Destino

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Cuando Deisy G. junto con su perrita Bella Jasmine, adosada y vestida igual que ella, hicieron su aparición entre brilli brilli para pronunciar que el ganador al mejor álbum del año era para Alfred, terminé de darme cuenta de que esa noche, nada saldría como había pensado a pesar de que me había esmerado más que nunca por intentar trazar un plan.

Ni él mismo se lo creía cuando Catalina tirándole desde arriba, intentaba levantarlo de la silla para que saliese corriendo a recoger el premio. ¿Siete? ¿ocho? Había perdido la cuenta de cuantos llevaba. Todos los que, años anteriores, se habían venido conmigo, estaban yéndose ahora con él. Sentía orgullo y a la vez frustración. Sin duda, muchas miradas se posaron en mí. Yo era la favorita, la ganadora por excelencia, la que todo lo convertía en oro y a la que ahora mismo, la vida, le acababa de dar una lección. Quería decirle en alguna dedicatoria todo lo que estaba intentando explicarle con la mirada. Él intuía pero notaba como su agobio iba en aumento al verse el triunfador de los premios y no poder salir corriendo junto a mí.

Da igual lo que prepares el sentido de las cosas, el destino o tus palabras. Siempre habrá algún giro que ponga del revés todo lo que has imaginado. ¿Cómo íbamos a irnos ahora? Tenía que reconocer que este año me quería más que nunca leer mi dedicatoria encriptada pero él se adelantó. Cómo siempre, su intensidad llenó la sala y nos pasó por encima como una ola o un huracán en un día de tormenta.

- No se qué decir. No me esperaba ni el primero, ni el segundo ni ninguno... Cada reconocimiento, cada abrazo, cada mensaje de aliento, cada sonrisa, cada lágrima, cada momento que vivís con mis canciones y las hacéis vuestra son mi mejor regalo. Esto es un arte que se siente y te hace estar vivo, te llega y te arranca a llorar o a bailar, a reír o a seguir viviendo. Me encontré a mí mismo, mi origen y mi fin, mis ganas se nublaron y mi cielo se puso. Pensé que no volvería a brillar nunca como lo hice años atrás, llegué a creer sinceramente que tu universo y el mío no eran el mismo. Que tu alma había perdido el norte mientras me arrastraba y en un intento de salir a flote compuse cada una de las canciones por las que hoy estoy recibiendo estos premios. Pero ¿sabéis? Este no es solo mío, sin ella no habría podido salir a flote.

Y en el momento en el que se da cuenta que de repente toda la sala está pendiente de sus ojos brillando en los míos, el miedo le invade y continúa.

- Ella, la música, la que nunca me ha abandonado y la que siempre ha estado ahí para mí. Muchas gracias, de corazón. Jamás podré pagar ni una pequeña parte de todo el amor que recibo.

Entonces, baja del escenario. Va hacia su mesa, le hace un gesto a Luis para que le siga y sin ver ni oír lo que sucede, veo como encamina su marcha hacia la puerta volviendo a enfundarse en su chaqueta.

- Amaia, Alfred te espera en la salida de la puerta lateral del edificio.

Aitana me mira con aprobación, con ilusión... como si mi historia fuese la suya y mis sueños su dicha. ¡Qué bonito cuando te quieren bien!

En ese momento, una Catalina dulce y deslumbrante aparece en la mesa cogiendo a Luis por el brazo.

- Perdón por interrumpir pero, Luis, creo que te debo una explicación. ¿Puedes salir fuera?

Le guiño indicándole que todo irá bien pero Luis parece seguir queriendo continuar con el plan, digamos que no sabe qué hacer y empieza a ponerse nervioso. Me mira, la mira, nos miramos y cojo su mano y la uno a la de Catalina. Ella me sonríe y él se destensa.

- Catalina, yo...

- Lo siento Luis, no he querido en ningún momento...

Los ojos llenos de lágrimas de Aitana me parten en dos. Ha vivido tanto, y tanto de eso ha sido malo que integra en su corazón como suyas, las victorias de los que la rodean.

- Aitanaaaa

- Amaia, corre, te espera... y por favor no olvides escribirme..

- Te quieroooo

Y salgo lo más rápido que puedo.

De lejos, le observo con las manos en los bolsillos dejando ver los tirantes y el brillo de felicidad en la inmensidad de sus ojos, se incrementa cuando me ve aparecer. Viene corriendo me levanta, me abraza, me gira ¿se puede ser más feliz?

- Lo siento, lo siento, lo siento... no me he dado cuenta hasta hoy. El ramo, tus susurros mientras dormitaba, el usuario EmbarazadadeAlfred... ¡Oh Amaia! Me va a explotar el corazón.

Ahora quedaba lo peor, yo no tenía seguridad pero había algo muy seguro, sino era esta vez, sería la siguiente, tenía claro que mis hijos no tendrían a nadie que no fuese él como padre.

- Alfred, creo que deberíamos comprar una prueba de embarazo.

No atiende a razones, me besa, toma mi cara entre sus manos y oigo las palabras más bonitas que nunca jamás nadie podrá decirme:

- Podré morirme una y mil veces que si me diesen volver a elegir una vida sería aquella en la que has estado tú, aquella en la que te conviertes en la madre de mis hijos, aquella en la que me llevas a lo más profundo para luego alzarme a conocer el cielo. Nunca, jamás, mírame, nunca jamás, habrá ninguna mujer que complete mi universo, mi corazón nació tuyo y será para ti siempre. Quiero todo contigo, no tengas miedo, por favor...

Y sus manos se posan en mi barriga y echamos a llorar como si el destino nos hubiese regalado una vida.




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Quiero hacer una reflexión, no tenéis por qué leerla pero es como hablar en alto. La vida es un camino con muchos obstáculos, nunca sabes qué te deparará, cómo o cuando empezará... ni siquiera el día en que habrá fecha fin. Los sentimientos son libres y para querer, hay que querer bien, para amar, hay que amar con calidad, no sirve sentir a medias. Es difícil siempre dar por finalizada una amistad, una relación... Pero ¿sabéis lo que es difícil? Levantarse cada mañana y luchar, quitarse las tristezas con esfuerzo, imponerse a la locura que es sobrevivir. ¿Y sabéis lo que pido para todas vosotras? Que seáis el centro del universo de alguien, que os cuiden, os respeten, os alaben, os valoren, os amen, os abracen y lo siento pero, espero que os equivoquéis, que sepáis levantaros, que ante las batallas, tengáis armas con las que luchar, que la sinceridad os acompañe y que los sueños nunca os abandonen. A veces sufrimos un luto y es necesario, a veces el luto nos destroza y nos ahoga pero también nos enseña, nos hace madurar, nos hace percibir el frío de la peor forma pero nos libera.

Para mí siempre han sido, fueron, son y serán una historia de película, una inspiración en la que vi y viví una parte. Desconozco sus horas a solas, sus momentos en los que la pasión se intuía en la oscuridad o en los que los enfados superaban al raciocinio, soy ignorante de sus vidas y... en el fondo, me da igual, me enamoré de personas. De sus formas de ver la vida, de su dar sin esperar, de su constancia, de su fortaleza, de sus aciertos y de sus errores pero...sobre todo, me han encandilado con su arte, con su genialidad y con su humanidad.

Hago esta historia con el máximo respeto y no penséis que es fácil escribir mariposas en un universo oscuro pero los laberintos son inescrutables.

Ya os dije una vez que la mejor historia del mundo no era una que estaba escrita ni de nadie conocido ni cercano. La mejor historia y la más bonita siempre será la vuestra. En vuestra mano está tomar decisiones, en vuestra mano está luchar por vuestros sueños y sin duda no hay mayor amor que el que se experimenta por una misma.

Una vez pensé que quería tanto a alguien que quizás esa persona se merecía más, ilógico, sí pero, a lo mejor no debimos querernos en aquel momento y quizás no nos mereciésemos. El tiempo pasó, los caminos se separaron, llovió, salió el sol y ahora esa persona, me hace feliz. Nunca le he dedicado ningún capítulo pero, sería incapaz de escribir sino tuviese a alguien que me inspira y que hace que sienta muchas de las sensaciones que os cuento. Se que no necesita que le diga nada pero por si algún día me lees:

¡Te quiero!

Hast A marteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora