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-Criatura-

2015

En una habitación que no lograba mostrar nada más que una profunda oscuridad, se encontraba descansando una niña que no aparentaba más de unos 9 años. Pero, esta se encontraba soñando, y a pesar de lo normal que eso pueda llegar a ser, no lo era, ese sueño no era nada normal para su corta edad.

"La pequeña se encontraba dando unos pasos tan largos como sus cortas piernas le permitían, con una pálida mano rodeando la suya, perteneciente a una criatura que si bien tenía un rostro y cuerpo humano, poseia una gran altura.

Su piel era pálida y grisácea. Eso era extraño, pero luego estaba su boca, adornada por unos filosos dientes.

Y por mucho que te tentara, no deberías mirarlo con mucha atención. Podrías perderte en la escuridad de sus ojos, totalmente negros como la noche

Ambos avanzaban por la calle que se encontraba ubicada frente la casa de la niña, mientras que a su alrededor se podían escuchar las sonoras risas y gritos de los demás niños y niñas. Los que eran acompañados por otras criaturas.

Era como si en ese mundo no existieran los adultos.

En un repentino y brusco cambio de escena; la niña se despertaba y sin pararse a pensar miraba en un acto de reflejo al fino vidrio que la apartaba y privaba de sentir el frío y calmante viento de la noche.

Encontrándose con una espalda que asustaría hasta a la persona menos creyente, que claramente no podía pertenecer a nadie más que la extraña criatura. La cual al sentir la insistente mirada de la niña, optó por girar lentamente la cabeza en dirección a ella.

Conectando sus miradas, y sin nervios, le sonrió de una forma espeluznante, dejando a la vista todos y cada uno de sus filosos dientes."

La niña abrió bruscamente los ojos, completamente asustada, y sin poder evitarlo, comenzó a sentir como cada parte de su cuerpo se inundaba por una extraña sensación.

Al pasar los minutos, y acompañada por su obvia inocencia decidió no darle mucha importancia, para así levantarse y poder prepararse para ir a la escuela.

2022›

Me desperté, sintiendo cada parte de mí cuerpo estremecerse al notar que solo fue un sueño.

El mismo sueño que hace 8 años atrás.

Llevé mis manos a mi rostro, pasando mis dedos por mis párpados. Desde que me desperté una sensación horrible se había hecho lugar en mi cabeza.

« La ventana, no apareció la ventana. » Me recordé, y un escalofrío volvió a recorrer todo mi cuerpo, logrando hacerme temblar incluso cuando estoy tapada por dos frazadas. Me abracé contra la sábana, intentando calmar mis nervios.

Miré mi habitación, buscando cualquier cosa con la que distraerme, terminando por ser guiada, de nuevo, por la molestia en mi corazón.

La pregunta que había estado evitando desde el principio, llegó; ¿Y si no fue un sueño? Muchas veces confundí lo que era real de lo que no.

Por cada pensamiento, yo me iba apretando más en mi lugar. Salté al escuchar que la puerta era abierta, acompañada por el grito de mi madre al notarme distraída, logrando traerme de vuelta a la realidad.

A Través Del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora