Hast A marte

Versión

Buenas noches. Quiero pediros perdón por no haber publicado ayer pero como os dije cuando escribo hasta que no llego a algo que considero que puede ser el final, sigo escribiendo. 

 A lo mejor vosotras preferís capítulos más cortos aunque se queden en medio de una idea pero me gusta que sea algo compacto.  

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Siento que sea tan largo, llevo dos días escribiéndolo. Al ser un capítulo de transición y avance en la historia no tiene un contenido épico pero quiero que entréis un poco más en lo que les rodea.

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Os lo dedico a toda/os por vuestra paciencia y a las mejores comentaristas del mundo os voy a dar una pista. Las imágenes no están puestas al azar. 

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Os quiero

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PUEDE QUE LO QUE TENEMOS NO SEA AMOR, PERO ME BASTA CON QUE PARA NOSOTROS SEA PERFECTO

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Me voy triste y loca por volver, ahora mismo siento sus manos en mí como si no me hubiese ido. ¿Habrá comprendido mi sí?

Quizás debería haberle dicho que me encantaría que me acompañase pero la despedida ha sido... rara, rápida, me habría hecho ilusión que me llevase al aeropuerto... A veces creo que, o es demasiado intenso, o peca de alejarse en exceso por si me asusto. Y yo... soy como una veleta, en ocasiones lo necesito tanto como el aire y a veces me asfixio al verlo en su mayor grado de intensidad. Hemos tenido un comienzo tan complicado que necesitamos tiempo para poco a poco ir amoldándonos.

Y en ese instante me acuerdo.

¡La tarta!

Cuando vuelva ya no será comestible y habrá criado a seres de otro planeta. Le pido al taxista que de la vuelta y entro corriendo a por tan selecto aperitivo. Este va a ser mi desayuno, bueno o mi comida, qué más da... los alimentos no se desperdician y mucho menos si te lo han comprado con amor y pensando en ti. Seguro que no le fue fácil conseguirlo, este no es de un chino.

La cara de mi hermano cuando me bajo del taxi y la sonrisa de Luis, me hacen ver que me espera una buena regañina. Sinceramente con el ánimo que traigo hoy podría aguantar chaparrones, ninguno va a quitarme el sol de la cara. Por si acaso, mejor empezar con cara de no haber roto un plato y con unas disculpas.

- ¡Javier, lo siento de verdad!

- Sí, si ya hablaremos. Ahora no es momento ni lugar.

Y lo cierto es que estaba cansada de que me tratase como una niña.

- Javier no soy una niña, he tardado sí, estaba ocupada, no he podido venir antes pero aquí estoy, no hace falta estar cuatro horas antes en el aeropuerto. Con dos o una y media es suficiente. Te pareces a mamá.

- No me hagas hablar Amaia.

- Pues sí, habla todo lo que quieras.

Para que no nos escuche Luis quién al darse cuenta se retira, se acerca a mi oído y se vanagloria con un sarcasmo desconocido: