04 - (Maraton 1/3)

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- Quizás -

Tamara

Aún que lo sospechaba, no pude evitar abrir mis ojos más de lo normal. Quizás, solo quizás, en verdad esperaba que no fuera así, pero en todo caso eso hubiera sido peor, mucho peor, porque definitivamente se llevaría mi alma y tal vez tambien la de Jessica.

Un escalofrío me recorrió rápidamente.

— Si lo eres, pruebalo. —Dijo Jess, intentando ser valiente, pero su voz apenas llegó a mis oídos.


Oí una risa macabra que me hizo apretar la mano de Jessica sin notarlo, pero ni siquiera fue por miedo, fue por nervios nada más.

El sonido de algo arrastrándose me hizo querer voltear, seguido de un golpe en seco, ahora que lo recuerdo ¿Podía darme vuelta?

Está clase de ritual raro lo permitía, ¿No?

Mierda, debí tomarme en serio eso de las reglas y obligado a Jess a qué también lo hiciera.

— ¿No recuerdas esto? —Ahora si que sentí un impulso enorme de voltearme, no quería, pero al mismo tiempo no puedo evitarlo 'La curiosidad mató al gato'. Mire para atrás dando vuelta la mano de Jess sin soltarla.

Me encontré con mi ventana, un día normal, miré hacia todos lados ¿Qué estaba haciendo? Supongo que no era importante, si no lo recordaría.

Extrañada me acosté en la cama lentamente, una especie de corazonada inundó mi cabeza junto con un mal presentimiento, deben ser esos que tienes de la nada pero al final da igual, no es como si sirvieran.

Una sombra me tapó la luz cuando estaba a punto de quedarme dormida, que yo supiera estaba soleado ¿Qué?

Sentí una mirada sobre mí, entonces abrí los ojos. Unos ojos oscuros me miraron fijamente y una sonrisa macabra de expandio por todo su rostro, dejando a la vista sus largos y filosos dientes.

Mantuve mi mirada completamente fija en sus ojos, temiendo que se vayan otra vez y me dejen con todas mis dudas nuevamente. Bueno, exceptuando su inesperada y sorprendente existencia.

Suspiré comenzando a cansarme de el molesto silencio que reinaba en el aparente espacio negro que se había convertido mi habitación en un cerrar de ojos.

— Supongo que sabes porque quise invocarte. —Dije aún sin dejar de prestarle atención a sus profundos ojos, que eran realmente extraños, bueno, él de por sí lo era.

Realmente sé que debería temerle, seria lo más coherente en esta situación, pero algo me impide alejarme y ponerme a salvo.

Pero, por favor ¡Estoy a un paso de poder saborear la dulce victoria y conseguir respuestas!

Como respuesta recibí nuevamente una de sus risas macabras que seguramente terminarían ganándose el lugar número 1 en los top 10 de YouTube pero versión sonrisa. Dejando de lado eso del top número 1, me estoy cansando de recibir una estupida risa como respuesta.

— Sería más interesante dejarte con la duda. —Sus ojos se burlaron mientras su sonrisa se ensanchaba cada vez más— Pero como soy bondadoso te voy a dar una pista de donde provengo. —Mi cabeza se inclinó hacía la izquierda en un gesto de duda.

¿En serio la criatura, que cabe destacar qué estuve queriendo entender por 8 años me va a contar de su pasado?

El pensar de donde venía me daba mucha curiosidad, para que mentir, pero la verdad no estoy segura de que me agrade la respuesta y eso me hace sentir incómoda.

Me mantuve en silencio esperando su tan famosa pista.

— De distintas realidades,
En un mundo similar,
Pero cruel y diferente
La persona que habita allá.

Escapando hábilmente,
De toda posibilidad,
Se encuentra una mirada,
Que el destino pudo cambiar.

Luego de quedarme embobada por su hermosa poesía caí en cuenta de lo que realmente era y la radiante sonrisa que poseía mi rostro se borro, dejando solo una mueca de desaprobación.

— No es justo, no me contaste nada con eso. —Me quejé sin molestarme en tapar mi obvia indignación, después de todo ¿Cómo quiere que no me enfade? tanto tiempo esperando esto para que finalmente me rebele que no me va a decir nada más que una poesía.

— Molestate en pensar por lo menos, esa poesía no es nada más que una corta forma de contar mi historia y como se de tu existencia, solo tenes que descifrarlo. —Respondió a mi torpeza con obviedad. Claro, tanto tiempo leyendo historias para no entender una boludes del cliché.

¿Qué le cuesta ser un poco más claro?

Me mordí el labio cuando sentí mis mejillas ardientes, escondiendolo con una capa de mi pelo y mirando a otro lado. Podía sentir su mirada clavándose sobre mí, mientras que yo solo podía "admirar" el suelo sin color definido de donde sea que estuviera ahora mismo, muriendo de vergüenza y la criatura frente a mi mirándome fijamente, seguramente alegrándose de su victoria.

— Por supuesto que lo sabía. —Mi voz salió más aguda de lo normal, en un intento desesperado de que no se note que mentía, aun que sabía que eso era dolorosamente obvio, luego de que la punta de mi pie derecho se balanceará de un lado a otro rápida y nerviosamente.

— Claro. —Escuché su voz luchando por no reír pero sabía desde el fondo de mi alma que estaba sonriendo con burla de mi torpeza— Claro. —Repitió, pero soltando una carcajada en esta última mientras yo juntaba mis manos sobre mi estómago.

Loco...

— Ya esta ¿No? —Dije al cansarme de que luego de más de dos minutos siguiera riéndose como loco, lo cual era algo perturbador de ver, pero prefiero no pensar demasiado en ello. Él me saco la lengua cuando logró recuperar la respiración.

Espera, ¿Qué? Al principio se hacía el tenebroso ¿Por qué ahora se comporta así? ¡Demonios Jessica!

— ¿Dónde estamos? —Murmuré al principio, intentando mantener la calma, pero no me escuchó y me miró sin entender — ¿Dónde estamos? —Volví a decir casi gritando y tocando con las puntas de mis dedos el cabello suelto sobre mis hombros imperceptiblemente, acariciándolo.

— En tus recuerdos. —Dijo la criatura, por fin, serio y sin rastro de la sonrisa que llevaba en el rostro minutos atrás, en voz alta y sin emociones.

— ¿Cómo salimos de aquí? —Rápidamente y sin dudarlo lo miré a sus ojos negros intentando buscar algún sentimiento o algo que me indicara que pasaba por su cabeza, pero nada. O eso hasta que asintió y una luz nos envolvió cubriéndonos con su calor haciéndome cerrar los ojos sin pensar.

Una sensación cálida abrazó mi cuerpo, hasta que los destellos blancos desaparecieron y solo pude ver la silueta de Jess contra una esquina, mirándome asustada.

•♢•


Buenas mis queridos bichos. ♡

¿Cómo están? Nosotras bien, acá está la primera parte del maratón, esperamos que les guste. Probablemente mañana subamos la segunda parte, así que esperen que ya casi llega. Sin mucho más que decir, nos leemos mañana.

Byee. ♡

A Través Del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora