preguntó Connor.
—Fácil, tía, tú tienes un laboratorio repleto de nuevos artefactos tecnológicos. Busquemos un holograma, Connor lo puede mejorar. Entonces al momento mandamos a los jefes o a alguien importante en holograma, seguramente usarán Veneno. Entonces, se descubrirán, y no servirá.
—Wow, ya entiendo por qué eres Incógnito. —dije.
—Vayamos al laboratorio. —dijo Constance.
Constance fue hacia el laboratorio, y la seguimos. Justamente encontramos un intensificador de hologramas. Pero se veía en azul.
—Connor, haz lo tuyo, haz que se vea a color. —dijo Val.
—Ok.
Connor se sentó y comenzó a modificar el intensificador. Mientras fuimos a seguir planificando.
—Ok. Pero necesitamos advertir a los agentes. Llamaré a Joe Merlot. —dijo Constance.
Y así lo hizo, llamó, estaba repicando, y contesto.
—¿Hola?
—Hola Merlot.
—¿Quién me habla? ¿Cómo tiene mi número?
—Soy Constance Copper.
—Ah, ¡Hola Constance! ¿Cómo estás?
—Mal, estoy golpeada, hubo un problema.
—¿Cómo?
—Si, Tony Capuletto atentó contra nuestras vidas, asesino a mi personal, me amarró y torturó. Obviamente no fue el, sino sus hombres.
—¿Cómo? No puede ser... Capuletto debe pagar.
—Quería información sobre el agente Lewis y mi sobrina Valerie. Así que nos torturo.
—Maldito.
—Quería decirte que vayas a California. A la asamblea de la O.A.S.D.
—Claro. Iré como todos los años. ¿Por qué?
—Mira Joe, la ex-agente Mariah Thompson...
—¿Ex-agente?
—Sí, es una traidora, ayudo a Capuletto a conseguir los cristales de León.
—Wow.
—Ella después de lo que sus hombres me hicieron, luego llegaron los agentes que ya te nombre antes, y luego llamo Thompson. A decirnos que usaran Veneno contra nosotros.
—¿Qué? ¿Qué es Veneno?
—Es un arma que crearon con los cristales que robaron y destruyeron.
—Claro, los apoyo.
—Ok, adiós Joe.
—Adiós Cons, gracias por avisarme.
Colgó la llamada.
—Listo, ya hable con Merlot.
—¿No era Joe tía? No disimules, se te nota.
—¿Qué se nota?
—Que tienen o tuvieron algo.
Constance se sonrojó.
—Ay, Valerie, lo que dices.
—Bueno, yendo al grano debemos estar ocultos y preparados. —dijo Constance.
—Vayamos a casa de mi mamá. —dijo Val.
—No creo que a tu hermano le gusten las visitas Valerie.
—Si no le gustan es su problema, sigue siendo mi casa.
—Ok. Eso haremos. —dije.
—Chicos, el holograma no sirvió, debemos usar otra cosa. —dijo Connor.
—Entonces tendremos que dejar lo que sucederá al azar. —dijo Constance.
—Lo lograremos de alguna forma. —dije

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