Voy a subir el capítulo aunque no me ha dado tiempo leer vuestros comentarios. Bueno no es que no me haya dado tiempo es que Wattpad, últimamente, no se está portando bien y yo estoy ahí, a ver si consigo que me haga caso pero... es la edad. Es que los adolescentes son muy rebeldes y una ya en proceso de compra del taca-taca...
Luego voy a ello.
Mil gracias por leer la historia y como siempre, si has llegado hasta aquí es porque te va lo difícil y las historias realistas, las de la vida. Aquellas que no terminan como tú quieres o quizás sí. Pero nunca se sabe porque la autora es rarilla y le gusta darle emoción al asunto.
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Hoy va dedicado a mi hermana que es su cumpleaños:
'El sentido de un alma gemela es incalculable cuando te acompaña de por vida'
Gracias
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El momento más erótico de tu vida es cuando crees que va a pasar lo que imaginas y el más frustrante es cuando no sucede.
PV Amaia
Y mientras mi cuerpo va directo de cabeza al suelo, veo su sonrisa, sus palitas, su alegría... No le presto atención a Luis porque solo me interesa él, su cuerpo, sus brazos... En una milésima de segundo le cambia el aspecto a su cara, se vuelve serio, preocupado y con el violinista de testigo, se lanza al suelo a por mí. Solo me queda esperar a no hacerme mucho daño porque el objetivo de que no se abalanzase sobre él, ya lo había conseguido. O al menos, de momento.
Y entonces caigo de bruces...
Pero no queda mal, la caída suena elegante, como cuando un pañuelo de seda desciende haciendo eses en el aire.
El impacto de hecho, no es tan grande como pensaba, y sus manos en mi cara preguntándome si estaba bien me aliviaron momentáneamente el dolor y el nuevo sangrado en la herida de mis rodillas. Si este va a ser el premio creo que seguiré cayéndome todos los días. De hecho quizás debería practicar. El teatro puede ser un buen aliado. Ya llevo dos en menos de veinticuatro horas.
- ¿Estás bien?
- Ahora mejor (agarro su mano con la mía y la suelto al ver que Luis también pretende venir a socorrerme)
Mi sonrisa y su sonrisa se funden en un letargo imaginario donde ambos caminamos cogidos por una playa desierta. Y soy feliz, y me aupa y me da vueltas y me besa... y... entonces... otra vez el violinista...que de repente se ha dado cuenta del golpe que acabo de darme y está preocupado.
- ¡Qué susto! Pensaba que te habías partido algún diente.
Y lo cierto es que me pasé los dedos por mi perfecta dentadura mientras Alfred me aseguraba con sus ojos que estaba preciosa. Todavía tenía mucha guerra que dar. Ambos me tienden la mano y por supuesto me agarro a Alfred. Acaba de llegar y el estilismo ya me ha hecho volver a Marte, al menos, tres veces. ¿Cómo puede ser tan guapo?
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Hast A marte
RomanceAños después del fin de la GiraOt y del emotivo concierto en Almería, la vida de Alfred y Amaia ha cambiado radicalmente. Ambos se han convertido en los mayores exponentes de la música española tanto dentro como fuera de nuestra fronteras. Ella es...