SEGUNDA VERDAD
PV AMAIA
Tuve que dejar aquellos ojos negros por unos días mientras recordaba lo que había pasado entre esas sábanas, en aquellas paredes, bajo el cuadro que nos habían regalado en aquel programa de televisión hace años. Yo tenía su guitarra y él nuestro lienzo. Alfred había entendido con aquella canción mis miedos, mis ganas de sentirle como nunca, mi temor a que, lo que nos estaba pasando, fuese solo cuestión de tiempo pero... era tan grande la sensación cuando de verdad te sientes protegida que, ni el más abrupto de los huracanes, podría haber arrasado con la magia que nos protegía.
Había dado tantas vueltas en mi vida intentando dejar de un lado a mi corazón que, enfrentarme a mis sentimientos, era un trabajo sobrehumano, algo increíble pero él, sus brazos, sus ojos, su calor habían minimizado como si no existiese mi rechazo a sentir. Aun recuerdo sus palabras en susurros ahogados unidas a mis gemidos : "No vas a necesitar volverte a enamorar" "Yo no voy a volver a amar porque ya te amo a ti" "No tengas miedo" "T'estimo".
Necesitó un respiro y con sus gafas y una sábana alrededor de su torso me dio lo que faltaba para completar la noche. En aquel salón de decoración fría reinaba el calor que desprendíamos y el sudor de los momentos vividos.
Y allí frente a él, de lado en el sofá. tuve el placer de oír por primera vez todas las canciones que habían salido de su mente desde que habíamos vuelto a vernos y me convirtió en su musa cuando me senté a horcajadas sobre él, dejando por el camino, la manta que me cubría. En todas las notas había tanto como lo había en sus manos cada vez que me tocaba. Los escalofríos no paraban de producirse en mi cuerpo desnudo y los espasmos que me producían los continuos orgasmos me estaban convirtiendo en un ser de otro planeta. Un Gerogia cantado lento, con mordiscos, besos y enredos, con ilusiones y promesas, con sonrisas y choques de dientes, con manos que molestan y telas que sobran, con una luna brillando sobre un vello erizado, un cielo que encajaba con los versos, entonados, armónicos, en su afine, eso era lo que el sol se encontró al abrir el telón y asomarse a nuestras vidas.
Es ilógico explicar lo que estaba sintiendo porque nadie me creería, ni si quiera yo misma sabía explicar con palabras lo que mi organismo experimentaba. El resto del amanecer pasó rápido y no necesitamos coger ningún impulso, la discografía de Chet Baker puso el fondo a todos los lugares que descubrimos donde fue posible vibrar. No quedó resquicio que no palpasen nuestros cuerpos.
Y... sentada ya en el taxi camino del hotel después de un vuelo de recuerdos donde la humedad había vuelto a hacer de las suyas, solo podía tocarme los labios mientras recordaba cada trozo que había devorado. Mi piel olía a él y los arañazos que había dejado en su espalda harían que no se olvidase de mi, al menos, hasta que volviésemos a vernos. El mejor tatuaje y el que resiste de por vida es el recuerdo de los besos que se reviven cada mañana.
Y no solo tenía eso presente, me dolían los brazos, las piernas y nada, nada... había sido duro, hacía pocas horas que habíamos pasado de ser él y yo, a ser una misma persona, un mismo alma, una misma ola. ¡Ojalá todas las personas pudiesen sentir eso una vez en su vida!
Había aprendido que existe una delicadeza que va más allá del tacto, que sobrepasa las miradas y que eriza la piel a la vez que te hace arder en deseo. Toda su intensidad era mía y más que nunca la quería para mí, solo para mí.
No me molestaban ya los besos a destiempo, las declaraciones en público, que se parase con los fans o que nos perdiésemos una cena. Me había dado cuenta de que ahora sí que estaba enamorada y no es que hace cinco años no lo estuviese, es que sentía que era capaz de poner la felicidad de Alfred por encima de la mía y por delante de cualquiera de mis sueños. Sus ilusiones por las mías y mi vida por la suya, ni más, ni menos. Esa era la medida justa.
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Hast A marte
RomanceAños después del fin de la GiraOt y del emotivo concierto en Almería, la vida de Alfred y Amaia ha cambiado radicalmente. Ambos se han convertido en los mayores exponentes de la música española tanto dentro como fuera de nuestra fronteras. Ella es...