05 - (Maraton 2/3)

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— ¿Estas son respuestas? —

Tamara

Pude ver el cuerpo de Jessica tensarse y pegarse a la puerta de madera que estaba justo detrás suyo, intentando huir como gato asustado, el problema era que no sé si de mí o de la criatura que seguramente esta detrás mío.

— ¿Tam? —Dijo e inmediatamente saltó a mis brazos abrazándome mientras temblaba descontrolada. Una ternura inexplicable me invadió de repente y lo único que pude hacer fue tomarla más fuerte entre mis brazos olvidándome de la muy posible presencia de una tercera "persona" en mi cuarto, después de todo, ella está tan asustada. Sentí como su cuerpo se arqueaba y mojaba mi hombro sobre el buzo que traía puesto en ese entonces, acaricié su cabeza seguidamente.

— ¿Estás bien? —Susurré contra su pelo lentamente. Ella me miró con sus ojos fuera de sus órbitas mientras se quedaba rígida e inexpresiva.

— ¿Me estás preguntando vos a mi eso? —Me miró fijamente algo molesta— ¡Estuve a punto de desmayarme cuando te fuiste con ese... Ese...! —Se quedó callada de repente al mirar detrás mío, aún que no pueda verlo puedo saber la razón.

— Creo que me decían criatura. —Se burló desde detrás, Jessica se pegó nuevamente a la puerta y yo puse los ojos en blanco.

Esto es un desastre, pero claro, supongo que es lo normal cuando estás recibiendo información de una criatura de otra realidad, dimensión o lo que sea.

Casual.

— Si, como digas. —Dije sin darle demasiada importancia— Jess, él no nos va a herir. —Ella frunció el ceño— Lo digo en serio. —Sonreí amablemente en un intento de darle confianza y seguridad.

— O quizás si. —Con una sonrisa perturbadora para mí y seguramente un infarto para Jess me contradijo. Provocando que mi fiel compañera se ponga tensa en mis brazos y me abracé con más fuerza en busca de seguridad mientras a escondidas, lo miraba con odio.

Puse los ojos en blanco y miré al bicho con molestia— Te voy a terminar odiando si seguís haciendo eso. —Murmuré entre dientes dejando que Jess me siga abrazando como si de un peluche me tratara.

Cuando Jess se calmó y decidió despegarse de mí, suspiré de alivio y le sonreí obviamente feliz de que se haya calmado. Me di la vuelta dedicándole una profunda observación a la criatura que seguía con su presencia dentro de la habitación, antes no me había podido permitir averiguar si de verdad era igual que en mis sueños.

— ¿Terminaste de analizarme? —Inquirió seriamente. Dios, voy a comenzar a creer que es un bipolar, de estar creo que ¿feliz? cambió de la nada a ser un viejo cascarrabias.

— Si, disculpeme viejo por mi osadía al observarlo de esa sin duda, irrespetuosa manera —Dije sarcasticamente poniendo los ojos en blanco. Realmente me tocó un bicho pesado.

— Okay, antes que nada ¿sos mujer o hombre? —Pregunté, recibiendo una cara rara por parte del bicho.

Como si fuera una obviedad, perdón por no saber cómo diferenciar a los hombres de las mujeres de su, para nada, rara especie que conozco hace apenas unas horas, al menos físicamente.

Ahora resulta que soy adivina.

Oh mierda, ¿y si ellos no se reconocen como hombre y mujer?

El bicho permaneció en silencio, viendo cómo mi cara se transformaba en cuestión de segundos.

— Hombre —Respondió secamente.

Uy, disculpe ¿Ofendí su orgullo de criatura macho?

«Claro, mucha burla mental pero poca acción» bah, que importa, a lo mejor está leyendo mis pensamientos y yo ni enterada.

A Través Del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora